Los 7 animales más representativos del Amazonas

Con una extensión de 7 millones de kilómetros cuadrados, el Amazonas alberga una de las biodiversidades más impresionantes del planeta. ¡Descubre aquí los animales más icónicos de esta región!
Los 7 animales más representativos del Amazonas
Sebastian Ramirez Ocampo

Escrito y verificado por el médico veterinario y zootecnista Sebastian Ramirez Ocampo.

Última actualización: 25 mayo, 2023

Catalogada como una de las 7 maravillas naturales del planeta, el Amazonas cubre casi que el 40 % de toda la región sur del continente americano. Su extensión abarca los territorios de 9 países diferentes y alberga cerca del 10 % de la biodiversidad conocida hasta el momento.

En este artículo exploraremos las características corporales, el hábitat, las habilidades, los hábitos de alimentación, así como la reproducción de algunas de las especies animales más representativas del Amazonas. ¡No te lo pierdas!

Amazonas, cuna y hogar de la biodiversidad

En el bosque tropical más grande del mundo habitan cerca de 425 especies de mamíferos, 427 anfibios, 371 reptiles, 1 300 aves y al menos unos 2406 peces. Así lo indica la investigación Amazon Assessment Report 2021,  donde se precisa que estos números son subestimaciones aproximadas de la verdadera riqueza de la Amazonía. 

Este reporte advierte que la tasa de descubrimientos de nuevas especies de animales y plantas es bastante alta: una cada dos días. A continuación, conoceremos algunos de los mamíferos, reptiles, anfibios e insectos, que se consideran más icónicos de esta gran región del planeta, por sus particularidades y popularidad.

1. Delfín rosado (Inia geoffrensis)

El delfín rosado del Amazonas sale del agua.
El delfín rosado es un cetáceo sociable e inteligente. Crédito: Schafer & Hill/Moment Mobile RF/Getty Images. Cortesía de CNN.

También conocido como boto o tonina, es la especie de delfín de agua dulce más grande e inteligente que existe. En edad adulta pueden alcanzar los 2.5 metros de largo y los 200 kilogramos de peso.

A diferencia de sus congéneres oceánicos, este cetáceo cuenta con características físicas muy diferentes. Por un lado, su cabeza es de mayor tamaño y su hocico es mucho más largo y puntiagudo. Además, al no tener sus vértebras cervicales fusionadas, pueden girar su cabeza en 180°.

El aspecto más destacado de esta especie es la coloración de su cuerpo, con tonalidades grises y sobre todo, rosadas. Al nacer, estos delfines son grises, pero adquieren el color rosa a medida que llegan a la adultez. Aunque no se tiene claridad sobre el origen de este fenómeno, la teoría más aceptada indica que es producto del desgaste de la piel a lo largo de los años.

Su hábitat dentro de la cuenca amazónica se ubica entre los sistemas fluviales del río Orinoco y la parte alta del río Madeira, en Bolivia. Se alimenta de hasta 43 especies de peces diferentes como pirañas, peces gato y corvinas.

Por la turbiedad del agua en estas zonas, los delfines rosados ubican a sus presas mediante la ecolocalización. De acuerdo con un estudio del Journal of Experimental Biology, estos animales emiten ondas de sonido de corto alcance y de alta frecuencia, a través de sus chasquidos.

En cuanto a su reproducción, las hembras dan a luz a una sola cría, después de 12 meses de gestación. El delfinato permanece junto a su madre por lo menos 2 años. En la naturaleza, su esperanza de vida puede ser de hasta 30 años.

2. Capibara (Hydrochoerus hydrochaeris)

Tres capibaras del Amazonas se alimentan.
El capibara es un roedor gregario y semiacuático. Crédito: Christoph Schütz/Pixabay.

Se trata de nada más y nada menos que del roedor más grande del planeta. Es nativo de Sudamérica y en otros lugares de la región también se le conoce como carpincho o chigüiro. Puede crecer hasta 1.3 metros de largo y alcanzar pesos de 60 kilogramos.

