Es fácil reconocer la felicidad en ciertos animales, como el perro y el gato, que llevan mucho tiempo al lado del humano. Sin embargo, con otros que han experimentado el proceso de domesticación de manera más reciente, las señales son menos intuitivas.
Es el caso de los hámsteres, se trata de unas de las mascotas más populares y, al mismo tiempo, menos estudiadas en el ámbito del comportamiento. Por eso, a pesar de toda tu dedicación en sus cuidados, es posible que te preguntes si tu hámster es feliz. En este espacio tienes algunas muestras de comportamiento ligadas directamente al bienestar y la felicidad de tu pequeño roedor, así que no te lo pierdas.
¿Qué me indica que mi hámster es feliz?
Los hámsteres son animales tímidos y recelosos, ya que forman parte de la dieta de muchas especies de pequeños depredadores. Además, su estilo de vida en libertad es solitario, por lo que su comunicación social es más bien escasa y poco intuitiva a ojos del humano.
Sin embargo, el bienestar general que tenga un hámster que vive en un hogar estará relacionado de forma directa con su felicidad. Partiendo de esta idea, a continuación tienes algunas señales inequívocas de tu pequeño roedor tiene una buena vida.
Los hámsteres son presas en su entorno natural. Por ello, suelen mostrarse recelosos y poco amigables con todo ser que no pertenezca a su especie.
Come, bebe, orina y defeca con normalidad
Por lo general, el estrés y el malestar tienen un reflejo directo en las funciones fisiológicas de cualquier animal. Es decir, un hámster que viva en un estado constante de miedo o ansiedad perderá el apetito tarde o temprano, así como la sed, el sueño y el funcionamiento normal de su sistema digestivo.
Los estados de estrés continuado también derivan en problemas de salud a menudo. Estos cuadros emocionales harán que el roedor deje de comer o incluso de beber, lo que a su vez se traduce en trastornos urinarios y digestivos.
Tu hámster se acicala
La higiene es una parte muy importante del día a día de tu pequeño roedor. Acicalarse es una manera de mantenerse limpio, pero también de tranquilizarse y sentirse a gusto. Si observas este comportamiento, es que el hámster no percibe peligro a su alrededor. Recuerda que la mayoría de los animales se encuentran en sus estados más débiles cuando se higienizan y acicalan.
Se estira y bosteza
Puede parecer un gesto poco informativo, pero es una señal de que el hámster está cómodo y que descansa bien cuando duerme. Un roedor estresado o infeliz se mantiene alerta a todas horas y duerme de manera superficial, por lo que no se estirará tras sus horas de sueño.
Está activo
La letargia nunca es un buen síntoma en un animal. Lo normal es que se mueva por su jaula, que quiera salir a jugar cuando es su hora, que fabrique un nido, etcétera. Si, por el contrario, se queda en un rincón sin hacer nada todo el día, es muy posible que sufra un problema de salud mental o física.
Los hámsteres son animales nocturnos. Por ello, descansan durante el día y se vuelven extremadamente activos por la noche.
Tiene buen aspecto
El aspecto general es también un una buena forma de saber si tu hámster es feliz o no, así como de su estado de salud. Un roedor alegre y sano tiene un pelo brillante y esponjoso, la mirada despejada y su naricilla se mueve constantemente olfateando su entorno.
El hámster juega y explora su ambiente
Un roedor que tiene miedo o se encuentra en mal estado de salud no juega ni interactúa con los objetos de su entorno. Además, cuando le quieras sacar de su jaula a hacer su ejercicio diario, se mostrará dispuesto y alegre.
Se deja manipular
Como se decía en párrafos anteriores, los hámsteres tienden a ser desconfiados. Establecer una relación de confianza con tu ejemplar y hacerla perdurar es un trabajo diario y que requiere esfuerzo por tu parte.
Para un roedor de estas características, que una mano gigante se acerque a él y lo levante en el aire es un equivalente a la depredación en su hábitat natural. Por eso, conseguir que el manejo en casa no sea un estrés para él es un objetivo ineludible. De lo contrario, es difícil que la interacción contigo le produzca felicidad.
¿Cómo consigo que mi hámster sea feliz?
Existen 2 pilares fundamentales para garantizar el bienestar emocional de tu hámster: la calidad de los cuidados y la relación que tengas con él. Esto último, como se ha mencionado, requiere tiempo y paciencia. Es posible que te lleves algún mordisco en el proceso y que el camino tenga altibajos, pero es crucial que te esfuerces en que todas las interacciones con tu roedor sean relajadas, seguras y respetuosas.
Con el tiempo, el animal aprenderá que estar en tus manos es sinónimo de seguridad, diversión y alguna chuchería ocasional.
Por otro lado, los buenos cuidados engloban varios factores: el hámster debe tener una jaula adecuada a sus necesidades, salir a hacer ejercicio todos los días y, por supuesto, tienes que darle una alimentación adecuada. Reducir las fuentes de estrés, como la presencia de otros animales en su entorno o los ruidos fuertes, también forma parte de estos cuidados.
Por supuesto, recuerda realizar revisiones periódicas de su salud en una clínica especializada en animales exóticos. Reconocer señales de enfermedad en estos animales es complicado en algunas ocasiones, pues tienden a ocultar sus síntomas. Encargarte de que tu hámster tenga una buena calidad de vida y salud será la mayor garantía que tendrás para mantener su felicidad.
Bibliografía
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- Cuidados básicos de los hámsters. (s. f.). La Madriguera. Recuperado 13 de enero de 2022, de https://www.madrigueraweb.org/articulo/cuidados-basicos-de-los-hamsters
- Bethell, E. J., & Koyama, N. F. (2015). Happy hamsters? Enrichment induces positive judgement bias for mildly (but not truly) ambiguous cues to reward and punishment in Mesocricetus auratus. Royal Society open science, 2(7), 140399.