Pulpo gigante del Pacífico: características, hábitat y más datos

Los pulpos son unos de los animales más llamativos que pueden encontrarse en el medio marino. Su inteligencia no tiene igual entre los invertebrados y está descentralizada, de manera que pueden «pensar con los brazos». El pulpo gigante del pacífico es un claro ejemplo de ello.

Además, estos cefalópodos han desarrollado un sistema de visión similar al de los vertebrados —a pesar de haber recorrido un camino evolutivo completamente diferente— y son capaces de cambiar de color y de textura, lo que los hace verdaderos maestros del camuflaje.

En las siguientes líneas, hablaremos sobre el octópodo más grande que ha sido descubierto, el pulpo gigante del Pacífico o Enteroctopus dofleini. Continúa leyendo si quieres aprender más sobre él.

Características físicas del pulpo gigante del Pacífico

El pulpo gigante del Pacífico destaca entre el resto por su enorme tamaño. La mayoría de especies de pulpo son pequeñas, pero esta llega a medir una media de 5 metros y alcanza unos 50 kilogramos de peso. Han llegado a encontrarse individuos mucho mayores, que superan los 9 metros y 272 kilos.

Este animal está compuesto de las partes características que poseen todos los pulpos. Por un lado está la enorme cabeza bulbosa, que contiene los 2 ojos, el cerebro y la mayoría de órganos internos.

Por otro lado, están los 8 tentáculos o brazos, que en esta especie pueden medir de 2 a 4 metros. Estos están unidos por una membrana en la sección más cercana al cuerpo y cubiertos por 2 filas de ventosas. Cada pulpo puede contar con más de 2000 ventosas en total.

Estas ventosas son estructuras capaces de fijarse con una fuerza increíble a todo tipo de superficies y presas, pero también cuentan con terminaciones sensitivas que les permiten oler y saborear las sustancias a las que se fijan.

Los pulpos también cuentan con un sifón, a través del que expulsan agua a presión para alcanzar grandes velocidades. En el centro de los tentáculos se encuentra el aparato bucal, compuesto por el afilado pico de loro, tras el que está la peculiar rádula, típica de los moluscos.

Estos pulpos suelen ser rugosos, de color rojo ladrillo por arriba y pálidos por abajo, con las ventosas blancas. Por supuesto, como maestros del camuflaje, esto puede cambiar. Gracias a células especializadas en su piel, pueden modificar el color y la textura a su voluntad.

Hábitat y rango de distribución

El pulpo gigante del Pacífico es exclusivamente marino. Su rango de distribución consiste en las aguas costeras del norte del océano Pacífico. Por lo tanto, países como Japón, Corea, Rusia, Canadá, Estados Unidos y México tienen poblaciones de este cefalópodo.

Enteroctopus dofleini puede encontrarse en hábitats variados, pero prefiere arrecifes rocosos con sustrato arenoso, en el que construye pequeñas guaridas. También prefiere las aguas más frías y ricas en oxígeno.

La profundidad a la que aparece esta especie varía enormemente a lo largo de su rango. Las poblaciones más norteñas pueden verse en arrecifes intermareales en la superficie, mientras que las del sur habitan hasta los 1500 metros de profundidad.

Ecología del pulpo gigante del Pacífico

La reproducción del pulpo gigante del Pacífico ocurre en verano. Durante el otoño e invierno, las hembras depositan hasta 100 000 de huevos, que fijan en superficies sólidas formando hileras.

Las hembras cuidan los huevos muy atentamente durante meses, hasta que eclosionan. Durante este periodo las madres no se alimentan, por lo que terminan muriendo poco después. Las larvas son minúsculas al principio y forman parte del plancton, pero tienen un desarrollo muy rápido.

Alimentación

El pulpo gigante del Pacífico es un depredador nocturno. Su dieta consiste principalmente en otros moluscos —sobre todo bivalvos o gasterópodos— y en crustáceos decápodos —cangrejos y sus familiares—. No obstante, también puede consumir erizos de mar, peces e incluso aves marinas.

Estos pulpos se aproximan a las presas con ayuda de su camuflaje y los golpes de velocidad que consiguen con su sifón. Tras una serie de movimientos rápidos, atrapan a sus víctimas con los brazos llenos de ventosas y las llevan a su guarida.

Una vez allí, estos cefalópodos son capaces de abrir las durísimas conchas de sus presas con los tentáculos o, alternativamente, pueden perforarlas con el pico. Además, cuentan con una secreción tóxica que paraliza a la presa y comienza la descomposición. Una vez consumida la víctima, los pulpos acumulan las conchas y cáscaras en una pila.

A pesar de su tamaño y defensas, estos moluscos son blandos y tienen también depredadores. Los principales son vertebrados que se alimentan de ellos son los tiburones, focas, leones marinos o peces de gran tamaño, entre otros.

Estos animales sufren una gran presión por la sobrepesca y están amenazados por la contaminación y acidificación de los océanos. Por suerte, producen tanta descendencia y tienen un rango tan amplio de distribución que no parecen estar amenazados. No obstante, es necesario recabar más información para asegurar su estado de conservación.