Su cuerpo es bastante robusto. Su pelaje largo, áspero y por lo general, de un color pardo rojizo. Además, sus pies ligeramente palmeados, junto a su capacidad de aguantar hasta 5 minutos bajo el agua, lo convierten en un gran nadador.

Tiene predilección por habitar cerca de lagos, ríos, marismas, manglares y sabanas tropicales. A estos animales también les gusta la convivencia: son bastante sociales. De hecho, alcanzan grupos de hasta 100 individuos, en especial, durante temporadas de sequía.



Su alimentación se basa en un amplio consumo de especies vegetales como gramíneas, plantas acuáticas, arroz, flores y distintos frutos. La voracidad de esta especie amazónica se evidencia en su capacidad para consumir hasta 8 libras por día.

Un artículo de la revista Mastozoología Neotropical sostiene que el capibara cumple un papel fundamental a la hora de mantener de la fertilidad del suelo. Este roedor demuestra su eficiencia como reciclador de nitrógeno, al eliminar este elemento a través de su orina, después de alimentarse. Así, devuelve este nutriente al suelo en tan solo unas pocas horas.

Por otra parte, los carpinchos tienen la capacidad de reproducirse durante todo el año. No obstante, la mayoría de nacimientos ocurren en las temporadas más lluviosas. El periodo de gestación es de unos 110 días y la hembra da a luz entre 3 a 4 crías por año. Su esperanza de vida en la naturaleza es de unos 8 a 10 años.

3. Anaconda (Eunectes murinus)

Una anaconda del Amazonas en el agua.
Las anacondas pasan la mayor parte del tiempo dentro del agua. Crédito: Denis Doukhan/Pixabay.

Este magnífico animal es endémico de la Amazonía, es decir, su distribución se limita a esta región. Habita en las cuencas de los ríos Orinoco, Putumayo, Amazonas, Paraguay y Alto Paraná. También se encuentra en selvas tropicales, pantanos y sabanas de países como Venezuela, Brasil y Colombia. Puede llegar a medir más de 10 metros de longitud y su peso puede sobrepasar las 2 toneladas.

Este reptil tiene una dieta carnívora, que incluye grandes y pequeños mamíferos, aves y otros reptiles. Aunque no posee veneno, caza a sus presas valiéndose de la constricción, que consiste en realizar un sofocamiento y ejercer presión sobre la caja torácica de su presa hasta asfixiarla.

La anaconda es una nadadora muy hábil. En efecto, prefiere cazar a sus presas en el agua, porque en la tierra se vuelve un poco lenta. Aunque no ataca de forma institiva a seres los humanos, puede hacerlo como método de defensa. De igual manera, si se siente amenazada por cualquier otro depredador, al carecer de colores brillantes como los reptiles venenosos, usa otra técnica de disuasión: el ruido.

En estos casos, su táctica consiste en enrollarse en una bola y emitir estruendosos silbidos con la boca bien abierta. Gracias a sus grandes pulmones, los sonidos son fuertes y profundos. De esta forma, logra intimidar a los depredadores.

La gestación de esta especie dura de 6 a 7 meses. Al finalizar, la hembra da a luz a camadas de entre 20 a 40 crías. Es un animal ovovivíparo, es decir, incuba huevos al interior de su cuerpo, pero paren serpientes ya desarrolladas.

4. Jaguar (Panthera onca)

Jaguar del Amazonas en el bosque.
El jaguar tiene una presencia muy importante en la cosmovisión de los pueblos indígenas del Amazonas. Crédito: Freepik.

El jaguar es el felino más grande de América y el tercero del mundo, solo superado por el león y el tigre. Su nombre proviene del término nativo americano «yajuar», que significa «el que caza de un solo salto».

Es un animal robusto y musculoso, cuyo peso y longitud pueden llegar a los 90 kilogramos y 180 centímetros, respectivamente. Presenta un patrón de pelaje muy característico. Se trata de un manto dorado con manchas negras que recorren todo su cuerpo.

