Elefante marino, toda una vida en el frío

Su nombre hace referencia a la trompa con la que ruge para ahuyentar a otros rivales; también la usa para absorber la humedad del ambiente

Elefante marino: características

El elefante marino es un mamífero de la especie de las focas, con características y comportamientos únicos dentro del reino animal. Su nombre científico es Mirounga leonina y pasa la mayoría de su vida dentro del océano, para salir a tierra en época de reproducción y de cría.

Durante muchos años se los ha investigado para conocer cómo logran sobrevivir en las zonas más frías del planeta. Los datos recopilados son sorprendentes y se muestran a continuación.

Características generales del elefante marino

Se conocen dos especies de elefantes marinos. Los del sur, que habitan toda la zona antártica y los del norte, que habitan la alta y baja California; aunque ambas especies son similares, tienen algunas peculiaridades que les diferencian.

Los elefantes marinos que viven en el sur del planeta tienen que soportar temperaturas de frío extremas, pero allí es donde abunda el alimento. Por esta razón, su tamaño es mucho mayor que los del norte; se alimentan de peces, calamares, pequeños tiburones, crustáceos, algas y krill.

Los machos pueden llegar a medir hasta seis metros y pesar hasta 4 000 kilos. La hembra es más pequeña, y puede medir hasta tres metros y pesar 900 kilos.  Esta diferencia de tamaño entre macho y hembra es una de sus peculiaridades; son los mamíferos con el mayor grado de dimorfismo sexual.

Los machos alcanzan su madurez sexual a los seis años de edad, pero comienzan a procrear a los nueve. En los meses de diciembre y enero, los elefantes marinos llegan a las playas y comienzan a las batallas por la dominación; aunque estas luchas son feroces, no llegan a tener riesgo vital.

Elefante marino: reproducción

Una gran actividad sexual

Los machos dominantes se aparean con las hembras que llegan después, y forman harenes de hasta 100 ‘esposas’ para dar a luz hasta 500 hijos en toda su vida. Los elefantes marinos que quedan al margen intentarán reproducirse con las hembras que se encuentren en la periferia de los harenes.

Por su parte, a los tres años de vida la hembra está lista para tener una cría por año. Una vez preñadas, regresan al mar y vuelven a tierra 11 meses después para dar a luz.

Las crías nacen con un peso de casi 40 kilos y amamantan durante tres semanas. Durante ese periodo la madre se queda en la playa, sin alimentarse; cuando se produce el destete, madre y cría se internan en el océano; la cría triplica su peso mientras se alimenta de la leche de su madre. Cerca del final de este periodo, la hembra se aparea de nuevo.

Otros datos interesantes del elefante marino

Pese a su gran tamaño, el elefante marino se mueve con bastante agilidad en tierra gracias a sus aletas palmeadas de cinco dedos; su forma de torpedo los hace aún más veloces al nadar. Tienen unos grandes ojos negros, que les permiten localizar a sus presas en la oscuridad de las profundidades marinas.

Estos curiosos animales marinos almacenan gran cantidad de grasa mientras están en el océano para sobrevivir en el invierno, cuando se quedan en tierra hibernando.

Cuando se trata de bucear durante largos periodos de tiempo, los elefantes polares deben mantener altos los niveles de oxígeno. Para lograrlo, tienen mayor volumen sanguíneo, y producen el doble de hemoglobina.

Elefante marino: hábitat

Los elefantes marinos mudan periódicamente su pelaje; lo hacen descamando su capa externa de piel. Durante la época de apareamiento, los machos se protegen reforzando su pelaje, y así evitan lesiones profundas cuando luchan con otros machos.

¿De dónde viene su nombre?

Deben su nombre a la ‘trompa’ que los machos tienen en la nariz, que recuerda a la de los elefantes. Esa protuberancia les sirve para producir fuertes rugidos que ayudan a mantener alejados a los rivales. Además, con la trompa absorben la humedad del ambiente en cada exhalación, lo que les permite mantenerse en ayunas por largos periodos.

El elefante marino es el único mamífero que emigra dos veces en el año, y llega a cubrir hasta 34 000 kilómetros. Aunque en tierra se los ve en grandes grupos, tiene una vida solitaria pasando el 90% de su existencia en el agua.

El enorme tamaño de los elefantes marinos no significa que no tengan depredadores; son víctimas de orcas y tiburones, aunque su mayor depredador es el hombre, quien casi extinguió la especie, pues lo caza para obtener su grasa.

Poco a poco, y gracias a las leyes de protección y conservación, la población del elefante marino asciende a más de 900 000 ejemplares en todo el planeta.

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