Para los humanos, acercarnos a nuestro can y darle un beso es algo natural, pues mostramos cariño de esa manera. Sin embargo, es probable que al hacerlo veas que el perro aparta la cara o incluso se aleja. ¿Por qué ocurre esto?
Por muchos siglos que el perro haya pasado junto al humano, sigue teniendo un lenguaje corporal propio que debe ser comprendido y tomado en cuenta a la hora de actuar. En este artículo tienes este comportamiento detallado, así como su significado y cómo actuar de manera correcta al encontrarlo. ¡No te lo pierdas!
Las señales de calma
Si te has interesado alguna vez en la teoría sobre el comportamiento canino, seguro que te has topado con la denominación “señales de calma”. Este concepto agrupa todos los comportamientos que los perros realizan para rebajar la tensión de una situación y aliviar su propio estrés. Algunas de las señales de calma más habituales son las siguientes:
- Desviar la mirada.
- Dar la espalda.
- Bostezar.
- Lamer.
- Olfatear el suelo.
- Lamerse el hocico.
- Entrecerrar los ojos.
Todos estos comportamientos son muy útiles a la hora de identificar acciones y situaciones que producen ansiedad en el can. En ocasiones (muchas de ellas con toda la buena intención del mundo), son los propios tutores los que crean este estrés y eso es algo a detectar y corregir. A continuación puedes ver desarrollada esta idea.
El porqué de que tu perro aparta la cara cuando te acercas
Como se decía más arriba, es natural para nosotros expresar cariño con abrazos y besos. No obstante, para los canes no funciona de la misma manera: ellos muestran su amor con lametones, es cierto, pero lo más significativo por su parte es descansar en cercanía física a su tutor.
Por eso, cuando te acercas a su cara, lo que para ti es una muestra de amor para el can es una invasión de su espacio personal. Lo más natural es que los canes se resistan a ese tipo de contacto.
Algunos perros se acostumbran a los abrazos y los besos de los humanos, pero para ello tienen que pasar por un proceso de aprendizaje y habituación, pues no es innato.
Apartar la cara es una señal de calma que pasa desapercibida con facilidad, pues se suele atribuir a que el can se coloca para el abrazo o que en ese momento concreto no tiene ganas de un achuchón o un beso. Por esta misma razón, hay que ser observador y pararse a analizar cómo actúa el canino durante las interacciones con su tutor.
Señales de calma que acompañan a apartar la cara
Es raro que un perro exprese su malestar de una única forma. Por lo general, un cánido aparta la cara cuando alguien se le acerca demasiado, pero también vas a encontrar otros comportamientos que lo acompañan, como estos:
- Desviar la mirada: aunque el perro se quede inmóvil mientras lo abrazas, seguramente no te mire a los ojos, pues para él se trata de una manera de intimidación.
- Marcharse: si se incomoda, lo más lógico que se aleje de ti justo después de que acerques tu cara a la suya.
- Lametones rápidos: si en respuesta a tu muestra de cariño te lame, es posible que no sea porque percibe tu intención, sino una manera de aplacarte. Los lametones de afecto de los perros son lentos y calmados, pues corresponden a un acicalamiento social.
- Lamerse el hocico: es un gesto muy característico entre los canes pasarse la lengua por la boca y la trufa de modo repetido y rápido. Es una señal muy clara de incomodidad.
¿Qué hago si mi perro aparta la cara cuando le doy muestras de afecto?
La respuesta a esto es sencilla: si detectas que algo incomoda a tu can o le produce estrés de cualquier tipo, no lo hagas. Los humanos estamos muy acostumbrados a dar muestras de afecto manifiestas y conscientemente orientadas a que el otro sepa que lo apreciamos, pero en los perros es algo mucho más instintivo y reactivo.
Es mucho más significativo que tu perro acuda a dormir la siesta a tu lado que el hecho de que se deje dar un abrazo.
La mejor manera de averiguar qué grado de cercanía tolera tu perro es esperar a que sea él quien dé las muestras de afecto. De esta manera podrás observar de forma directa con qué frecuencia pide cariño, cómo lo da y cómo reacciona ante tu comportamiento. A partir de esta información serás capaz de comunicarte con él de una manera eficaz y satisfactoria.
Las señales de calma funcionan en ambas direcciones
Si desarrollas tu habilidad para reconocer e interpretar las señales visuales que mandan los canes, debes saber que ellos también son muy hábiles a la hora de leerte. Es decir, al igual que tú reaccionas de manera predecible a sus señales de calma, tu perro reconocerá una de ellas en ti.
Por ejemplo, si se está poniendo muy pesado llamando tu atención, tú también puedes mostrarle que te incomoda: quédate inmóvil, no reacciones a su comportamiento y dale la espalda o desvía la mirada. Con el tiempo, el can aprenderá que esa una es una manera inadecuada de conseguir que lo atiendas y utilizará con mayor frecuencia otros métodos que le hayas reforzado.
Aprender a comunicarte y convivir con tu animal es la mejor manera de crear un vínculo sólido y positivo con él. Esto es útil para saber lo que tu perro está pensando y sintiendo, pero las ventajas no terminan ahí: también se previenen trastornos psicológicos y se gana tiempo de calidad en común. No pierdas la oportunidad de conocer su idioma.
Bibliografía
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