Esta majestuosa especie habita en las selvas tropicales y bosques húmedos del Amazonas, en países como Colombia, Argentina y Brasil. Tiene una dieta carnívora y entre sus presas predilectas encontramos al capibara, al tapir, al pecarí y en algunas ocasiones, los ciervos y las vacas.

Además, a diferencia de otros felinos, el jaguar tiene mucha afinidad por el agua. Gracias a esto, puede permitirse cazar otro tipo de animales como peces, tortugas, caimanes y hasta anacondas.

Por otro lado, si bien la mayoría de felinos mata a sus presas por asfixia, mordiéndoles el cuello, la Panthera onca tiene un método único entre los de su especie: aplastarles el cráneo.

Conforme a lo expuesto en un artículo de la revista Acta Zoológica Mexicana, el jaguar tiene una de las mordidas más poderosas del reino animal. De hecho, se calcula que la fuerza ejercida por sus caninos es de 700 kilogramos, suficiente como para romper algo tan duro como los huesos temporales del cráneo.

La gestación de las hembras se prolonga por un periodo entre 93 y 105 días. Al momento de parir, es habitual que nazcan 2 crías, que permanecen con su madre hasta los 2 años de edad.

5. Rana punta de flecha (Dendrobatidae)

La rana dorada del Amazonas en el bosque.
La rana dorada (Phyllobates terribilis) se considera el animal más venenoso del mundo. Crédito: Pixabay.

Los dendrobátidos son una familia de anfibios compuesta por 203 especies de ranas venenosas. Se les conoce como punta de flecha o rana dardo. Según las leyendas, los indígenas del Amazonas las frotaban con sus armas para convertirlas en tóxicas.

En edad adulta, estos anfibios apenas alcanzan los 2 a 5 centímetros de longitud, dependiendo de la especie. Se caracterizan por exhibir colores fuertes y vivos en su piel, con tonos que van desde el naranja hasta el rojo, el amarillo o el azul. Este fenómeno se conoce como coloración aposemática. Se trata de un método que alerta a sus depredadores sobre el veneno que se encuentra en su organismo.

No obstante, estos componentes tóxicos no son producidos por las propias ranas, sino que los obtienen al consumir insectos como las hormigas, las termitas y los escarabajos. Así lo explica una publicación en la revista PLoS One.

Estas toxinas o alcaloides venenosos que tienen los artrópodos, no tienen efectos nocivos para las ranas punta de flecha, por lo que se van acumulando de manera continua en su piel.



Por otro lado, esta familia de anfibios es endémica de Centroamérica y América del Sur, con mayor presencia en la Amazonía colombiana y brasilera. De hecho, en Colombia se encuentra el animal más venenoso del planeta: la rana dardo dorada.

Este pequeño anfibio, de apenas 55 milímetros de longitud, posee el alcaloide «batraciotoxina» y tiene la capacidad de generar veneno suficiente como para matar diez hombres adultos.

En cuanto a su reproducción, los dendrobátidos participan de la crianza de sus crías. Este es un comportamiento poco visto entre los anfibios. Además, a diferencia de otras ranas, las punta de flecha son diurnas. Por lo general, se las encuentra en grupos de varios individuos.

6. Pirarucú (Arapaima gigas)

El pirarucú del Amazonas en el agua.
El pirarucú tiene un cuerpo aerodinámico que es similar a un torpedo. Crédito: Citron/Wikimedia Commons.

Este fósil viviente es el segundo pez de agua dulce más grande del planeta. Se tiene registro de su existencia desde la época del Mioceno, hace aproximadamente unos 23 millones de años.

Su gran envergadura, que sobrepasa los 3 metros de largo y los 200 kilogramos de peso, hacen del pirarucú uno de los animales más emblemáticos del Amazonas. Entre todas sus características, destaca por su capacidad de respirar aire atmosférico.

