5 enfermedades víricas de los elefantes

Los elefantes en cautiverio pueden llegar a enfermarse en ciertos momentos de su vida. En esos casos, es indispensable brindarles el tratamiento adecuado para evitar complicaciones.

enfermedades de los elefantes

Durante muchos años, tanto por su contextura como por su tamaño, los elefantes han sido comúnmente asociados con la salud y la longevidad. Sin embargo, ellos también pueden llegar a enfermarse. Para demostrártelo, a continuación te comentaremos sobre 5 enfermedades víricas de los elefantes.

A pesar de que no se suele pensar mucho en ello, la realidad es que ningún ser vivo está del todo exento de sufrir enfermedades en algún momento de su vida.

El virus del herpes endoteliotrópico del elefante

Elefante enfermo por herpesvirus.

Los herpesvirus provocan infecciones en la mayoría de especies mamíferas. Los hospedadores definitivos del virus – elefantes africanos – pocas veces se ven afectados de forma grave. Pero los hospedadores intermediarios ­– elefantes asiáticos – si sufren la enfermedad.

Transmisión y síntomas

El herpesvirus entra por vía respiratoria, alojándose en los nódulos pulmonares de forma asintomática. En aquellos animales que provoca la enfermedad causa letargo, anorexia y cólicos. Posteriormente pueden aparecer edemas en cabeza, tronco y extremidades anteriores.

El verdadero problema se produce cuando la enfermedad se complica con lesiones hemorrágicas que suelen ser fatales.

5 enfermedades víricas de los elefantes: la encefalomiocarditis

Se trata de una enfermedad natural de los roedores, que actúan como reservorio. Pero las formas más graves afectan a otros muchos mamíferos, tanto salvajes como domésticos. Entre ellos, el elefante africano y el elefante asiático.

El virus causante es un Cardiovirus, de la familia de los Picornaviridae. Se replica en las células del miocardio provocando un daño tisular tal que acaba con ellas.

Transmisión y síntomas

La infección normalmente se produce vía fecal-oral a través de alimentos o agua contaminados. Pero luego no es transmisible entre los elefantes.

El signo clínico habitual es la muerte súbita debida al fallo cardiaco. Pero en los casos menos agudos se puede apreciar anorexia, letargo y dificultad respiratoria derivada de la congestión cardiaca.

Matanza de 100 elefantes en Botsuana

Fiebre aftosa

Nos encontramos ante una enfermedad vírica muy contagiosa pero raramente fatal. El problema es que afecta de forma masiva al ganado y por eso la pretensión es erradicarla. Dentro de los animales salvajes, afectan tanto a rumiantes como no rumiantes, entre ellos los elefantes en cautividad.

El agente causal es un aftavirus de la familia de los Picornaviridae.

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Transmisión y síntomas

La vía de transmisión es la respiratoria o el contacto directo con animales u objetos infectados.

Es una infección que cursa con lesiones vesiculares y erosivas de la mucosa oral y de la piel de las extremidades. El periodo de incubación dura hasta 5 días, donde el animal se encuentra deprimido y con fiebre. A partir de ahí comienzan a aparecer los signos clínicos en la mucosa oral, aumentando la salivación y apareciendo incluso pus.

5 enfermedades víricas de los elefantes: la viruela

Es una enfermedad vírica que se caracteriza por la inflamación de la piel y mucosas de todo el cuerpo. Esta inflamación se va agravando con el tiempo de manera que aparecen pústulas y úlceras dolorosas.

El virus causante es un Orthopoxvirus sp. Puede ser considerada una zoonosis que afecta a humanos y animales. De hecho se considera que su origen en los elefantes deriva de su uso como atracción para niños en los zoológicos europeos.

Los elefantes suelen sufrir desde una simple conjuntivitis, a una enfermedad sistémica que acaba siendo fatal.

5 enfermedades víricas de los elefantes: rabia

El virus causante de esta importante enfermedad es un Lisavirus de la familia de los Rhabdoviridae. Se distribuye por todo el planeta pudiendo afectar a casi todas las especies de mamíferos.

Transmisión y síntomas

La transmisión es a través del contacto de la saliva de un animal infectado con la sangre de otro. Es decir, normalmente se produce gracias a un mordisco.

Los principales reservorios son los carnívoros y los quirópteros.

Un elefante afectado por la rabia comenzará mostrando signos leves, para luego progresar hacia un absoluto cambio de comportamiento. Al principio habrá excitación y agresividad, desorientación y descoordinación. Luego se pasará a una fase paralítica, pudiendo llegar incluso al coma. Hasta que el daño neuronal sea tal que se produzca la muerte del animal.

Diagnóstico diferencial

Durante el diagnóstico, habrá que considerar diferenciar la rabia de cualquier enfermedad neurológica. Es el caso del tétanos o el botulismo. Pero también otros problemas que afecten al sistema nervioso central, como un golpe o un disparo.

Bibliografía

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  • Fowler M, Mikota S. Biology, Medicine, and Surgery of Elephants. Hoboken: John Wiley & Sons; 2008
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