Brumación en reptiles domésticos: ¿en qué consiste?

La brumación en reptiles es un análogo a la hibernación de los mamíferos, pero con un compromiso metabólico menor. El animal disminuye su actividad, pero está despierto.

Algunos animales duermen de pie.

La brumación es un tipo de dormancia en reptiles, similar a la hibernación de los mamíferos. Difiere de esta última en los procesos metabólicos implicados, pues en la hibernación los animales realmente duermen, viven de sus reservas y su metabolismo disminuye de forma drástica. La brumación no es tan extrema, pero el reptil está menos activo.

Este proceso es un motivo de alarma en muchos tutores primerizos, pues la mascota exótica deja de comer y disminuye claramente su interacción con el medio. Por ello, a menudo se confunde con un cuadro de enfermedad. Si quieres conocerlo todo sobre este fascinante proceso, continúa leyendo.

¿Qué es la brumación en reptiles?

La brumación en reptiles es un periodo de dormancia en el que los animales ectotermos —de sangre fría— se vuelven fisiológicamente menos activos. Se diferencia de la hibernación en que el animal está despierto y es consciente durante esta etapa, pero aún así reduce su metabolismo al mínimo viable.

En la naturaleza, este comportamiento tiene un sentido biológico claro: los reptiles entran en período de brumación a principios de otoño y despiertan en primavera, pues no pueden mantener su temperatura corporal estable durante los meses más fríos. Como no son capaces de generar calor, la única opción para sobrevivir es disminuir la actividad al mínimo.

Diversos desencadenantes ambientales pueden provocar la brumación en reptiles. Entre ellos, encontramos los siguientes:

  • Bajadas de temperaturas en el ambiente: en quelonios, este proceso se activa cuando la temperatura general disminuye en 5-15 °C, dependiendo de la especie.
  • Disminución de las horas de luz diarias.
  • Cambios en la presión atmosférica: por extraño que parezca, los seres vivos son sensibles a este tipo de procesos invisibles al ojo humano.

Un ejemplo de brumación en reptiles.

¿Por qué bruman los reptiles en cautiverio?

Estamos ante una pregunta difícil de responder. En la mayoría de terrarios, los cambios ambientales externos son imperceptibles, pues toda instalación debe contar con mantas calefactoras y un ciclo de luz artificial. A menos que el tutor busque la brumación variando las condiciones, no existe un motivo claro por el cual el animal decide brumar.

De todas formas, parece ser que la impronta genética de estos animales los condiciona más de lo que parece. Un reptil puede entrar en este estado, simplemente, porque su reloj biológico se lo indica. Si es el caso, él mismo decidirá enterrarse o resguardarse en las zonas más frías del terrario y dejará de comer. Este periodo suele durar de 1 a 4 meses.

¿Qué reptiles son más proclives a brumar?

Un reptil doméstico no tiene por qué brumar todos los años. Además, es posible que un ejemplar de una especie en el mismo hogar decida hacerlo, mientras que otro no. Es necesario tener en cuenta este dato, pues este proceso es inconsistente y no sigue una regla fiable en el 100 % de los casos.

De todas formas, sí que se ha registrado que los animales originarios de zonas tropicales son menos proclives a brumar. En general, cuanto más cerca esté del Ecuador el hábitat del reptil, menos común es que se de este proceso.

Si tienes alguna sospecha de que tu reptil va a brumar, acude a la climatología de su zona originaria. Si esta presenta bajadas drásticas en la temperatura durante el invierno, es más probable que el herpeto active este mecanismo. De todas formas, recalcamos: esta regla no es general y prácticamente cualquier reptil puede entrar en dormancia.

Las pogonas y las tortugas de tierra son algunos de los reptiles más proclives a brumar.

Beneficios de la brumación en reptiles

A menos que seas criador profesional, inducir la brumación en reptiles es más arriesgado que beneficioso. Es importante que el animal tenga disponible una zona fría y oscura en el terrario por si decide entrar en dormancia —a unos 15-20 °C o incluso menos, dependiendo de la especie—, pero de ahí a obligarle a hacerlo hay un paso.

Si a pesar de la normalidad el reptil decide brumar, déjale libertad para ello. La brumación tiene diversos beneficios, entre los que se encuentran los siguientes:

  1. Disminuye las probabilidades de desarrollar obesidad: cuando bruman, los reptiles comen muy poco o directamente no lo hacen. Así, es posible que se quiten de encima unos cuantos gramos de sobrepeso adquiridos durante el verano y la primavera.
  2. Reduce las probabilidades de desarrollar lipidosis hepática: esta patología es muy común en reptiles con dietas que tienen alto contenido en grasa.
  3. Promueve la espermatogénesis y la ovulación: en algunas especies, un periodo de brumación es necesario para la correcta reproducción de los ejemplares.

Un lagarto duerme sobre una piedra.

Un proceso poco consistente

Como habrás podido observar, predecir si un reptil doméstico va a brumar o no es prácticamente imposible. Algunos deciden hacerlo anualmente, otros pasan años sin entrar en dormancia y de repente lo hacen y otros nunca bruman. Existe cierta proclividad dependiendo de la especie, pero finalmente es la condición individual la que lo dicta.

Si tu reptil comienza a brumar, asegúrate de que se debe a este cambio fisiológico y no a una enfermedad. Revisa su piel en busca de ácaros, trata de localizar bultos o escamas levantadas y, si puedes, acude con él al veterinario para realizarle los análisis pertinentes. Si todo está bien, volverá con fuerzas renovadas en la primavera.

Bibliografía

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  • Neill, W. T. (1948). Hibernation of amphibians and reptiles in Richmond County, Georgia. Herpetologica, 4(3), 107-114.
  • Brasfield, S. M., Talent, L. G., & Janz, D. M. (2008). Reproductive and thyroid hormone profiles in captive Western fence lizards (Sceloporus occidentalis) after a period of brumation. Zoo Biology: Published in affiliation with the American Zoo and Aquarium Association, 27(1), 36-48.
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