¿Cómo reducir el estrés de un loro doméstico?

Si sospechas que tu loro doméstico está estresado, tienes varias maneras por las que puedes ayudarlo. La clave es tratar de descubrir la causa de la ansiedad para intervenir adecuadamente.

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Tu deseo de aliviar el estrés en tu loro doméstico es el primer paso para resolver este problema. Aun así, puede ser difícil determinar la causa exacta de la tristeza o el estrés de un ave. Como estos animales no son capaces de expresarnos sus estados emocionales mediante el uso de palabras, se hace necesario atender a otros signos mucho más sucintos.

Por tal razón, considera trabajar con un veterinario o entrenador de aves: él puede tener la información suficiente para brindar alivio a tu mascota más rápidamente. Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre el estrés en loros y cómo gestionarlo desde casa.

¿Cuáles son los signos de estrés más frecuentes en un loro doméstico?

Los loros domésticos (familia Psittacidae) son cada vez más comunes en el ámbito doméstico. A pesar de su fama como animales amigables y sociales, no todos los tutores saben que requieren muchísima atención, una instalación enorme, socialización constante y enriquecimiento ambiental continuo. Por la ausencia de cuidados, es bastante común que un loro doméstico desarrolle estrés.

Según estudios profesionales, hasta el 11,7 % de las psitácidas domésticas se dañan las plumas, un claro signo de estrés y ansiedad emocional. Las cacatúas y los agapornis parecen ser los más afectados por este cuadro, pero puede aparecer en prácticamente cualquier pájaro cautivo. Algunos de los signos más evidentes de ello son los siguientes:

  • Vocalización excesiva: pueden ser gritos y chirridos repetitivos o llamadas de alarma.
  • Autolesiones: destrucción de plumas. Un loro estresado se arrancará las plumas de su cuerpo, sin embargo, no podrá alcanzar las de la cabeza. Si la caída es generalizada (también a nivel cefálico), hay que sospechar de otras enfermedades.
  • Comportamientos estereotípicos: como sacudir la cabeza o balancearse constantemente de un lado a otro. Estas son conductas repetitivas y constantes que no tienen ningún sentido desde un punto de vista etológico.
  • Sueño excesivo o estar retraído, temeroso o acobardado.
  • Miedo: el pájaro huye de su tutor o se esconde cuando antes era asertivo y social.
  • Conducta agresiva: agresión a personas y otras aves. Golpear o morder en las barras de la jaula.
  • Otros signos: sisear, jadear, llevar la cola abanicada, las alas alejadas del cuerpo o las plumas de la cabeza levantadas también pueden ser signos de estrés.
  • Aumento de la frecuencia respiratoria: puede cursar con jadeo o respiración con la boca abierta.
  • Comportamiento territorial: el ave puede mostrarse agresiva con otros compañeros del hogar cuando antes no presentaba hostilidad alguna.

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Causas del estrés en loros

Como puedes ver, la ansiedad y los cuadros emocionales en las psitácidas son bastante más comunes de lo que parece en un principio. Diseccionamos sus desencadenantes principales en las líneas venideras.

Ambientales

Los loros, como aves voladoras que son, están acostumbrados a cubrir grandes distancias día a día para obtener comida y poder reproducirse. Además, suelen habitar entornos húmedos, lluviosos y con temperaturas templadas-altas. Como podrás imaginar, la existencia en una jaula se asemeja muy poco a las condiciones naturales en las que proliferan.

Algunos de los factores ambientales que pueden provocar estrés en los loros domésticos son los siguientes:

  • Una jaula demasiado pequeña: todo depende de la especie, pero lo ideal es que el voladero sea de 1,5 a 2 veces más grande que el diámetro del animal con las alas extendidas. Si este valor corporal es de 60 centímetros, la instalación deberá contar con 1,20 metros de ancho e incluso más de alto.
  • Ambiente sucio: hay que retirar la comida no ingerida cada 24 horas y cambiar el sustrato cada 24-28 horas. También se recomienda una limpieza completa de la jaula 1 vez a la semana. De lo contrario, el animal se estresará por las condiciones insalubres.
  • Temperaturas demasiado frías: la temperatura ideal para la mayoría de las psitácidas está entre 20 y 25 °C. Si hace demasiado frío, el animal enfermará.
  • Cambios constantes en la rutina: los loros son animales de hábitos fijos y no les gusta nada que se trastoque su rutina con sobresaltos.

Físicas

El estrés puede ser tanto causa como consecuencia del malestar físico en loros. Un animal que esté batallando una infección dolorosa sentirá malestar constante a nivel emocional, pero la ansiedad también puede ser el agente que propicie una patología fisiológica. Sea como fuere, es necesario sacar al ave fuera de su jaula mínimo 2-3 horas al día para que pueda ejercitar su musculatura y sus alas.

Otro factor físico de esencial importancia es el descanso. Un loro que no duerme bien tendrá signos de estrés antes o después. 

