Tarántula Goliat: la araña más grande del mundo

La tarántula Goliat es un invertebrado reconocido por ser uno de los más grandes que existen. Este arácnido se hizo famoso mucho tiempo atrás, debido a un video en el que se le grabó alimentándose de un colibrí. Por esta razón, también se le conoce como «tarántula pajarera». Aunque este comportamiento es raro, su tamaño le sirve para hacer frente a presas poco comunes.

El nombre científico de esta especie es Theraphosa blondi. Pertenece al grupo de las denominadas «tarántulas del Nuevo Mundo», en el que se encuentran ejemplares interesantes como la tarántula de rodillas rojas (Brachypelma smithi).

A pesar de su apariencia atemorizante y una mala reputación, el peligro que representa para los humanos es bastante limitado. Por ello, antes de juzgarla, es necesario conocerla a fondo. Si quieres explorar el fascinante mundo de la tarántula Goliat, continúa la lectura de este espacio.

Taxonomía de la tarántula Goliat

Todas las tarántulas del Nuevo Mundo —incluida la Goliat— forman un grupo taxonómico homogéneo y pertenecen a la familia Theraphosidae. Tal como se menciona en el libro Biodiversidad de Artrópodos Argentinos, dicho taxón se compone de por lo menos 124 géneros y más de 950 especies.

A pesar de que el grupo difiere bastante de otras arañas en características como el tamaño, el número aparente de extremidades y el aspecto físico general, aún pertenecen a la clase Arachnida.

Esto significa que cumplen con la mayor parte de los rasgos de una «araña», salvo algunas modificaciones especiales y únicas de los terafósidos.

Es importante destacar que tanto la tarántula Goliat como su familia no tienen relación directa con las «tarántulas» de Europa. Estas últimas pertenecen a la familia Lycosidae y tienen pocas semejanzas con los terafósidos.

Según un artículo de la revista Ciencia, se usa el mismo nombre porque los conquistadores españoles decidieron denominar como «tarántulas» a las arañas más grandes y «peligrosas» del Viejo y Nuevo Mundo.

En la actualidad, la mayoría de los especialistas concuerdan en que la familia Theraphosidae contiene a las «tarántulas verdaderas», mientras que la familia Lycosidae agrupa a las conocidas arañas lobo (wolf spider). Este simple cambio facilita su estudio, pues evita confusiones y permite utilizar el nombre común como referente de un grupo taxonómico.

Hábitat y distribución

La tarántula Goliat se distribuye de manera natural por varios países de Sudamérica: Brasil, Venezuela, Surinam, Guyana y la Guayana Francesa. De acuerdo con el libro New World Tarantulas: Taxonomy, Biogeography and Evolutionary Biology of Theraphosidae, el género Theraphosa es bastante sedentario. Por lo tanto, tienen una alta fidelidad por su ecosistema y es raro verlas fuera de estos.

Al ser un organismo terrestre, la vegetación le sirve como refugio y le permite estar al acecho de sus presas.

Si bien es cierto que prefieren vivir en superficies pantanosas o con vegetación densa, como las selvas tropicales del Amazonas, también es posible encontrarlas en algunas cuevas. Se conoce que toda la familia Theraphosidae se adapta bien a los cambios en su ambiente, de manera que la tarántula Goliat podría ocupar otros hábitats aún no descritos.

Características físicas de la Theraphosa blondi

Al igual que otras arañas, el cuerpo de la tarántula Goliat se divide en dos zonas:

• Prosoma: es la región frontal del cuerpo y contiene la cabeza, los ojos, la mandíbula y todas las extremidades.
• Opistosoma: es la parte trasera del cuerpo, que suele ser un poco más grande y almacena en su interior los órganos reproductivos, así como las glándulas de producción de seda.

Según el portal de la Encyclopedia Britannica, el cuerpo de esta especie puede medir en promedio 7,5 centímetros, pero es capaz de alcanzar los 30 centímetros de largo con sus patas estiradas.

De hecho, la tarántula Goliat es reconocida por el Guinness World Records como la araña más grande del mundo. Esto debido a que es la más larga y pesada que existe, registrando un peso máximo de 170 gramos.

La coloración de su cuerpo es poco vistosa y se restringe a exhibir tonalidades pardas oscuras. En realidad, es una característica adaptativa que le permite pasar desapercibida entre la hojarasca de su medio. De otra forma, tanto sus presas como sus depredadores, podrían encontrarla con facilidad.

Una de las características distintivas de este grupo de arácnidos es la presencia de setas o «pelos» a lo largo de su cuerpo. Dicha cobertura tiene dos funciones principales, la primera es detectar a sus presas por el movimiento y la segunda es producir sonido (estridulación).

Aunque parezca extraño, estos «pelos» son capaces de emitir un ruido silbante al frotarse, que funciona como signo de advertencia para sus enemigos.

Extremidades: solo tiene 8 patas

En cuanto a sus extremidades, es importante aclarar que la tarántula Goliat solo tiene 8 patas locomotoras. Es normal que esto parezca contradictorio, pues a simple vista se cuentan 10 extremidades. Sin embargo, las primeras dos —cercanas a su boca— son en realidad un par de «piezas bucales adicionales» que funcionan como manos.

