¿Qué dice la ciencia sobre el afecto de los gatos?

Cuando se establece un tipo de vínculo entre felinos y dueños es muy difícil cambiarlo, pese a la práctica de entrenamientos
¿Qué dice la ciencia sobre el afecto de los gatos?
Paloma de los Milagros

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 30 julio, 2022

Tradicionalmente, se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre dada su gran sociabilidad y empatía. Sin embargo, los últimos hallazgos de la ciencia sobre el afecto de los gatos reflejan el fuerte vínculo que puede establecerse entre dueños y felinos.

La mayoría de las personas conciben al gato doméstico como un animal distante, independiente e incluso arisco. Esta presunción se incrementa entre los propietarios de perros, en detrimento de los que poseen gatos.

Para desmitificarla, algunos estudios han planteado un nuevo modo de evaluar las habilidades sociocognitivas y la profundidad del apego de estos felinos.

Estudios de la ciencia sobre el afecto de los gatos

El 23 de septiembre de 2019, la revista científica Current Biology publicó las conclusiones obtenidas por el estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Oregón acerca del afecto de los gatos. El proyecto, que contó con el patrocinio de Nestlé Purina y la Fundación Nacional de Ciencia de los Estados Unidos, obtuvo los siguientes resultados:

  • Los gatos, al igual que los perros, los primates y los bebés, pueden crear vínculos seguros e inseguros con sus cuidadores humanos, afirmación que rebate la teoría del can como el animal con mayor fidelidad hacia el ser humano.

Para demostrarlo, colocaron a un gato, de edad indiferente, en una habitación desconocida y acompañado de su cuidador habitual. Tras pasar dos minutos, el dueño abandonaba la sala otros dos minutos, para volver a reunirse con su mascota una vez pasado dicho intervalo.

El experimento fue repetido con más de 100 gatos, de forma que las respuestas de estos últimos al reencontrarse con sus dueños fueron evaluadas en grados de afecto.

  • Apego seguro. El 65 % de los gatos se mostraba más relajado cuando su propietario volvía a la sala, lo que demuestra la confianza y el grado de seguridad inherente en el vínculo entre dueño y mascota. Asimismo, cabe destacar que estos felinos solo se animaban a explorar la habitación en presencia de su dueño. Según los investigadores, estos resultados eran equivalentes a los observados en canes y bebés.
Gato disfrutando de las caricias de su dueña
  • Apego evitativo. Se experimentó en la minoría de los casos, en los que los gatos seguían mostrándose inseguros tanto en presencia como en ausencia de su cuidador e, incluso, llegaban a esquivarlo.
  • Apego ambivalente. Después del apego seguro era el más adoptado en gatos que, a pesar de rodear y exigir la atención de sus dueños, seguían estando inseguros.

Conclusiones sobre el afecto felino

Además de evidenciarse los distintos grados de apego, los investigadores afirmaron que, una vez se ha creado un tipo de vínculo entre gato y dueño, es muy difícil modificarlo. Esta conclusión también es aplicable en el caso de los felinos de apego ambivalente, cuya seguridad en presencia del amo no aumentará pese a ser entrenados.

Por otro lado, en lo que respecta a los beneficios de dicho afecto para el ser humano, la Universidad Estatal de Washington publicó un estudio en la revista AERA Open en junio del 2019. Para ello, se hizo un experimento con 249 voluntarios de la propia universidad, los cuales se dividieron en cuatro grupos.

Los integrantes del primer grupo acariciaron y jugaron con gatos durante 10 minutos, mientras los participantes del segundo grupo los observaban. El tercer grupo observó una presentación con los mismos animales que estaban interaccionando con el primer grupo. Por último, el cuarto grupo quedó con integrantes calificados como ‘en lista de espera’.

Dueña coge a su gato en brazos

Tras recoger una muestra de cortisol salival de todos los participantes, se evidenciaron niveles significativamente menores en aquellos que habían tenido una interacción directa con los felinos. El cortisol es una de las principales hormonas del estrés, de ahí la afirmación de las ventajas de acariciar a un animal, ya sea gato o can.

Tanto este como el experimento anterior demuestran la solidez del vínculo que puede crearse entre gatos y humanos. De esta forma, la percepción estereotipada que relaciona a los felinos con la agresividad y la actitud distante no está justificada. Los gatos, al igual que las personas, puede tener diferentes caracteres acordes a su propia individualidad, sin tener por ello que aplicar un mal comportamiento a todo su colectivo.


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