Un estudio de la revista The Journal of Experimental Biology precisa que ciertas épocas del año, este pez se ve forzado a vivir en aguas con muy bajos niveles de oxígeno. A causa de esto, su vejiga natatoria evolucionó hacia un órgano, similar a un pulmón humano, brindándole la capacidad de asimilar el oxígeno de la atmósfera.

Sin embargo, como respirador de aire obligado, el pirarucú no puede permanecer más de 10 a 20 minutos bajo el agua. Aunque, cuando se ve en peligro, puede soportar hasta 40 minutos.

Por otra parte, el pirarucú se encuentra en la cuenca Amazónica de países como Ecuador, Brasil y Colombia. Su dieta se basa en pequeños peces que atrapa al abrir su grande boca. De igual manera, tiene la capacidad de saltar por fuera del agua y cazar otras presas como aves, lagartos e incluso, pequeños primates.

Entre otras cosas, en esta especie ocurre lo que se conoce como incubación oral. El macho transporta los huevos en su boca y los defiende ante cualquier tipo de amenaza. Una vez eclosionan, las crías son cuidadas por sus padres, hasta que alcanzan la edad para valerse por sí solas.

7. Hormiga bala (Paraponera clavata)

La hormiga bala del Amazonas sobre una hoja.
La hormiga bala habita en bosques lluviosos. Crédito: Graham Wise/Wikimedia Commons.

Este artrópodo, único en su género, ostenta el puesto número 1 de la picadura más dolorosa del reino animal. De hecho, se le considera como uno de los insectos más peligrosos de todo el Amazonas. Con apenas 2.5 centímetros de longitud, la hormiga bala puede infligir 30 veces más dolor que una avispa. De acuerdo a sus víctimas, la sensación de su picada es como la de recibir un disparo.

Esto se debe a que posee un péptido neurotóxico conocido como «poneratoxina», que tiene acción directa sobre los receptores del dolor. También es capaz de bloquear la transmisión sináptica en el sistema nervioso central. Además, este veneno produce destrucción de glóbulos rojos, eritema, edema localizado, sudoración, taquicardia y en casos más extremos, shock anafiláctico y parálisis respiratoria.

A pesar de esto, una tribu amazónica conocida como los Sateré-Mawe, utiliza a la hormiga bala como parte de uno de sus ritos ancestrales, donde los jóvenes que entran a la pubertad deben demostrar su valor y hombría.

Esta ceremonia consiste en introducir un número considerable de hormigas dentro de unos guantes tejidos con hojas de árboles. Después, se los colocan a los niños de unos 9 años de edad, para que resistan las picaduras durante 10 minutos. De acuerdo con la comunidad indígena, esto lo realizan con el objetivo de inmunizar a los jóvenes contra la toxina de la hormiga bala, debido a que es común recibir su picadura en la selva amazónica.

A este particular insecto se lo encuentra en los bosques fluviales del Amazonas venezolano, colombiano y brasilero. Se alimenta de otros insectos como termitas y de la savia que emana de los árboles. Su estructura social se compone de una reina encargada de la reproducción y varias obreras que cuidan, sostienen y defienden el hormiguero.

Protejamos el Amazonas y su gran diversidad

De acuerdo a varias organizaciones como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés), muchas de las especies que habitan en el Amazonas están en serio riesgo. De hecho, en la Lista Roja de especies amenazadas, elaborada por la mencionada organización, el delfín rosado figura como un animal «en peligro» de extinción.

A raíz de la destrucción de ecosistemas, la caza indiscriminada, la contaminación de recursos hídricos y el tráfico ilegal, animales como el jaguar han visto disminuir su población casi en un 55 % durante el último siglo.

En consecuencia, es necesario que tomemos conciencia sobre un asunto de tanta importancia. El Amazonas debe ser protegido y conservado por todas las personas que habitan este planeta. Pequeñas acciones como evitar la compra de animales silvestres puede marcar la diferencia, al igual que cuidar los recursos hídricos y rechazar todo tipo de deforestación en la región.


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