Tiro dorado: hábitat, características y conservación

El tiro dorado es un pez de dimensiones pequeñas con escamas bastante grandes. Se le considera endémico del Río Teuchitlán, en Jalisco, México. Sin embargo, no se le ha vuelto a ver en el sitio. A pesar de ello, se ha logrado adaptar a la vida en cautiverio, por lo que ha sobrevivido de esta forma.

De manera formal, su nombre científico es Skiffia francesae y pertenece a la familia Goodeidae. Este grupo se caracteriza por presentar varias especies endémicas de México. Sigue leyendo para descubrir lo que se sabe sobre este pez.

Visto por última vez

En 1978, Dolores Irene Kingston encontró y describió al pez tiro dorado por primera vez. En esa ocasión aprovechó también para exportar algunos ejemplares desde México hasta el Museo de Zoología de la Universidad de Michigan, donde se mantuvieron en cautiverio y preservación.

Después de esta primera descripción, se intentó en diversas ocasiones volver a capturar a esta especie, buscando en regiones cercanas a la zona original. Para ello, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo fue la encargada de realizar la búsqueda, sin obtener algún resultado. Por esta razón, se clasificó a este pez como especie extinta en la naturaleza.

 

Hábitat del tiro dorado

Debido a que no se le ha vuelto a encontrar en vida libre, existe poca información sobre su hábitat. Sin embargo, por la zona en donde fue vista por última vez, se cree que habitaba áreas con una vegetación acuática densa y temperaturas de hasta 26 grados centígrados.

Características físicas

Este pez puede alcanzar los 50 milímetros de largo, tiene cuerpo aplanado y de forma ovalada. También, su aleta dorsal comienza después de sus aletas pectorales, casi a mitad de su cuerpo, con diferencias en su forma, dependiendo el sexo. La boca de la especie tiene una terminación hacia arriba, provocando una curvatura en la región de su vientre inferior.

Su coloración es dorada, con ciertas tonalidades obscuras en los bordes de sus aletas. Su cuerpo puede tener ciertas manchas grises, que se hacen más evidentes al llegar a su cola. Estos peces tienen entre 30 y 35 escamas a cada lado, que resaltan por ser bastantes grandes en relación con su cuerpo pequeño.

Dimorfismo sexual

Los machos se distinguen por algunas hendiduras que tiene en su aleta dorsal. Además de que su pigmentación es dorado brillante, con algunas manchas del mismo color en las aletas. Es más, su coloración es más vibrante, durante su época de reproducción.

Por el contrario, las hembras presentan tonalidades más opacas, donde sus aletas se ven transparentes o grises. También, sus aletas anales son ligeramente más grandes, en comparación con las de los machos.

Alimentación del tiro dorado

En cautiverio se mantiene bastante bien por medio del alimento en forma de hojuelas. También se ha probado con la comida viva, como Daphnia, dando buenos resultados. Sin embargo, suele preferir comer algas, por lo que parece tener hábitos de herbívora. Incluso se le ha encontrado comiendo algunas que se incrustan en las paredes del acuario.

En las primeras descripciones de Kingston se observó que se alimentaba de diatomeas, pequeños caracoles y granos de polen. Además, su mandíbula está llena de dientes bífidos que le ayudan a raspar varias superficies.

Reproducción del tiro dorado

Dentro de ambientes controlados, la temporada de reproducción ocurre entre abril y noviembre, cuando las temperaturas se mantienen en 24 grados centígrados. Sin embargo, su número de crías es mínima, en comparación con otras especies de la misma familia. Lo cual puede deberse al alto nivel de endogamia que presenta, ya que no tienen mucha variación genética.

Es una especie vivípara, cuyo número de crías oscila entre 4 y 12, mientras que su período de gestación aumenta o reduce dependiendo de la temperatura. A 22 grados centígrados, este proceso dura solo 8 semanas, dando a luz crías con una talla de 11 milímetros de largo.

Estado de conservación del tiro dorado

Según la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza, se encuentra catalogada como extinta en vida libre. Esto es solo un nivel antes de la extinción total, siendo su última esperanza el manejo en cautiverio de los ejemplares que sobreviven.

Este pez se ha mantenido en acuarios desde que se describió hasta la actualidad, por lo que puede considerarse como una especie domesticada. Sin embargo, todos los individuos provienen de los descendientes de la misma camada. Lo cual ha ocasionado que se mantenga poca variación genética y una alta endogamia.

Amenazas del tiro dorado

Por estas razones, uno de sus mayores problemas es la aparición de malformaciones en la descendencia, complicando las necesidades de los peces. Razón por la que corre peligro su mantenimiento en cautiverio.

Por si fuera poco, su hábitat natural está siendo fuertemente explotado y contaminado. Esto provoca que se reduzcan las posibilidades por reintroducir a la especie. De esta forma está siendo acorralada, ocasionando que pueda llegar pronto a la extinción.

Desafortunadamente, la especie está siendo llevada al borde de la extinción. Mientras que, por un lado, el endemismo la afecta en cautiverio, la explotación de su hábitat le impide volver a ser reintroducida. La batalla por la supervivencia de este pez apenas comienza, pero puede que termine en un trágico final. En algunos casos es increíble como al hombre le es fácil desaparecer un animal de la faz de la tierra.