El búho real (Bubo bubo) es una de las aves rapaces más conocidas, gracias a su majestuosidad y abundancia, lo que le ha hecho muy popular en la práctica de la cetrería. Su nombre científico proviene de la Edad Media y representa el sonido que hace esta rapaz.
Características
Esta especie de búho posee un plumaje pardo y jaspeado, con distintos tonos de marrón, negro y blanco, aunque la composición depende de la subespecie. Cuenta con dos mechones de plumas a los lados de la cabeza, además de las típicas ‘orejas’ que poseen estos carismáticos animales, las cuales son más erizadas en los machos. Los ojos son lo más llamativo de este animal, pues son de un naranja muy intenso.
Su tamaño y peso varía mucho entre las diversas regiones en las que vive el búho real, pero puede llegar a los 1,7 metros de envergadura y más de cuatro kilos. Ello la convierte en el ave rapaz nocturna más grande del planeta.
Al igual que otras rapaces nocturnas, su vuelo es especialmente silencioso gracias a las combinaciones de bandas de plumas rígidas y flexibles. Además, su tacto es aterciopelado, lo que le permite ser un cazador muy preciso.
El búho real dispone de unas garras especialmente poderosas y, al igual que el resto de búhos y lechuzas, de un pico mucho más corto que sus congéneres diurnos. Ello no impide que sea especialmente fuerte para poder desgarrar a sus presas.
Su tamaño y peso varía mucho entre las diversas regiones en las que vive el búho real, pero puede llegar a los 1,7 metros de envergadura y más de cuatro kilos. Ello la convierte en el ave rapaz nocturna más grande del planeta.
Comportamiento
Son animales solitarios, que únicamente se juntan para la época del cortejo, cuando realizarán nidos en troncos o acantilados, donde pondrán de dos a seis huevos durante el invierno. En cuanto a sus hábitos de cazador, se considera que está en lo más alto de la cadena alimenticia, ya que no posee de depredadores, salvo el ser humano.
Y es que el búho real no solo caza roedores o conejos, pues también es capaz de capturar cervatillos o corderos de hasta 10 kilos. Es incluso capaz de hacerse con otros depredadores, como zorros, y a otras rapaces, como al busardo ratonero.
Normalmente, sus técnicas de caza se centran en la noche, amparado por sus agudos sentidos y su vuelo silencioso, lo que le permite sobrevolar espacios abiertos y caer sobre sus presas sin que su sombra se dibuje en el campo.
Son animales solitarios, que únicamente se juntan para la época del cortejo, cuando realizarán nidos en troncos o acantilados, donde pondrán de dos a seis huevos durante el invierno.
Hábitat
Esta especie se puede encontrar en hábitats muy diversos. Vive en lugares tan dispares como regiones desérticas de África y Asia, o la tundra del norte de Europa; existen hasta 20 subespecies de diferentes tamaños y plumajes, aunque son todas muy parecidas.
De hecho, algunas han sido recientemente separadas en otras especies gracias al análisis de ADN, como es el caso del búho bengalí o el búho del Sáhara, por ejemplo.
Además, es un animal muy adaptable y poco exigente; en España suele vivir en zonas de montaña, con abundantes roquedos y tajos fluviales, o en barrancos rocosos. Su presencia en bosques densos es menos frecuente, aunque su distribución depende de las poblaciones de conejos.
Lo cierto es que antes era mucho más abundante, y en los últimos 60 años ha sufrido un gran retroceso debido a la caza indiscriminada y las intoxicaciones, especialmente en Europa.
Pese a ello, sigue contando con buena salud en sus poblaciones y, de hecho, se está recuperando en los últimos años. Resulta que han mejorado las medidas de protección de todas las rapaces, especialmente en la restricción del uso del plomo, el DDT y otros tóxicos que las han afectado mucho.