Amebiasis en reptiles: causas, síntomas y tratamiento

La amebiasis en reptiles es una patología letal que cursa con una tasa de mortalidad de casi el 100 %. Las serpientes carnívoras son las más susceptibles de padecerla.

Una piton albina.

La amebiasis en reptiles es una de las enfermedades más letales para las mascotas exóticas. Esta infección es causada por el protozoo Entamoeba invadens y suele afectar, sobre todo, a especies carnívoras como boas y víboras. Si no se trata correctamente, la muerte del ejemplar enfermo está casi asegurada.

La amebiasis se ha registrado en saurios, ofidios y quelonios, con una tasa de mortalidad de casi el 100 %. Además, se estima que los reptiles de climas fríos suelen ser los portadores, mientras que los residentes en zonas más cálidas son los que presentan los síntomas si se infectan. Conócelo todo sobre esta delicada patología en las siguientes líneas.

Causa de la amebiasis en reptiles

Como hemos dicho, el causante de la enfermedad es el protozoo Entamoeba invadens. Este se presenta en 2 formas generales: un trofozoíto móvil y un quiste rico en hidratos de carbono. La pared de la forma quística tiene abundante quitina y quitosano, biopolímeros protectores que permiten al parásito aguantar mucho tiempo en el ambiente.

Una vez es ingerido de forma accidental por parte del hospedador, el quiste de la ameba viaja por su tracto gastrointestinal hasta el intestino delgado, donde recibe varias señales que le indican que la forma infectante debe emerger. Algunas de ellas son las siguientes:

  1. Una baja concentración de glucosa en el medio.
  2. Un choque osmótico.
  3. La combinación de agua, bicarbonato y bilis.

Ante estas señales en el ambiente intestinal, el parásito sufre una exquistación y se libera el trofozoíto. Este se alimenta de la flora bacteriana del intestino del reptil, además de destruir su mucosa mediante secreciones enzimáticas. Cuando se producen nuevos quistes tras la reproducción, estos son secretados al medio con las heces del hospedador.

La amebiasis en reptiles es mortal.

¿Cómo se contagia un reptil doméstico?

El hospedador se contagia tras ingerir de forma accidental el quiste de la ameba. Este suele estar presente en la superficie de animales muertos y en el agua, pero también se transmite por un contacto directo con las heces o la superficie cutánea de otro reptil infectado.

Lo más común es que aparezcan brotes del parásito cuando se incorpora un nuevo ejemplar en las instalaciones. Este riesgo se multiplica si el individuo en cuestión no ha sido criado en cautiverio, pues el medio natural está repleto de agentes infecciosos y todo reptil salvaje puede ser portador de ellos.

¿Cómo afecta la amebiasis a los reptiles?

El parásito responsable de la amebiasis es un protozoo denominado Entamoeba sp., el cual se caracteriza por dañar las células de la mucosa intestinal. Conforme pasa el tiempo, estos ataques debilitan el intestino y perforan las paredes. Debido a ello, la capacidad de absorción de nutrientes se ve afectada, lo que a largo plazo genera déficit nutricional en el reptil.

Por si fuera poco, en el momento que la amebiasis empeora, algunos trofozoitos pueden migrar a otros órganos y causan necrosis o abscesos. En consecuencia, se propician varias infecciones secundarias que derivan con gran rapidez en septicemia. El gran problema de todo este proceso es que los reptiles no suelen demostrar signos de estas complicaciones, lo que genera una muerte súbita en apenas unos días.

Síntomas

Los reptiles que comen productos cárnicos muertos son los más proclives a sufrir la enfermedad. Por ello, las boas, las serpientes del maíz, víboras, pitones y otros ofidios se consideran grupo de riesgo. Por desgracia, las cobras y la mayoría de las tortugas son asintomáticas, así que funcionan como verdaderos vectores de transmisión indetectable.

Si tienes una serpiente y sufre alguno de los síntomas que te vamos a nombrar a continuación, acude con ella al veterinario sin dudar:

  • Pérdida de apetito y una inexplicable bajada de peso.
  • Vómitos continuados.
  • Diarrea con secreciones mucosas o indicios de sangre.
  • Enteritis: inflamación de la mucosa intestinal.
  • Hepatitis: inflamación del hígado.
  • Nefritis: inflamación de los riñones.

Si notas alguno de estos signos clínicos en tu mascota exótica, ten mucho cuidado. Las amebiasis se transmiten rápidamente en una colonia de reptiles, pero, peor aún, los humanos también somos susceptibles de contagiarnos. Maneja siempre al animal enfermo con guantes e higieniza al máximo toda superficie que entre en contacto con él.

Tratamiento de la amebiasis en reptiles

Si el reptil sobrevive suficiente tiempo para que se le pueda diagnosticar, los fármacos antiprotozoarios son la única opción de tratamiento. El metronidazol es el fármaco más utilizado, que también se usa para tratar las amebiasis en el ser humano.

Además del fármaco, suele ser necesario un apoyo en la clínica veterinaria para que el animal salga adelante. Se le suele aplicar al reptil una terapia intravenosa, con el fin de reponer agua y fluidos que se hayan perdido en las diarreas y vómitos.

La cara de una serpiente hocico de cerdo.

En la precaución está la clave

La amebiasis en reptiles es una condición difícil de abordar, ya que a menudo es tarde para salvar la vida del animal una vez se detecta. De todas formas, su aparición se puede prevenir: mantén en cuarentena a todo reptil adquirido durante una semana y asegúrate de que el ejemplar provenga de la cría en cautiverio.

Además de esto, siempre es aconsejable mantener a todo reptil en su propia instalación, aislado de otros individuos, aunque sean de su misma especie. Así, se evita en la mayor medida posible el contagio de parásitos y otras enfermedades.

Bibliografía

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