La adenitis equina, también conocida como la papera en caballos, gurma equina o enfermedad del estrangulamiento, es una infección de las vías respiratorias superiores del caballo, causada por la bacteria Streptococcus equi. Además de a esta especie doméstica, el patógeno puede afectar a otros équidos, como ponis, burros y mulos.
La gurma equina es una de las patologías más contagiosas en caballos y se transmite con facilidad. Además, puede ser una zoonosis si la bacteria causante de la enfermedad es Streptococcus equi subsp. zooepidemicus, que puede infectar a humanos. En las siguientes líneas, te contaremos más sobre el cuadro clínico de un caballo que padece adenitis equina.
Signos clínicos de la adenitis equina
Las bacterias que causan la adenitis entran en el animal a través de la boca y se alojan en los ganglios linfáticos que hay alrededor de la mandíbula. Cuando esto ocurre, aparece una fiebre repentina, seguida por los signos clínicos típicos de un resfriado en caballos, como tos o secreciones.
Poco a poco, los ganglios submandibulares y retrofaríngeos —ambos localizados al inicio de la garganta del caballo— se inflaman, forman abscesos y producen una secreción mucopurulenta.
Precisamente, el nombre de enfermedad del estrangulamiento apareció porque muchos caballos que sufrían la enfermedad se asfixiaban, debido a la falta de aire consecuencia de tener los ganglios inflamados.
El curso de la enfermedad varía mucho de un animal a otro. En los caballos más mayores, suele tener una aparición leve, gracias a un sistema inmune bien desarrollado. Por el contrario, los jóvenes acaban por presentar una afectación de los nódulos linfáticos mucho más severa y difícil de sanar.
Los signos clínicos de la gurma equina siguen, de forma habitual, el siguiente ritmo de aparición:
- Fiebre persistente, que se mantiene hasta el desarrollo completo de la adenopatía.
- Aparición de anorexia y falta de apetito. A menudo, el animal se queda de pie con el cuello extendido. Intentar comer puede causar el reflujo del alimento por los ollares.
- Depresión y apatía.
- Desarrollo de faringitis, laringitis y rinitis.
- Aparición de secreciones nasales, que pueden empezar siendo serosas y terminar como purulentas.
- Si el animal no expulsa por la nariz todo el moco, se escucharán traqueteos en las vías superiores. También se podrá apreciar la aparición de moco en los ojos.
- Desarrollo de la adenopatía. Los ganglios se inflaman y pueden estar así durante una semana. El primer signo clínico de la adenopatía es la aparición de un edema caliente, difuso y doloroso en el cuello del caballo.
¿Cómo se transmite la gurma equina?
La principal vía de contagio de la adenitis equina es el contacto directo entre ejemplares. Un caballo con una adenitis activa que se encuentra secretando moco continuamente es un foco de infección importante para aquellos animales susceptibles de la misma especie —o género—.
La transmisión ocurre cuando un animal enfermo expulsa moco sobre un animal sano. Los caballos, a través de su conducta social donde el contacto cabeza-cabeza es lo más normal, tienen muchas facilidades de contagiarse.
Además, existe una forma indirecta de contagiarse: compartir el mismo box, el mismo comedero o el mismo abrevadero. También puede ocurrir que sea el cuidador el que transmita la infección entre los caballos, al manipular a varios a la vez.
Por otro lado, algunos caballos que se curan de la enfermedad siguen siendo transmisores de las bacterias. Es lo que se conoce como ‘portador subclínico a largo plazo’. Este animal seguirá expandiendo el patógeno en la población, aunque parezca no tener la enfermedad.
Es muy importante seguir recogiendo muestras de las secreciones en animales recuperados, para saber cuándo exactamente han dejado de contagiar.
Diagnóstico de la adenitis equina
Aunque la presencia de síntomas como fiebre y los abscesos en los ganglios linfáticos son suficientes para sospechar de la adenitis, siempre es necesario una prueba diagnóstica. Para ello, se suelen utilizar cultivos bacterianos que aíslen a Streptococcus equi, pues solo así se obtiene un resultado confiable. También es posible usar técnicas de PCR con hisopados faríngeos, aunque son más costosas.
Complicaciones
Como se dijo, esta enfermedad —a pesar de ser muy contagiosa y molesta— no conlleva una gran mortalidad de los animales. No obstante, el desarrollo de abscesos en los ganglios linfáticos de animales jóvenes sí puede ser muy molesto y complicado de curar.
Lo ideal es que todos los caballos pasen la infección como un catarro más, donde se ven involucrados los ganglios linfáticos. Por desgracia, existe una complicación mucho peor que sí puede ser fatal en la mayoría de los casos.
En raras ocasiones, los abscesos se desarrollan en otros órganos del cuerpo, algo que se conoce como ‘estrangulamiento bastardo‘. La propagación del absceso por el organismo puede ocurrir por varias vías, como la sangre, la linfa o los nervios. Los sitios más comunes donde aparecen estos abscesos son los pulmones, el mesenterio, el hígado, el bazo, los riñones y el cerebro.
También es posible que el caballo presente púrpura hemorrágica, la cual aparece por una serie de hemorragias internas a lo largo del cuerpo. Esto sucede porque los anticuerpos y los antígenos de estreptococo reaccionan entre sí y producen inflamación en los capilares. En consecuencia, se producen hemorragias que en la superficie se observan como manchas púrpuras.
Otra complicación importante es la infección de las bolsas guturales. Estas estructuras son unos divertículos relacionados con el sistema respiratorio de los caballos que comunican las trompas de Eustaquio con la faringe. Si esta región se infecta, además de las complicaciones clínicas, puede ocurrir que el animal sea portador durante mucho más tiempo.
Dada la diversidad de los casos, cada animal suele tener un tratamiento diferente. En general, casi todos los tratamientos comienzan únicamente con una atención de apoyo hacia el caballo.
Tratamientos
Observar cómo evoluciona el animal es esencial, además de administrar antiinflamatorios si le cuesta tragar o si tiene fiebre. También es vital aportar una dieta más húmeda y fácil de deglutir. De forma ocasional, algunos veterinarios administrarán antibióticos al paciente animal. Sin embargo, esto depende mucho del caso individual.
Para los animales portadores también existe un tratamiento. Antes de nada, el caballo será aislado, para evitar que contagie a más animales. Tras ello, se procederá a la extracción del pus seco de las bolsas guturales mediante endoscopia y el uso de antibióticos tópicos dentro de las mismas bolsas.
Prevención de la adenitis equina
Los métodos de prevención cuando se tiene un brote en los establos se basan en el control y aislamiento de los ejemplares. Esto para evitar el contacto y la transmisión del patógeno. Sin embargo, también se puede optar por las siguientes acciones:
- Desinfección de establos y utensilios.
- Higiene extrema en el manejo de los caballos.
- Evitar el pastoreo al aire libre y comunal.
- Quemar camas (lechos de paja).
- Vacunación preventiva a jóvenes.
La adenitis equina puede ser una enfermedad fatal, pero solo en casos aislados. Eso sí, es una patología muy infecciosa, por lo que los animales contagiados deberán ser siempre aislados y atendidos por profesionales cuanto antes.
Bibliografía
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