Si se quiere ser un poco más preciso, en la araña pajarera se pueden observar a simple vista un total de 12 extremidades:

• Patas locomotoras: 4 pares (8 en total). Se originan en el prosoma y sirven para desplazarse. Todas ellas le sirven a este animal para moverse y el último par está insertado justo antes de que termine el prosoma.
• Pedipalpos: un par (2 en total). Se encuentran al lado de la boca. Estas extremidades les sirven casi como manos para poder agarrar a sus presas y tienen un papel importante en la reproducción.
• Quelíceros: un par (2 en total). Se observan como dos colmillos anchos y prominentes en la boca de la tarántula, sirven para capturar a sus presas, «triturarlas» e inyectarles veneno.

Carácter y comportamiento

La tarántula pajarera suele tener un comportamiento solitario, agresivo y territorial. No se exponen demasiado y permanece oculta la mayor parte del tiempo, siendo más activa durante la noche. Su escondite principal son las madrigueras o los huecos en el suelo, en donde tejen sus telarañas.

Aunque estos arácnidos son considerados agresivos, solo atacan cuando la amenaza hace caso omiso de sus advertencias. En este sentido, liberan algunos de sus pelos urticantes, como un mecanismo extra de protección.

Veneno

Según un estudio publicado en el Journal of Venomous Animals and Toxins including Tropical Diseases, el veneno de la araña más grande del mundo tiene un efecto neurotóxico que incapacita a sus presas, para poder capturarlas.

En el caso de mamíferos pequeños, como las ratas, provoca un bloqueo muscular reversible, que «paraliza» a la víctima de manera parcial.

Contrario a lo que se puede pensar, el veneno no produce efectos evidentes en humanos, por lo que se considera que su mordida no representa un riesgo letal, a menos que exista una reacción alérgica. De hecho, el dolor se asemeja un poco al de la picadura de una abeja, que puede controlarse por medio de cuidados sencillos.

¿Qué come la araña más grande del mundo?

La tarántula Goliat es carnívora y se puede alimentar de varios tipos de vertebrados e invertebrados. Esto incluye una larga lista de insectos, reptiles, anfibios, mamíferos pequeños e incluso, aves.

Debido a que no parece tener una preferencia clara por sus presas, algunos especialistas la consideran una especie oportunista. Es decir, que come el recurso disponible que tenga al alcance.

Es precisos subrayar que los componentes más habituales de la dieta de este arácnido son los insectos, ya que son un grupo taxonómico abundante en su hábitat. Por ello, a pesar de que pueden comer varios tipos de vertebrados, esta conducta parece ser poco frecuente en la naturaleza.

Para cazar, esta tarántula decide mantenerse oculta y sorprender a su presa con un ataque certero. Debido a su veneno, las víctimas son inmovilizadas de manera parcial y la araña las lleva de vuelta a su escondite para poder disfrutar de su banquete a salvo.

Reproducción de la tarántula pajarera

En general, las tarántulas tienen un sistema de apareamiento polígamo, por lo que los machos copulan con varias hembras durante la época reproductiva. Además, la hembra es capaz de guardar el esperma que recibe del macho y «fecundarse» a sí misma en el momento óptimo. Gracias a estos mecanismos, las especies de la familia Theraphosidae gozan de un gran éxito reproductivo.

En el caso específico de la tarántula Goliat, el proceso de cortejo se lleva a cabo con mucha cautela. El macho «toca» con sus patas la entrada de la madriguera de la hembra y si recibe una señal agresiva, huye con rapidez para salvarse.

Por el contrario, cuando recibe una señal positiva, la hembra sale a su encuentro y entrelazan sus cuerpos para que el macho pueda colocar su paquete de esperma en el oviducto.

Oviposición e incubación de los huevos

Cuando termina el complejo ritual de apareamiento, el macho escapa lo más rápido posible, debido a que la hembra puede optar por comérselo. De todas formas, esto ocurre solo en pocas ocasiones, ya que la futura madre se encuentra en un estado cataléptico e inmóvil.

En promedio, la Theraphosa blondi es una especie ovípara, capaz de poner 50 y 150 huevos en cada época reproductiva, según el sitio de National Geographic. A estos los envuelve en un saco de seda y los esconde, dentro de su madriguera. La hembra comienza a comportarse más agresiva con tal de defenderlos.

Finalmente, los huevos eclosionan en un lapso de entre 33 y 39 días. Conforme pase el tiempo, los pequeños acumularán nutrientes e incrementarán su tamaño por medio de las mudas (ecdisis).

Eso sí, no todos lograrán sobrevivir hasta su primera muda, pues tienen una alta tasa de mortalidad durante sus primeros días de vida.

Estado de conservación

En la actualidad, la araña Goliat no se encuentra listada como parte de las especies en peligro de extinción. No obstante, esto se debe a la falta de información. Además, es un hecho que su hábitat se encuentra en riesgo, pues el Amazonas comprende uno de los sitios con mayor presión ecológica por su destrucción, a causa de la minería ilegal y la deforestación.

Aunado a esto, la mayoría de los terafósidos enfrentan un grave problema con el comercio ilegal, dado que se encuentran con facilidad en los mercados locales. Según algunos expertos, esto último puede no ser un gran riesgo, debido a que el éxito reproductivo de estos organismos es muy alto. Sin embargo, la suma de varios factores puede terminar condenando a estos invertebrados.

Su comportamiento no la hace una mascota ideal

En muchos, la tarántula Goliat causa pánico y miedo infundado; mientras que para otros, resulta una especie fascinante. Tanto así, que algunas personas buscan tener a una Theraphosa blondi como mascota.

Sin embargo, esta práctica puede representar un riesgo, debido a su comportamiento agresivo y poco sociable. Aunque es un arácnido impresionante, quizá no es el más adecuado para convivir tan cerca con el humano.