El mandril (Mandrillus sphinx) es una especie de primate africano muy conocida por su pelaje pardo de tonalidades verdosas y por los increíbles colores que ostenta tanto en cara como en trasero.
¿Por qué el mandril tiene la cara de colores?
Una de las preguntas que más interesan alrededor de este primate tiene que ver con la coloración de su rostro: la cara de los machos de mandril muestra unos hocicos rojos y azules, con marcadas estrías y enmarcadas entre pelo blanco.
Sin embargo, las hembras carecen de este marcado rostro, por lo que es una gran forma de diferenciar machos de féminas. Al igual que otros primates, el mandril se guía por la vista y reconoce a otros individuos por el rostro, además de fijarse en estos vivos colores para escoger pareja.
Otra de las coloraciones que llaman la atención en el caso del mandril es la coloración de su trasero. Se cree que esto permite que el mandril localice a otros miembros del grupo en las frondosas selvas que habita, por lo que actúa como un enorme cartel.
La coloración del mandril es fascinante, pues no hay otros animales de color azul y rojo dentro de los mamíferos: se cree que se debe a la refracción de la luz contra el colágeno facial.
Mandril: cuestión de sexos
En esta especie, los machos son muy distintos a las hembras: además de la coloración diferenciada, son mucho mayores y alcanzan pesos de más de 50 kilogramos, lo que los convierte en los primates de mayor tamaño tras los grandes simios como el gorila.
Las hembras de mandril, sin embargo, apenas alcanzan los 15 kilogramos, mientras que alcanzan su madurez sexual a los tres años y medio. Hay que decir que su esperanza de vida es de unos 20 años, si bien viven 30 en cautividad.
Otra de las características diferenciadoras de los machos son los enormes colmillos que portan: pueden llegar a medir unos 12 centímetros de longitud.
Comportamiento del mandril
El mandril es un animal social que vive en grupos gigantescos de más de 200 individuos, aunque normalmente pasan la mayoría del tiempo en subgrupos más pequeños. Se han documentado incluso grupos de más de 13 000 ejemplares de mandril en Gabón, lo que constituye el grupo más grande de primates tras los humanos.
Estos grupos están formados por animales juveniles y hembras, ya que la mayoría de machos adultos son solitarios. Son animales omnívoros que pueden cazar, aunque se suelen alimentar de bayas y plantas.
Su principal depredador es el leopardo, si bien va a por las hembras y las crías: es difícil que un leopardo se atreva a atacar a un imponente macho de mandril.
Los mandriles son principalmente terrestres, pero también utilizan los árboles. En el suelo actúan como cuadrúpedos digitígrados, mientras que por los árboles se pueden desplazar a saltos. Son primates diurnos y duermen en los árboles y, además, se les ha visto practicar el uso de herramientas.
Hábitat del mandril
Al igual que otros animales, suele aprovechar la presencia de cultivos humanos para abastecerse, lo que ha creado conflictos entre esta especie y los humanos, especialmente en países como Camerún, donde cada día sus poblaciones están más amenazadas.
El mandril vive el oeste del trópico africano, principalmente en las frondosas selvas de Guinea Ecuatorial y Congo, aunque ha perdido parte de su distribución. A pesar de la caza por su carne, el mandril no se encuentra en peligro de extinción, si bien su situación sí es vulnerable.