Afortunadamente, son muchas las personas que se animan a rescatar a un pichón herido o caído del nido. Aunque pueda darnos miedo cogerlos o hacerles daño, esta ayuda inmediata puede brindarles la oportunidad de sobrevivir. Por ello, a continuación veremos mejor cuáles son los principales cuidados de los pichones.
¿Cuándo es aconsejable recoger a un pichón?
En líneas generales, siempre es bueno recoger a un pichón para proporcionarle ayuda inmediata. A diferencia de pájaros grandes y silvestres, los polluelos son inofensivos y difícilmente rescatarlos implicará alguna amenaza a nuestra salud.
Como su sistema inmunitario aún no se ha formado integralmente, el polluelo o pichón es vulnerable a numerosas enfermedades y ataques de depredadores oportunistas. Por ello, si actuamos rápida y cuidadosamente, podemos realmente salvarle la vida a esta pequeña ave.
Cuando nos encontramos con pájaros heridos y de pequeña o mediana talla, también podemos intentar recogerlos. Sin embargo, debemos estar muy atentos a sus reacciones, ya que un pájaro agresivo puede lastimarnos y terminar empeorando su propio estado de salud.
Por otro lado, si nos encontramos con aves de gran tamaño o muy agresivas o nerviosas, lo mejor será llamar a los agentes forestales o a centros de rescate de aves.
Principales cuidados de los pichones heridos
Al recoger a un pichón o pájaro herido, lo ideal es llevarlo inmediatamente a un veterinario especializado. Pero si el ave está muy debilitada o no tenemos un veterinario especialista a nuestro alcance, necesitaremos prestar los debidos cuidados para favorecer su recuperación. Estas serían las principales medidas que deberíamos tomar:
1. Preparar un nido
Al estar muy vulnerable, el pichón necesitará descansar y dormir muchas horas para recuperarse correctamente. Por ello, necesitaremos construirle un nido artificial donde pueda estar seguro y relajado.
Para preparar un nido de emergencia, podemos utilizar una pequeña caja de cartón o una canastilla. En el fondo, acomodaremos papel absorbente o periódicos limpios para facilitar la higienización y brindar algo más de confort al pichón. Si tenemos paja fina u algo similar, también podemos incorporarla para imitar su hábitat natural.
Después acudiremos a una tienda especializada en aves para adquirir un nido cómodo y apropiado al tamaño del pichón. Aunque existan nidos de materiales sintéticos, recomendamos dar preferencia a los naturales, hechos con pelo de coco, paja o similares.
2. Nutrición completa y equilibrada
En la naturaleza, los pichones recibirían su comida de sus padres hasta que aprendieran a volar. Al recogerlos en nuestro hogar, necesitaremos cumplir el rol de sus progenitores, ofreciéndoles una nutrición adecuada a sus necesidades nutricionales.
Como su organismo aún no está preparado para triturar los alimentos, sus padres entregarían su comida previamente triturada. Por ello, necesitaremos ofrecerles papillas suaves y fáciles de digerir. Cuando crezcan, podremos hacerles probar alimentos sólidos.
Esta papilla debe contener los nutrientes esenciales que el pichón necesita para desarrollarse correctamente. Como cada especie tiene sus propias necesidades nutricionales, será esencial reconocer la especie de tu pichón. Para ello, debemos acudir a un veterinario especialista o a un centro de rescate de aves.
En las tiendas especializadas, podemos encontrar papillas comerciales para varias especies. Pero también podemos preparar papillas caseras con semillas germinadas, verduras, huevo duro y frutas benéficas. Lo ideal es ofrecerla tibia y bien homogeneizada, sin trozos grandes que puedan perjudicar la digestión del pichón.
¿Cómo dar de comer a un pichón correctamente?
Lo más probable es que el pichón no acepte ingerir alimentos durante el rescate o nada más llegar al hogar. La pequeña ave ha pasado por situaciones estresantes y es normal que tenga miedo. Por ello, debemos dejarlo descansar y no obligarlo a ingerir alimentos.
Sin embargo, es esencial garantizar que el polluelo consuma algo de comida para recomponer sus fuerzas. Este proceso será lento y gradual, pues necesitaremos darle cantidades muy reducidas de papilla varias veces al día.
Como es posible que el estómago del pichón no haya recibido comida por algún tiempo, las primeras tomas deberán ser mínimas. Si el ave come mucho o muy rápido tras estar horas o días sin haber comido, probablemente vomitará y tendrá trastornos digestivos.
El método más sencillo de alimentar a los pichones en pequeñas raciones es utilizar una jeringuilla. Acudiendo a cualquier farmacia, podemos adquirir una jeringuilla de tamaño suficiente para permitirnos poner la papilla en su interior.
Después de poner la papilla en la jeringuilla, debemos acercarnos al pichón y aproximar lentamente la jeringuilla a su pico. De esta manera, el polluelo podrá identificar que se trata de comida y la consumirá despacio.
3. Medicina preventiva
Por último, recuerda que los primeros auxilios y cuidados de los pichones no sustituyen la atención veterinaria. Al recoger a un pichón, debemos acudir a un veterinario especialista para verificar su estado de salud y ofrecerle una adecuada medicina preventiva.