El pez arcoíris o pez de boesemani es una de las especies de acuarios dulces más vistosa y querida por los acuariófilos. Además, son ejemplares activos y pacíficos, por lo que combinan bien con otros organismos de ornato. Aunque sus cuidados no son difíciles, se debe mantener un seguimiento de la calidad del agua, lo que constituye la mayor complejidad de sus requerimientos.
Existen varios tipos de peces arcoíris, pero todos ellos pertenecen a la familia Melanotaeniidae. Por esta razón, en este espacio hablaremos en específico de Melanotaenia boesemani, el ejemplar más colorido dentro de este grupo. Sigue leyendo para conocer más sobre este organismo que llenará tu acuario de vida y color.
Características del pez arcoíris
La forma del cuerpo de este pez es ovalada y aplanada, con aletas muy poco desarrolladas y tallas totales reducidas, de apenas 10 centímetros de largo. Además, solo las aletas dorsales y anales son las que sobresalen, ya que parecen velos o márgenes con colores en sus bordes, que adornan de forma fina al vertebrado.
Los colores de esta especie son una de sus cualidades destacables, ya que hacen completo honor a su nombre. De este modo, el cuerpo presenta destellos azules, turquesas o violetas en la primera mitad, y después aparecen amarillos, naranjas y algunos rojos.
Se considera que, de entre toda la familia Melanotaeniidae, los peces arcoíris son los que más colores exhiben.
Dimorfismo sexual
Aunque todos los ejemplares suelen presentar los mismos colores, las hembras tienen tonalidades más apagadas que los machos. Esta diferencia sirve como dimorfismo sexual, ya que el macho usa su apariencia para atraer a la hembra durante la época de apareamiento. De hecho, también existen ligeras diferencias en el aspecto del cuerpo, puesto que las hembras resultan tener una forma más fina y estilizada.
Hábitat natural
Este pez arcoíris es nativo del lago Ajamaru y Aitinjo (en Papúa occidental), aunque existen otras especies de su familia que habitan el norte de Australia y parte de Nueva Guinea. Debido a su gran adaptabilidad, se teme que estos organismos puedan invadir otros ecosistemas en cualquier parte del mundo.
El hábitat natural de estos peces se compone de aguas dulces cristalinas, con bastante vegetación y pH aproximado de 8.0. Además, ocupan zonas poco profundas de máximo 10 metros, con temperaturas entre los 25 y 28 grados Celsius, algo normal en aguas tropicales.
Cuidados del pez arcoíris
Para que goce de buena salud en cautiverio, el pez arcoíris debe tener un tanque de al menos 200 litros. Asimismo, también se le tiene que proveer una buena cantidad de vegetación, ya que suele utilizarla como escondite y le permite relajarse.
Recuerda que uno de los procesos más complicados para tu pez será el de adaptarse a su nuevo hogar. Si le provees rocas o escondites, lo ayudarás a mantenerse tranquilo.
Debido a que es un organismo gregario, se recomienda mantenerlo con entre 6 y 8 individuos más. Además, suele ser un buen compañero de especies pacíficas, por lo cual se puede adicionar a tanques comunitarios. Antes de decidir, toma en cuenta que los peces arcoíris viven en aguas un poco alcalinas, por lo tanto, necesitas asegurarte de que los demás soporten estos requisitos.
Parámetros del agua
Aunque sus cuidados son sencillos, estos peces necesitas condiciones en el agua muy particulares, lo cual se considera la parte más difícil de su cuidado. Por ello, los siguientes parámetros deben ser tomados con extrema cautela y tratar de mantenerse a cabalidad:
- Temperatura: 26 a 28 °C.
- pH: 6-8 (rango optimo 7-8).
- Dureza: 10-20° H.
- Recambios de agua: mínimo un 25 % semanal. Esta especie requiere un filtro en el tanque.
Cuidados previos a la llegada del pez
Si es la primera vez que tienes un acuario funcionando, es necesario que realices la maduración del tanque. Instala todo tu equipo y ponlo a funcionar para que el medio se estabilice y cree un miniecosistema funcional. Para adelantar el proceso, se suele poner un poco de alimento en el tanque y se deja ciclando por algunas semanas.
La estabilización de los parámetros del acuario suele demorarse por un mes.
