Tortuga blanca: todo lo que debes saber sobre ellas

No hay nadie al que no le guste el mar y todos los tesoros que hay en su interior; la tortuga blanca es una criatura tan hermosa que la debes ver con tus propios ojos
Tortuga blanca: todo lo que debes saber sobre ellas

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 14 enero, 2019

La tortuga blanca sí existe y se puede ver en las playas o incluso en algunos ríos. Este animal se encuentra entre los ejemplares más increíbles que se pueden observar, ya que es muy rara y las probabilidades de toparte con una son muy escasas.

Este tipo de experiencia a veces está disponible solo para aquellos que bucean con regularidad, aquellos que se adentran a descubrir los maravillosos secretos del mar y sus infinitos tesoros. Pero la gran mayoría también podemos conocer a la tortuga blanca gracias a las fotografías tomadas por este tipo de personas.

¿Por qué son blancas estas tortugas?

Las tortugas blancas se consideran únicas por su color blanco, que las hace lucir más hermosas y especiales. Estamos acostumbrados a los otros tipos de tortugas que tienen diferentes tonalidades de verde y marrón.

Las tortugas blancas se pueden dividir en dos tipos o grupos en relación con el color blanco. Existen especímenes que presentan este color debido a la falta de pigmentos en las células. Sin embargo, el otro tipo sí posee pigmentos en sus células, pero carecen de una enzima.

Esto evita que aparezcan los colores normales de las tortugas y hace que se queden blancas. Por lo tanto, podemos inferir que no es necesario que todas las tortugas blancas sean albinas, aunque este rasgo se considera que proviene de un gen hereditario recesivo.

¿Dónde podemos ver las tortugas blancas?

No hay un lugar específico en el que la tortuga blanca aparezca. No obstante, ya conocemos que la principal razón del color blanco es la ausencia de pigmentos o de una enzima, por lo que este fenómeno puede ocurrir en cualquier tortuga del mundo.

Tortuga albina

Aun así, hay ciertos lugares en los que se mantienen a varios individuos de esta especie. Esto permite que las personas de diferentes países del mundo disfruten al ver estas tortugas raras y únicas. Estos lugares incluyen un acuario en Townsville (Australia) y en China.

También se han realizado avistamientos de esta especie en el Mediterráneo, Brasil y Turquía. No se tiene suficiente información sobre el comportamiento de la tortuga blanca debido a la complejidad para ubicarlas fuera de un ambiente controlado.

Una mezcla de colores

Para determinar a una tortuga blanca como tal, no es necesario que sean completamente de ese color. Hay algunas tortugas que se clasifican dentro de este grupo de reptiles y que tienen el color blanco acompañado de uno o más colores. Estas tonalidades, por lo general, se dan en el caparazón, más que en la piel.

El albinismo en las tortugas marinas se ha reportado en varios lugares del mundo. Sin embargo, hay muy pocos datos disponibles. Se conocen estudios realizados durante la temporada de anidación, pero son muy raros los informes de tortugas blancas vivas en etapa juvenil o adulta.

Sin embargo, blancas, verdes, marrones, negras o del color que sea, las tortugas son animales carismáticos que han existido durante millones de años. Ellas poseen un encanto natural que atrae a grandes y chicos por igual.

Tortuga de piel blanquecina

Otras anomalías importantes

La morfología de las crías de la tortuga blanca puede determinar, según los expertos, la tasa de supervivencia de esta especie. Por lo general, las crías más grandes suelen ser nadadoras más rápidas y es más probable que escapen de depredadores.

Se considera entonces que las crías grandes tienen más ventajas para sortear los obstáculos de la naturaleza que su contraparte de menor tamaño. Sin embargo, se supone que las más grandes deben tener potencialmente una mayor susceptibilidad a la radiación solar, aunque esta observación aún se encuentra en estudio.

Adicionalmente, la tortuga blanca puede presentar malformaciones en la cabeza y la mandíbula, así como escudos supernumerarios y subnumerales, lo que tiene que ver con la simetría de los caparazones de estos reptiles.

La simetría del caparazón se relaciona con la estabilidad genética y, por consiguiente, posee implicaciones evolutivas. Se infiere que esto no favorece la supervivencia, ya que los individuos con deformaciones en la simetría podrían provocar que sus crías hereden este tipo de anomalía.

Esto es así en el caso de que las tortugas con esas malformaciones logren llegar a la etapa adulta, ya que la mayoría de estos animales mueren algunas horas después de nacer. De ahí que se piense que aquellas que no tienen estas malformaciones externas sobrevivirán algunos años.


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