La increíble fauna de Brasil

En esta nación sudamericana, destacada por su gran biodiversidad, se encuentran especies endémicas, es decir, que solo se pueden ver de manera salvaje en este país; hay animales de todas la familias

El país más grande de Sudamérica, y uno de los más extensos del mundo, está en el ranking de naciones con mayor biodiversidad. Con el Amazonas como principal ecosistema, en este artículo te contamos cómo está compuesta la fauna de Brasil.

¿Cómo es la fauna de Brasil?

La diversidad de animales y plantas en este país es asombrosa; muchas de las especies que habitan el territorio son endémicas –que no se encuentran en ningún otro lugar– y hay representantes de todas las familias. La fauna de Brasil cuenta con la mayor cantidad de especies de mamíferos y peces de agua dulce, es la segunda en anfibios, la tercera en aves y la cuarta de reptiles. Algunos de los tantos animales son:

1. Armadillo de tres bandas

Es uno de los animales endémicos de Brasil y tiene la capacidad para convertirse en una bola cuando se siente amenazado. El armadillo de tres bandas –imagen que encabeza este artículo– es tan famoso a nivel nacional que fue elegido como la mascota del Mundial de fútbol de 2016.

Vive principalmente en el matorral espinoso seco y en la sabana arbustiva, al noreste y centro de Brasil; pesa 1,5 kilos y mide unos 45 centímetros (además de sus siete centímetros de cola). Su cuerpo está cubierto por una ‘armadura’ de escamas queratinizadas que, además de protegerle, le permite termorregular la temperatura. Se alimenta de hormigas, termitas, gusanos y moluscos.

2. Guacamayo azul y amarillo

Dentro de la fauna de Brasil no podemos dejar de lado las aves. Es muy difícil elegir solo una de las tantas especies que habitan el país, pero el guacamayo azul y amarillo es de los más famosos. Habita en toda la cuenca amazónica, forma grupos de hasta 30 ejemplares y, una vez que elige una pareja, no se separan más. Anidan cada dos años y la hembra pone unos tres huevos, que son incubados casi un mes.

3. Jaguar

El felino más grande del mundo forma parte de la fauna de Brasil. Si bien su hábitat natural incluía desde el sur de Estados Unidos hasta el Norte de Argentina, en la actualidad quedan unas reducidas poblaciones en Centroamérica y en el norte de América del Sur. La caza por su hermosa piel, la destrucción de la selva y la agricultura son las principales causas del descenso de la población del jaguar.

La subespecie brasileña vive en torno a los ríos Amazonas y Orinoco, es de cuerpo robusto, con una cola larga, cabeza voluminosa y mandíbula prominente. El pelaje es amarillo con manchas irregulares más oscuras, cuyo patrón no se repite entre los individuos. Se alimenta de todo tipo de presas, ya que es un carnívoro estricto, y para cazar aprovecha cualquier oportunidad que se le presente.

4. Delfín rosado

También conocido como ‘boto’ y envuelto en varios mitos y leyendas, el delfín rosado es un cetáceo de río que habita en la cuenca del Amazonas. Puede medir 2,5 metros y pesar 185 kilos (los machos son hasta el doble de grandes que las hembras) y, como su nombre indica, su cuerpo es rosado. Una curiosidad es que cuando nacen son grises y a medida que crecen van cambiando de tono. Los ejemplares masculinos adultos son más los más claros.

A diferencia de los delfines oceánicos, el rosado es solitario y no forma grupos: solo se congrega en parejas durante la época de reproducción o cuando la hembra se encarga de alimentar a su cría. El boto come todo tipo de peces, incluso pirañas, tortugas de río y cangrejos; gracias a su dentadura pueden romper caparazones y corazas sin problemas.

5. Yacaré overo

Otro de los representantes de la fauna de Brasil es este cocodrilo que puede superar los tres metros de largo, y cuyo nombre se debe a las manchas de su cuerpo, que van del verde al gris. Los ejemplares juveniles tienen un diseño ‘rayado’ que no siempre conservan cuando crecen. Utilizan esta pigmentación para camuflarse entre la vegetación alta.