¿Por qué mi perro lame las manos?

Cuando un perro lame las manos de sus tutores, generalmente es una muestra de afecto y curiosidad. Sin embargo, es importante saber distinguir una conducta normal de una obsesiva.
¿Por qué mi perro lame las manos?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 25 octubre, 2021

Los canes y los lametones van unidos irremediablemente, pues todo tutor ha recibido uno de su mascota en algún momento de su convivencia. Existen también personas que afirman que su perro lame las manos con insistencia o que al menos prefiere esa parte del cuerpo por encima de otras a la hora de mostrar su afecto.

¿Por qué los canes eligen las manos? En este artículo tienes las respuestas más habituales y te ayudamos a reconocer cuándo esta conducta puede estar convirtiéndose en un problema. No te lo pierdas.

¿Por qué nos lamen los perros?

La conducta de lamido es innata en el perro. Como animales sociales que son, lamer forma parte de las interacciones de los caninos con sus congéneres, ya sea para identificar más a fondo un olor corporal —como el celo de las perras— o como muestra de afecto.

Aunque el lamido de los perros se equipara a menudo con el beso humano, no es estrictamente social: estos animales también lo usan para explorar sus alrededores en conjunto con el olfato.

Este acto también forma parte de su conducta de acicalado. Se ha demostrado que la saliva canina tiene ciertos compuestos antibacterianos y bactericidas, por lo que podría servir para evitar la infección en heridas de gravedad variable.

Por otro lado, limpiarse a lametones se traduce en la reducción del estrés en el ámbito social. Los perros lamen para mostrar afecto, pero también para aplacar los ánimos mediante la sumisión en una situación tensa con otro ejemplar de su misma especie.

Un perro se lame todo el rato.

¿Por qué mi perro me lame en las manos?

Algunos canes parecen sentir predilección por las manos de sus tutores. Aunque el lamido es una conducta ligada a la genética canina, en el contexto de la convivencia con los humanos cobra matices diferentes que se explican por el aprendizaje. Si tu perro te lame las manos por encima de otras partes del cuerpo, estas son las razones más habituales que lo explican:

  • Tienen un olor agradable: puede que alguno de los olores que recoges con las manos sea interesante para tu can. Quizá lo acaricias cuando has cocinado y te huelen las palmas de las manos a comida o vienes de la calle y traes los olores de todo lo que has tocado.
  • Te quiere: a la hora de demostrarte afecto, lo que un perro tiene más accesible son las manos —y más si lo estás acariciando en ese momento—. Si además refuerzas el lamido con cariño y buenas palabras, aprenderá que lamerte las manos es una forma eficaz de hacerte entender su cariño.
  • Quiere llamar tu atención: lo normal cuando un perro lame las manos es reaccionar de un modo u otro. Este aprendizaje, relacionado en parte con el del punto anterior, llevará al perro a darte un lametón cuando quiera que le atiendas.
  • Quiere aplacarte: cuando el lametón es débil, rápido e inseguro, este indica miedo y sumisión. Si acabas de regañar a tu can o se enfrenta a conocer a alguien por primera vez, es común que trate de liberar tensión con el lamido.
  • Te limpia: los canes se acicalan entre ellos como parte de su socialización, ya que es una forma de estrechar vínculos. Si tienes las manos sucias, puede que tu perro te las limpie a lengüetazos porque te considera parte de su familia.
  • Te despierta: es una de las formas más habituales que tienen los perros de despertar a sus humanos, ya que las manos son lo que más accesible tienen sin subirse a la cama.

Si un perro lame las manos y ningún otro punto más, quizá en algún momento te preocupes al pensar que se pueda tratar de un problema de conducta. En el siguiente apartado se aborda esta cuestión, así que no dejes de leer.

¿Si mi perro me lame mucho las manos es un problema?

Distinguir una conducta patológica de una normal en este caso puede ser algo difícil. No obstante, hay algunas señales claras:

  1. Tu perro te lame las manos aunque no tenga intención detrás, sino simplemente cada vez que puede.
  2. El lamido es intenso y ansioso.
  3. El can insiste en lamer aunque le pidas que pare o lo ignores.
  4. Muestra ansiedad cuando le impides lamerte las manos.

Estas señales, junto con otras que puedan ser particulares de tu can, indican un comportamiento obsesivo. Aun así, nunca debes castigar al animal por hacerlo, sino parar la conducta en cuanto aparezca. La forma más útil es interrumpir tu interacción con el can cuando te lama las manos e ignorarlo.

También debes prestar atención a que el perro se acicale con demasiada frecuencia, pues podría estar relacionado con que te lo haga a ti de forma obsesiva. Si observas alopecias, heridas o piel enrojecida y agrietada, acude al veterinario para buscar una solución.

¿Cómo evitar que mi perro me lame las manos?

Desaprender una conducta es mucho más difícil que aprenderla, tanto en canes como en cualquier otro animal (incluido el ser humano). Por eso, aunque tu perro sea el más listo de su camada, no debes perder la paciencia tratando de ayudarle a eliminar un comportamiento, pues será un proceso mucho más lento de lo que parece a simple vista.

El primer paso será identificar en qué formas estás reforzando la conducta de lamido y eliminarlas. En su lugar, comienza a premiar al can cuando deje de lamerte. Con el tiempo puedes alargar el intervalo entre la supresión del comportamiento y el premio: de esta forma afianzas el contracondicionamiento.

Si el entrenamiento en casa no funciona, siempre puedes pedir ayuda de un educador canino profesional.

Un perro lame a una persona.

Aunque la conducta de lamido sea inofensiva, recuerda que dejarla escalar tiene consecuencias. Los efectos secundarios derivados de este acto pueden tomar la forma de alopecias o dermatitis fácilmente curables, pero el malestar psicológico que sufrirá tu amigo será grande. Ayúdale a ser feliz y no dejes pasar sus obsesiones.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Pulgarin, A. F. V., Velasco, M. A. B., & Cárdenas, M. P. S. (2016). Conductas estereotípicas y compulsivas en perros y gatos; diagnostico y tratamiento. Revista CENderos, 10.
  • Gallego, A. F., Corral, E. G., & López-Aranda, C. G. (2011). Tratamiento de la dermatitis acral por lamido de etiología psicógena en perro. REDUCA3(3).
  • Anzola, B. (2016). Trastorno obsesivo compulsivo en un perro. Gaceta de Ciencias Veterinarias21(2), 33-37.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.