10 curiosidades de las tarántulas

Las tarántulas generan aversión en algunas personas, pero eso es porque no las conocen suficiente. Descubre con nosotros todo sobre estos bellos arácnidos.

Las curiosidades de las tarántulas son múltiples.

Los invertebrados con 8 patas no suelen causar admiración entre la población general, más si factorizamos unos colmillos afilados y la capacidad de inocular veneno. Los arácnidos gozan de una reputación basada en el miedo e, incluso, algunas personas tienen fobia real a ellos. Si temes a las arañas y allegados, conocer 10 curiosidades sobre las tarántulas te ayudará a perderles un poco el recelo.

Las tarántulas suelen ser seres apacibles, tranquilos y que no atacan a menos que la insistencia del agresor persista por mucho tiempo. Sumérgete con nosotros en el mundo de los terafósidos y piérdeles el miedo con nosotros: te aseguramos que estos invertebrados peludos te sorprenderán para bien.

1. Existen muchas especies de tarántulas

El término “tarántulasuele designar a un arácnido grande, negro o marrón y con muchas pilosidades. Aunque este sea el aspecto de algunas de las especies más comunes (Grammostola rosea, Lasiodora parahybana o Brachypelma vagans), la realidad es que existen muchos representantes dentro de este grupo.

En realidad, al hablar de tarántulas nos estamos refiriendo a la familia Theraphosidae, una agrupación de arácnidos muy similares entre ellos que comprende unas 1010 especies divididas en más de 124 géneros, tal y como indican estudios. Curiosamente, en Europa se les llama “tarántulas” a las arañas lobo (Lycosidae), pero no son parte del taxón de los terafósidos.

Existen algunas especies conocidas como “falsas tarántulas”, debido a su parecido con las reales.

2. Curiosidades de las tarántulas: un plano corporal común

Como todos los artrópodos, las tarántulas presentan un exoesqueleto que sirve como aislante frente al medio externo y permite la inserción muscular. Además, el cuerpo se encuentra dividido en 2 tagmas bien diferenciados: el cefalotórax (prosoma) y el abdomen (opistosoma). En el prosoma se localizan 6 pares de apéndices: un par de quelíceros (colmillos), un par de pedipalpos y 4 pares de patas motoras.

El tamaño y la coloración de las tarántulas del mundo varía de forma drástica. Por ejemplo, la especie Neoholothele incei no suele ir más allá de los 7 centímetros de diámetro de pata a pata, mientras que la tarántula Goliat (Theraphosa blondi) alcanza fácilmente los 30 centímetros de la punta de una extremidad a otra.

Los colores de las tarántulas suelen ser apagados, pero algunas especies presentan blancos, grises, naranjas y azules metálicos preciosos.

Una tarántula gigante.
Una de las especies de tarántula más grandes del mundo.

3. Una distribución desigual

Las tarántulas se dividen según su distribución en dos grupos: del Nuevo Mundo y del Viejo Mundo. El primer término hace referencia al continente americano, mientras que el Viejo Mundo engloba a las especies endémicas de África y Asia. Como regla general, las tarántulas del Viejo Mundo son mucho más rápidas y agresivas, seguramente por las presiones ambientales a las que deben enfrentarse.

Aunque no lo parezca, alguna que otra especie se distribuye por Europa, más allá de las zonas áridas de África y los bosques húmedos de Asia y Sudamérica. Ischnocolus valentinus es la única especie de terafósido que se puede encontrar en España e Italia, por ejemplo.

4. Venenosas, ¿pero hasta qué punto?

Todas las tarántulas son venenosas en mayor o menor medida, pues poseen unos quelíceros afilados que conectan a unas glándulas productoras de toxinas. La mayoría de especies residentes en Estados Unidos y América Latina no producen venenos muy potentes, pero las especies asiáticas y africanas sí que pueden provocar más de un susto.

Un ejemplo de peligrosidad es Heteroscodra maculata, una especie nativa del oeste de África de un bello tono blanco, pero con muy mal genio. Según reportes personales, la picadura de esta especie puede llegar a provocar visión borrosa, palpitaciones, dolor muy evidente y otros signos generales. 

Ninguna especie de tarántula tiene un veneno tan potente como para matar a un humano. La mayoría de especies del Nuevo Mundo pican con una intensidad similar a la de una avispa.

