La leche constituye uno de los alimentos clave en la vida de los seres humanos. Desde el momento del nacimiento y hasta la vejez, este importante alimento se encuentra presente en gran parte de la dieta diaria.
Por esta razón, es importante conocer un poco más acerca de los diferentes tipos de leche que existen en el mercado. De esta forma se podrá tomar una decisión más adecuada, de acuerdo a los requerimientos específicos de los miembros de la familia.
Los diferentes tipos de leche que existen en el mercado
Desde el momento del nacimiento y hasta la vejez, la leche cumple con diferentes aportes calóricos y de vitaminas necesarios para cada edad. La densidad nutricional de la leche es uno de sus principales aportes, además de contribuir al organismo con proteínas, grasas y minerales.
La leche es, sin lugar a dudas, una de las principales fuentes de energía. La misma puede ser tomada directamente desde la ubre del animal a la taza, aunque no es lo más recomendado.
Lo ideal es tomarla en cualquiera de sus diferentes presentaciones, las cuales han sido previamente procesadas. En cuanto a su tratamiento, una vez obtenida la leche se puede encontrar en el mercado, básicamente, dos tipos de leche: pasteurizada y termizada.
Si bien en el mercado puede encontrarse estos dos tipos de leche, también es cierto que puede variar la presentación de la misma. En este sentido, se puede encontrar leche entera, desnatada, semidesnatada, leche de larga duración y leche en polvo, entre otras.
Diferencias entre los diferentes tipos de leche
Leche cruda
La leche cruda es aquella que es obtenida directamente de la ubre del animal. Su sabor suele ser mucho más fuerte que el de la leche que ha sido procesada. Una de las principales características que diferencia a esta leche de las procesadas, además del sabor, es el aporte nutricional de la misma.
Pese a que la leche cruda contiene todas las vitaminas de forma natural, lo más recomendable es no consumirla sino hasta después de haber sido procesada.
¿La razón? Durante el procesamiento de la leche también se eliminan aquellas bacterias que puedan resultar nocivas para la salud del ser humano.
Leche pasteurizada
Probablemente la leche pasteurizada esté entre los tipos de leche más conocidos en el mercado. Se trata de uno de los procesos más utilizados en todo el mundo, el cual permite prolongar la vida del producto.
Este proceso consiste en someter a la leche a un tratamiento cuyo objetivo principal es eliminar los microorganismos y bacterias de la misma. De esta forma, no solo se logra prolongar la vida del producto, sino también hacerlo adecuado para el consumo humano.
Tratamientos para el procesamiento de la leche
Leche termizada
Este proceso consiste en someter a la leche a altas temperaturas, específicamente entre 62ºC y 65ºC durante un tiempo aproximado de 20 segundos. A diferencia de la leche pasteurizada, este proceso mantiene el sabor original casi intacto. Esto debido principalmente a que la leche pasteurizada es procesada a temperaturas más bajas, aunque hay procesos de pasteurización que pueden alcanzar temperaturas más altas.
Al igual que el tratamiento de leche pasteurizada, la leche termizada tiene por objetivo eliminar los microorganismos que pueden resultar nocivos para el consumo humano. También este procesamiento alarga la vida útil del producto.
Leche UHT
Este tipo de leche es la más esterilizada que se puede conseguir en el mercado. El procesamiento de la misma tiene por objetivo eliminar absolutamente todos los microorganismos y bacterias que puedan estar presentes. Posteriormente, la leche es colocada en envases herméticos que previamente son completamente esterilizados.
Es importante e interesante conocer los diferentes procesos con los cuales es tratada la leche cruda. Cada uno de estos procesos está enfocado a las diferentes necesidades que se presentan a lo largo de la vida del ser humano.
En este análisis por edades, en los primeros años de vida lo ideal es consumir leche tratada mediante UHT. Posteriormente, el gusto y las indicaciones de los especialistas determinarán el tipo de leche más adecuada para cada persona.
El mercado está inundado con diferentes clases de lácteos, que a su vez vienen en diferentes presentaciones. Gracias a los diferentes procesos de tratamiento es posible determinar qué tipo de leche es el más adecuado de acuerdo a los requerimientos necesarios para cada miembro de la familia.