El abejaruco es una especie que llama la atención por donde va. Sus colores y su pico nos recuerda al de los colibríes, aunque es un ave muy abundante en la península ibérica y que viene desde África.
Características del abejaruco
Hablamos de un corácido, al igual que el martín pescador; por ello, no deben sorprendernos sus colores. Es muy llamativo ver que la parte baja del cuerpo tiene colores azules y verdes, mientras que en el lomo y las alas tienen colores cálidos como castaño y anaranjado.
A finales del siglo XIX, el naturalista Edward Wright llegó a la conclusión de que todos los colores estaban presentes en este ave: el plumaje tiene una enorme gama de colores menos el rojo, que se encuentra en el iris de los ejemplares adultos.
Y es que el ojo del abejaruco es muy llamativo, ya que es rojo y está rodeado de un antifaz. Posee un pico negro alargado pensado para poder atrapar insectos. Diferenciar a machos y hembras es muy complicado, ya que apenas se diferencian en algunas tonalidades.
El sonido del abejaruco es un gorjeo que se escucha sobre todo en los meses más cálidos, por lo que su sonido es inconfundible y, por ello, es lo primero que solemos apreciar de su presencia.
Hábitat y comportamiento del abejaruco
Es una especie migratoria que pasa los meses de primavera y verano en España y otros países del mar Mediterráneo, principalmente en el sur de Europa y Asia.
En estos meses tienen a sus crías, y una vez llega el otoño, migran a África. Estos animales viajan en grupo, ya que son especies gregarias.
Se alimentan principalmente de himenopteros; es decir, de abejas y avispas, aunque pueden comer muchos otros insectos. Estas aves construyen túneles para construir sus nidos en taludes, por lo que parecen madrigueras de conejos u otros animales.
Una de las curiosidades del abejaruco es que en África se aprovechan de los elefantes y otros grandes animales, que al moverse hacen salir a nubes de insectos de su escondite. Los abejarucos esperan en los colmillos del elefante y aprovechan para cazar en ese momento.
El abejaruco y la producción de miel
En cuanto a las amenazas que pueden sufrir estos animales, siempre son causadas por el ser humano. Es muy llamativo el hecho de que son perseguidos por su consumo de abejas, a pesar de que es casi anecdótico.
Estudios científicos en los últimos 30 años han evaluado el impacto de los abejarucos en la desaparición de las abejas en explotaciones de estos insectos, y han comprobado una realidad: la predación de los abejarucos sobre las abejas apenas afecta a la apicultura.
Sin embargo, hay que recordar que las abejas tienen muchas amenazas, como los pesticidas y parásitos, además de las especies invasoras. Estos perjuicios para las abejas son mucho más difíciles de ver que un animal grande y colorido, por lo que suelen ser los primeros señalados.
El uso de pesticidas está reduciendo enormemente las poblaciones de insectos, por lo que los grandes monocultivos que monopolizan el suelo cultivable son un auténtico erial de estos invertebrados. Hay que recordar que sin abejas, no hay vida, por lo que se hace importante atajar sus amenazas, entre las cuales no se encuentra el abejaruco.