En esta etapa tan bonita en la vida de una mujer, y de su familia, los animales también están invitados a participar. Los animales domésticos son muy intuitivos y cuidarán a la futura madre y a su bebé en todo momento. En este artículo hablaremos sobre las mascotas durante el embarazo… ¡No descuides a tu mejor amigo en estos meses!
Las mascotas perciben el embarazo
Si tienes un perro o gato en casa seguro que te habrás dado cuenta de que actúan distinto desde que estás embarazada… ¡Incluso desde antes de que lo sepas! Tal vez no te hayas percatado ese detalle, pero tu mascota supo de que en tu interior se estaba desarrollando una nueva vida desde el principio.
Las mascotas tienen una especie de ‘poder intuitivo’ muy grande, que los adelanta a ciertos eventos; por ejemplo, actúan de manera extraña antes de una tormenta, de un terremoto o de un huracán. Lo mismo sucede con algunas enfermedades como el cáncer, el ataque cardíaco o un pico diabético.
Ese sexto sentido en los animales también les permite saber que su dueña, o alguien del sexo femenino, se encuentra en la dulce espera. Si bien no existe ninguna prueba científica que lo demuestre o que lo explique, lo cierto es que tanto perros como gatos perciben los embarazos, debido a que en esa etapa la mujer produce más feromonas y ellos pueden olerlas.
Pueden demostrarlo de muchas formas, como por ejemplo volviéndose más ‘pegajosos’ o protectores, queriendo llamar la atención o apoyando su cara en el vientre de la futura mamá. Cabe señalar que en algunos casos los cambios en el comportamiento son imperceptibles y en otros muy notorios.
Cómo actúan las mascotas durante el embarazo: perros
Por supuesto que no todos los animales son iguales, así que cada uno podrá actuar de manera diferente ante el embarazo. El comportamiento de tu mascota dependerá mucho de su personalidad, de su educación y de sus hábitos.
Los perros pueden permanecer horas al lado de la mujer embarazada. De hecho, pueden acompañarla a donde sea que vaya en la casa o jardín, dormir muy cerca de la cama o situarse en alerta cuando la dueña se está bañando.
Incluso, es muy destacable que esa protección sin descanso es tal que se puede convertir en ladridos, gruñidos e intentos de ataque hacia cualquier persona que quiera acercarse a la embarazada.
Cuando el vientre comienza a crecer, el can lo olfateará e intentará sentarse sobre él. No te preocupes, ya que esa es su manera de demostrar que protege al bebé que crece en su interior.
Por el contrario, algunos perros pueden volverse más ariscos, distantes y poco sociables. En este caso la ansiedad y el estrés no tardan en aparecer y, con ellos, algunos comportamientos nocivos para el animal: lamerse o rascarse hasta hacerse daño, dejar de comer o beber, morder a otros animales o personas, etc.
Cómo actúan las mascotas durante el embarazo: gatos
Existe la creencia de que cuando una mujer está embarazada no puede acercarse a los felinos, debido a que estos pueden contagiarle una enfermedad llamada toxoplasmosis. Lo cierto es que solo un porcentaje muy bajo de gatos padece esta infección, y esta aparece cuando el animal no está vacunado o cuidado.
Si tienes un gato de mascota, no lo des en adopción ni lleves a otro hogar durante la gestación. Consulta con el veterinario y cumple con sus recomendaciones con respecto a su salud. Te recomendamos que no te encargues de limpiar el arenero ni estar en contacto con las heces del felino para evitar el contagio.
En relación al comportamiento gatuno durante el embarazo de su dueña, también depende de la personalidad del animal. En algunos casos tu minino se volverá algo distante, más independiente que de costumbre e incluso puede que intente escaparse o pase varios días fuera del hogar.
Sin embargo, también son muchos los felinos que aumentan su cariño y lealtad hacia la mujer que espera un bebé. Actúan de forma amistosa, piden más muestras de afecto, ronronean a cada rato y apoyan sus patitas sobre el vientre.
Algunos siguen a su dueña de aquí para allá, lamen o ‘amasan’ la barriga como demostración de afecto. También pueden erizar la piel cuando una persona u otra mascota intenta acercarse a la mamá.