Mentales

Las psitácidas son animales extremadamente inteligentes. Por ello, y como ya hemos dicho en líneas previas, requieren una estimulación mental constante. De lo contrario, desarrollarán conductas autolesivas, estrés, agresividad y otros muchos rasgos no deseados. Las estereotipias ya citadas representan unos de los principales signos de ansiedad emocional en estas aves.

Que el loro repita una conducta obsesivamente sin ningún motivo siempre es una muy mala señal.

Sociales

Algunas psitácidas, como los agapornis y los periquitos, son sociales y viven en parejas monógamas durante toda su vida. Por ello, se recomienda tener siempre una pareja alojada en la misma instalación. Ocurre algo similar con especies más grandes (como el loro gris), pero hay que tener cuidado con el tamaño de la jaula. Si no se les da un espacio enorme, terminarán atacándose entre ellos.

Si tu loro vive solo en su jaula, es necesario que interactúes con él durante mínimo 2-3 horas al día. Además, es esencial que tenga a su disposición elementos dentro de la instalación para entretenerse cuando estás ausente.

¿Se puede prevenir el estrés en el loro doméstico?

Aunque es posible que el estrés no se pueda prevenir por completo, lo mejor es prestar atención a las señales del ave. Los puntos claves son evitar –en lo posible– cambios repentinos en su estilo de vida. Para lograr este objetivo, es vital conocer las sensibilidades generales de la mascota antes de instaurar cambios.

Loros reducen su estrés con un accesorio

La ubicación de la jaula, tema nada trivial

Idealmente, la jaula de un loro doméstico deberá colocarse en un área de la habitación que brinde al ave una vista de su entorno. La ubicación también debe permitir que una sección de la jaula le sirva para retirarse y tener privacidad, es decir, estar colocada contra una pared o en una esquina de la habitación.

En caso de aves extremadamente tímidas, hay que cubrir parcialmente un lado de la jaula con una toalla o una manta, lo cual sirve para crear un área de retiro. En todo caso, lo primordial es evitar colocar la jaula en el centro de la habitación, en el suelo o en áreas de mucho tráfico o muy ruidosas.

También es muy importante no colocar la jaula justo en frente de una ventana, pues otras aves o mamíferos callejeros podrían asustar a tu loro. Además, en estos lugares suele hacer más frío en comparación con otras zonas resguardadas.

Un loro doméstico necesita sus rutinas

Resulta crucial mantener una rutina constante de limpieza, alimentación y socialización por parte de sus cuidadores. Cabe señalar –aunque parezca obvio– que la jaula de tu loro doméstico siempre debe estar cubierta por la noche. Como hemos dicho en líneas previas, una psitácida tropical requiere descanso extenso (de hasta 12 horas) para no estresarse.

Asegúrate de proveer un trato amable

Es fundamental tener presente que las aves, al ser animales de presa, suelen sobresaltarse por movimientos bruscos y ruidos fuertes. Así, es pertinente acercarse a las aves con calma y hablar en tonos suaves. Ten en cuenta los siguientes consejos:

  • Muévete lentamente. Si tu pájaro te ataca porque tiene miedo o está nervioso, alejarse rápidamente lo puede agitar aún más.
  • Usa una vara para entrenarlo. Si a tu loro doméstico no le gusta que lo manipulen, pero lo quieres ayudar a ser más social, hay que ofrecerle un palo o una vara en lugar de tu mano. En caso de que no hagas ningún progreso con él, acude a un profesional en conducta animal.
  • No lo asustes. Trata de no mirarlo fijamente, ni asomarte a su jaula súbitamente. Además, evita manipular a tu pájaro mientras utilizas sombreros o guantes, pues podría no reconocerte y sentirse amenazado.
  • Otros objetos indeseados. Algunas aves se asustan con escobas o mangueras, o con cajas u otros objetos desconocidos que se mueven en su entorno. Mantenlos lejos de su jaula y sácalos de su habitación cuando paseen libres por ella.

Rostro de un loro

Es buena idea proporcionar actividades de socialización y enriquecimiento

No descuides el entretenimiento. Desafía a tu pájaro con juguetes estimulantes, un televisor para ver, una radio para escuchar o algo emocionante que mantenga su interés. Se recomienda variar de juguetes y elementos estimulantes cada semana

Asimismo, tu ave puede beneficiarse de un poco más de atención si le das más tiempo fuera de su jaula. En este intervalo podrá hacer ejercicio y socializar. Por supuesto, el área debe ser segura y a prueba de escape. El tiempo mínimo de salida será de 2-3 horas diarias, pero puedes extenderlo todo lo que quieras (siempre respetando los deseos del animal y sus horas de sueño).

Como animales de bandada, las aves disfrutan y, a menudo, son consoladas por la compañía. Sin duda, viven mejor en parejas. Estos pájaros no deben mantenerse solos a menos que sea por razones médicas o cuestiones de agresividad. Si solo tienes un loro en el hogar, otórgale toda la atención de calidad que puedas cada día.

Bibliografía

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