5. Las tarántulas tienen una tasa metabólica baja

Las tarántulas son animales ectotermos. Como tales, dependen del medio ambiente para controlar su temperatura interna, algo que limita mucho sus movimientos y energía disponible. Por esta razón, presentan tasas metabólicas excepcionalmente bajas y rara vez salen de sus guaridas. Un ejemplar adulto puede pasar de 6 meses a 2 años sin comer.

Las tarántulas presentan tasas metabólicas más altas cuando se incrementa la temperatura general y comen con más asiduidad.

6. Curiosidades de las tarántulas: son seres de guarida

Ligada al punto anterior, una de las características más llamativas de las tarántulas es que pasan la inmensa mayoría del tiempo en su guarida. Esta puede ser un agujero de profundidad variable en el suelo en las especies fosoras o un hueco de un tronco o árbol en aquellas arborícolas. Estos arácnidos llenan sus escondites de tela para percibir las vibraciones del medio externo y actuar en consecuencia.

Todas las especies de tarántulas producen seda, sean arborícolas o terrestres.

7. Depredadoras pacientes y tranquilas

Al igual que el resto de arácnidos, las tarántulas son carnívoras estrictas. Esto quiere decir que se alimentan de forma exclusiva de seres vivos, ya sean insectos, gusanos, otros arácnidos, pequeños vertebrados, anfibios e incluso pájaros. Las especies más grandes pueden hacer frente a presas más jugosas, más por el tamaño de sus quelíceros (de hasta 4 centímetros) que por su veneno.

Como son animales con un metabolismo muy bajo, las tarántulas no persiguen activamente a sus presas. Esperan pacientes en su guarida y, cuando perciben las vibraciones de una posible presa, se abalanzan sobre ella y la inmovilizan con sus colmillos y veneno. Las toxinas y los jugos emitidos disuelven el tejido de la víctima, pues estos arácnidos solo pueden consumir alimento líquido.

8. Las tarántulas tienen un momento muy vulnerable

A pesar de que son depredadoras y presentan unos colmillos envidiables, una de las curiosidades de las tarántulas es que pasan por un periodo muy delicado, conocido como muda ecdisis. En él, deben deshacerse completamente de su exoesqueleto externo para poder seguir creciendo, un proceso que puede tardar horas y deja al animal indefenso.

Antes de la muda, las tarántulas paran de comer por un periodo variable de tiempo, incluso más de 2 semanas. Así, evitan que su abdomen crezca tanto como para que se quede atascado en su antigua armadura. Cuando están listas, se meten en su refugio, lo tapan con tierra y se tumban sobre sí misma para mudar.

El exoesqueleto “nuevo” tarda varias horas en comenzar a endurecerse. En este periodo, la tarántula es muy vulnerable.

9. Curiosidades de las tarántulas: el tamborileo del amor

Por arcaicas que parezcan a nivel evolutivo, las tarántulas tienen una forma de reproducirse realmente fascinante. Cuando un macho adulto se encuentra con una hembra, este comienza a realizar un movimiento con los pedipalpos conocido como “drumming“. Las vibraciones avisan a la hembra de que un pretendiente está cerca de su guarida, así que sale a analizarlo.

Este proceso es muy delicado, ya que el macho tiene que rozar sus pedipalpos modificados (cubiertos previamente de semen) con una estructura especializada de la hembra en el abdomen. La posición que adopta el macho es de vulnerabilidad completa, y en muchos casos, termina siendo la merienda de su pretendiente femenino.

Un macho y una hembra de tarántula.
El macho se localiza a la izquierda de la imagen, tratando de llegar al abdomen de la hembra con sus pedipalpos.

10. ¡Las tarántulas se pueden tener como mascota!

Cada vez es más común ver a personas amantes de los animales exóticos lanzándose en el mundo de las tarántulas como mascotas. Son arácnidos de fáciles cuidados, pues se pueden albergar en terrarios pequeños (20 centímetros de largo, ancho y alto generalmente para un adulto), su veneno no es extremadamente potente y permiten bastante variabilidad ambiental.

De todas formas, cabe destacar como apunte final que no todas las especies son fáciles de cuidar y que las hembras pueden vivir hasta 15 años. Como siempre que se adopta a una mascota, tener una tarántula es una responsabilidad a largo plazo que todo tutor debe factorizar antes de hacerse con un ejemplar.

Bibliografía

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