Pasa muchas horas tumbada al sol a la orilla del mar, tiene cuerpo robusto y es una ágil nadadora. La foca nos hace acordar a un perro al que le encanta el agua y en este artículo te contaremos todo sobre ella.
Características de la foca
Su cuerpo es alargado y uniforme, ya que se ha adaptado al medio marino en el que habita: de esta manera puede nadar sin problemas y atrapar el alimento. Sus extremidades son cortas y de forma plana, ya que las usa como aletas que le permiten la propulsión y el desplazamiento en el agua.
La foca no ‘camina’ muy bien en tierra, prácticamente se desliza sobre las rocas o la arena ayudándose con el vientre.
Las dos características de las focas que los diferencian de otros mamíferos pinnípedos marinos –como la morsa o el león marino– es que carecen de pabellón auditivo y sus extremidades posteriores están dirigidas hacia atrás.
En cuánto al pelaje, el de la foca es denso y corto en la edad adulta; debido a que no le ofrece suficiente protección térmica contra el frío, cuenta con una capa muy gruesa de grasa subcutánea… ¡Que puede representar la cuarta parte de su peso corporal!
Comportamiento de la foca
A diferencia de los leones marinos, las focas no forman colonias muy grandes. Incluso algunas solo se quedan con su pareja –son monógamos– o en una tribu de tres o cuatro adultos. Tienen la capacidad para nadar largas distancias y sumergirse a gran profundidad –hasta 600 metros– para capturar a sus presas. No son migratorios y prefieren las costas de las bahías, tanto con rocas como con arena.
Cuando la hembra amamanta a su cría, la leche que le aporta tiene una gran cantidad de calorías y grasas. De esta manera, el cachorro puede soportar las largas ausencias de la madre, quien sale a buscar alimento –peces, crustáceos y cefalópodos– y puede tardar horas en regresar.
En el polo norte, aquellos bebés que quedan solos son capturados por los osos polares, quienes tienen a la foca como principal alimento.
Especies de focas
En la actualidad existen 19 especies de focas, de las cuales destacamos las siguientes por ser las más ‘famosas’ o bien por habitar en lugares característicos:
1. Foca gris
La foca gris –foto que abre este artículo– vive en las aguas del Atlántico Norte y la colonia con más ejemplares se encuentra en Sable Island, Canadá. Es de gran tamaño: los machos –que tienen pelaje oscuro– pueden pesar hasta 300 kilos y medir tres metros. Las hembras son mucho más pequeñas y con cuerpo más claro.
2. Foca del Baikal
También llamada nerpa, es la única especie de foca que vive en agua dulce, más precisamente en el Lago Baikal, de Siberia, así como también la más longeva: pueden llegar a los 55 años de vida. La piel es de color blanco o negro con manchas grises. Pasa mucho tiempo entre las rocas rodeadas de agua y puede estar 70 minutos sin respirar en la superficie.
3. Foca de Weddell
Vive en la Antártida, no migra pero se mueve según las condiciones del hielo. En este caso las hembras son más grandes que los machos y gracias a la concentración de mioglobina en sangre, pueden sumergirse hasta 600 metros y pasar una hora bajo el agua sin necesidad de respirar.
4. Foca monje del Mediterráneo
Es una de las especies más raras de foca y se encuentra en grave peligro de extinción. Las colonias de pocos ejemplares se localizan en las costas de Turquía. Grecia, Mauritania y la isla Madeira. Son de color oscuro con manchas en todo el cuerpo, que les permiten identificarse entre sí.
5. Foca común o de puerto
Habita en toda la línea costera de mares templados y fríos en el hemisferio Norte y es la especie de foca más distribuida. De color marrón, gris o canela, tiene orificios nasales curvados y vive en familia sobre áreas rocosas. A las pocas horas de nacidas, las crías de foca común ya pueden nadar sin problemas.