Aunque cumplan una función crucial en los ecosistemas, lo cierto es que los insectos no suelen ser muy admirados por su aspecto. Lógicamente, existen excepciones, como las mariposas y las abejas, cuya estética resulta admirable. A continuación, te mostraremos cuáles son los insectos más feos del mundo.
Conoce a los 7 insectos más feos del mundo
Los insectos componen una enorme clase de animales invertebrados, que se caracterizan por tener tres pares de patas, un par de antenas y dos pares de alas. Aunque las alas puedan ser reducidas o estar ausentes en algunas especies.
Estos animales conforman el grupo de seres vivos con mayor biodiversidad de nuestro planeta. Por esta razón, podemos observar una increíble variedad morfológica entre las especies de insectos reconocidas.
Mientras las mariposas suelen provocarnos enorme admiración, otras especies no han sido agraciadas con tal belleza. Hoy te enseñaremos los 7 insectos más feos del mundo.
1. Las cigarras
Sin lugar a dudas, estamos más habituados a escuchar a las cigarras –en la imagen que encabeza este artículo– más que a verlas. Por esta razón, muchos desconocen el aspecto de este insecto cuyo sonido se asocia a los días calurosos de verano.
No obstante, las cigarras están entre los insectos más feos del mundo por su aspecto algo peculiar y poco atractivo. Estas especies, que conforman la familia de los cicádidos, viven enterradas durante su etapa de ninfa. Luego, cuando se tornan adultas, suelen habitar sobre los vegetales en zonas cálidas y temperadas.
2. El chinche de agua Belostoma flumineum
Los chinches de agua tampoco son muy admirados por su aspecto, pero la especie Belostoma flumineum resulta especialmente extraña a simple vista. Sin mencionar que su picadura es realmente dolorosa, y su veneno –en cantidades elevadas– puede conllevar a lesiones permanentes.
Se trata de un insecto acuático gigante, que puede alcanzar los 2,5 centímetros de longitud cuando es adulto. Originario de Norteamérica, además de su apariencia, un dato curioso sobre esta especie es que los padres suelen ser los responsables por cuidar a los huevos y sus crías.
3. El escarabajo Hércules (Dynastes hercules)
El escarabajo Hércules es uno de los llamados ‘escarabajos rinocerontes’. Este nombre popular deriva de la similitud de estas especies con los rinocerontes, gracias a los cuernos que presentan en la parte superior de su tórax y la parte inferior de su cabeza.
Los escarabajos Hércules son relativamente grandes (alrededor de 17 centímetros), y su cuerno superior puede llegar a medir lo mismo que su cuerpo. Además, su par de cuernos suelen estar envueltos por una fina camada de pelos, que no los vuelve nada atractivos.
4. Polilla Lymantrid (Dasychira pudibunda)
Si bien su aspecto en la fase adulta resulta algo atractivo, las larvas son realmente feas. En su fase larvaria, la polilla Lymantrid se presenta como una oruga amarillenta, con un aparato masticador pronunciado y unos cuantos pelos urticantes que revisten su cuerpo.
Esta especie está muy difundida en Dinamarca y sus extrañas mandíbulas se justifican por la necesidad de masticar las duras hojas de haya danesa.
5. La mosca Dermatobia hominis
La Dermatobia hominis es una de las especies de moscas conocidas como reznos, y pertenecen a la familia Oestridae. Estos insectos pueden afectar a una gran variedad de animales domésticos, de granja y salvajes. Esta es la única especie que puede afectar también a los seres humanos.
Además de su aspecto nada bello, estas moscas pueden generar problemas de salud en los animales y personas. Los ejemplares adultos necesitan encontrar a un vector para depositar sus larvas, las cuales introducen bajo la piel de sus hospederos.
6. Polilla Brahmin (Brahmaeidae)
La polilla Brahmin suele ser considerada como una de las especies más bellas y vivaces de su género. Pero, irónicamente, su oruga o larva está entre los insectos más feos y extraños del mundo; por esta razón, el ciclo vital de esta polilla suele ser mencionado como una de las metamorfosis más asombrosas de la naturaleza.
7. La polilla peluche (Megalopyge opercularis)
A pesar de su pequeño tamaño, esta especie de polilla jamás pasa desapercibida por su aspecto definitivamente feo. Su nombre popular es una clara alusión a los pelos que recubren su cuerpo tanto en la fase larvaria como adulta.
Además, la larva de la polilla peluche resulta peligrosa, ya que contiene un poderoso veneno en los filamentos que revisten su cuerpo. En pequeñas dosis, su veneno suele generar reacciones alérgicas leves o moderadas.