Los perros pandas, ¿una nueva raza, o arte moderno? Esa es la pregunta a la hora de indagar en la nueva tendencia que causa furor en el país asiático, China. Al parecer, el can pasó a ser, de un plato gastronómico muy solicitado en China, al “compañero fiel” que todos desean.
Origen de los perros pandas
Los perros pandas, o mejor conocidos como pandogs, son creación del Chino Hsin Ch’en. Este personaje es célebre por crear “nuevas razas” de canes, que se parecen a otros animales. Sin embargo, esta “creación”, no consiste en una mezcla sin más de razas hasta obtener el aspecto ideal. Se trata de aprovechar la multiplicidad de aspectos de las razas ya existentes, y aplicarles una serie de técnicas nuevas para transformar su aspecto.
Según esto, los perros pandas no son otra cosa que perros Chow Chow normales. A estos animales se les aplican técnicas para que se parezcan a los osos pandas. Según las declaraciones del creador, estas técnicas no son abrasivas para la salud de los canes.
Características
Entre los rasgos que se pueden observar en los perros pandas, está la tonalidad distintiva de los pandas en el pelaje y su distribución. Es decir, tienen el peaje blanco, con manchas negras en los ojos y en las piernas. También tienen un cinturón negro justo en el estómago.
La tendencia se ha marcado mucho en China. La tienda Chengdu, de Hsin Ch’en, ya no da abasto para la demanda que tienen estos pequeños perros pandas. Tal vez hay una sencilla razón de que este método se haya vuelto tendencia. El panda, culturalmente en China, tiene un gran valor, desde tiempos remotos, como un animal sagrado y admirado.
Sin embargo, no solo en la tienda de Hsin Ch’en se pueden encontrar este tipo de perros. De hecho, ya están disponibles en otras tiendas del país y del mundo. La técnica se ha esparcido entre los vendedores de canes, para poder cubrir la gran demanda que tienen actualmente los perros panda en el mercado.
El resto del mundo
En otros países del mundo también se extiende la moda del pandog. Entre otras cosas, y por la ternura que trasmiten y la novedad de tener un perro parecido a los amados pandas. Todo el mundo parece querer comprar a su pequeño osito.
El parecido de los pandas es tan real, que el circo Orfel, en Italia, fue clausurado después de una denuncia que explicaba que estaban engañando a sus espectadores. Los pandas que mostraban no eran tal cosa, sino perros pandas.
Al descubrirse la realidad, que los perros pandas no eran otra cosa que canes simples con el pelaje teñido, se empezaron a recibir demandas de protección animal contra el circo. Tras una extensa investigación, se descubrió que los perros pandas habían sido comprados en Hungría. De hecho, no recibían daños colaterales por la pigmentación de su pelaje.
La comunidad protectora de animales no pudo lograr su objetivo, ya que el único daño que poseían los perros circenses, eran provocados por la exposición a las luces.
Sin embargo, a pesar que los químicos utilizados no afecten directamente a pelaje del perro, la comunidad de protección animal sigue vigilante. Continúa la inconformidad por los cambios estéticos ocasionados.
Mantenimiento
La belleza de los perros pandas, va de la mano de los altos costes. Primero, cuando se adquiere el animal, ya que la técnica cosmetológica es muy difícil y lleva largas horas de trabajo. En una segunda fase, porque al tratarse de pintura, el efecto necesita mantenimiento o se perderá.
El proceso de tintura se debe aplicar cada 6 meses, aproximadamente, durante el resto de la vida del perro. Una de las críticas que se hacen al proceso, es que no se saben cuáles pueden ser los efectos de la técnica a través de los años.
Es curioso que un perro como el Chow Chow, que en sus orígenes era considerado comida, hoy en día sea una de las mascotas más solicitadas en el país y el mundo.
Hay que recordar que tanta era su aparición en los festines y platos culinarios, que su mismo nombre “Chow”, significa en Chino vulgar, “alimento”.
Son animales extravagantes e interesantes por su apariencia modificada. Pero exponer estos perros a este tipo de procedimientos de belleza no parece ser lo más ético ni correcto.