Antes de que introduzcas a tu mascota al acuario, es necesario aclimatarla para que no se estrese de más. Para ello, se pone la bolsa o el contenedor en el que te fue entregada dentro del tanque, con el fin de que se comience a igualar la temperatura. Posterior a ello, se comienza a mezclar el agua del recipiente con la del acuario, de forma lenta y continua, para lograr homogenizar ambos medios.
Estos procesos son tediosos y requieren paciencia, pero te ayudarán a que tu nueva mascota se adapte mejor a su nuevo hogar y pueda disfrutar de una buena vida. Recuerda que uno de los factores que afecta a la salud de los peces es el estrés: mientras más cuides estos puntos, mejor responderá su sistema inmunitario.
Alimentación del pez arcoíris
En su estado natural, este pez es un organismo omnívoro, por lo que come una gran variedad de tipos de alimentos. Por esta razón, en cautiverio no representa ninguna dificultad, ya que puede mantenerse a base de cualquier tipo de escamas procesadas (pellets) o alimento vivo. De hecho, la forma de su boca tiene una ligera curva hacia arriba, lo que le permite alimentarse fácilmente en la superficie.
Debido a la variedad de alimentos comerciales, y a que no existe uno que contenga todo lo necesario para su nutrición, lo mejor es ofrecerle ambos tipos de comida, viva y procesada. Asimismo, puede ser una mascota demandante, pues deberás alimentarla entre 2 y 3 veces al día.
Reproducción del pez arcoíris
La reproducción de esta especie es sencilla, ya que no precisa de cuidados específicos adicionales. Es más, la mayoría de los ejemplares que se venden provienen de criaderos especializados. Debido a su éxito y al relativo poco costo de mantenimiento, se han vuelto peces populares entre los acuariófilos.
Ritual de apareamiento
El macho realiza su cortejo por medio de una “danza“, intentando atraer a la hembra. En este momento, comienza un nado que alterna movimientos de izquierda a derecha, bastante pausados y muy similares a un vals. Para finalizar, el macho embiste a la hembra de 4 a 9 veces, y si esta acepta, se inician el desove y la fertilización.
Puesta y eclosión de los huevos
Para empezar, estos peces son ovíparos, por lo que pegan sus huevos directamente en las hojas de la vegetación, donde esperan a que sean fecundados. Al ser ejemplares con fecundación externa, es el macho el que termina el proceso, lanzando sus espermatozoides sobre ellos.
Estos organismos ponen entre 19 y 56 huevos cada vez, y aunque pueden desovar en cualquier momento, tienen preferencia por las primeras horas del día. De hecho, no existe un periodo de apareamiento específico para esta especie, por lo que puede suceder en cualquier época del año, siempre y cuando tengan el alimento y las condiciones adecuadas.
Los huevos eclosionarán entre 5 y 14 días después de la puesta, dependiendo de la temperatura a la que se encuentre el agua. A temperaturas más cálidas, las crías saldrán más pronto del cascarón, mientras que a temperaturas más frías se retrasa su eclosión. Al igual que un adulto, la alimentación de la prole tiene que ser balanceada, entre alimento procesado y vivo.
Recomendación final
Si quieres vivir la experiencia de reproducir a tus ejemplares, es recomendable que lo hagas con la asesoría de un experto. Aunque puede parecer sencillo, las crías requieren de cuidados simples y continuos que podrían costarles la vida si se descuidan. Una de las mejores estrategias es mantenerlas en un estanque diferente, para que se les cuide de forma específica, sin afectar a los adultos.
El pez arcoíris está considerado como una especie amenazada, debido a que su población natural ha disminuido de forma alarmante. Sin embargo, estos peces han demostrado ser fáciles de reproducir en cautiverio, por lo que su supervivencia en los ambientes artificiales está asegurada.
Esta no es la forma más adecuada de salvar a una especie, pero es mejor que enfrentar su extinción.
Además, se debe ser consciente de la responsabilidad que conlleva esta mascota, puesto que dependerá de ti durante toda su vida. No obstante, si sigues todas las recomendaciones y te asesoras con expertos, no tendrás problemas con sus cuidados y disfrutaras de uno de los ejemplares más hermosos del acuario que existen.
Bibliografía
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