La nariz seca de los perros, adultos o cachorros, suele ser reflejo del estado de salud del animal. Lo normal es que ésta se encuentre húmeda la mayor parte del tiempo. Sin embargo, pueden ser frecuentes los episodios secos o de cambios en la pigmentación. Todo ello dependiendo de algunos factores externos (el clima, la mayoría de las veces) o hasta predisposiciones genéticas.
Las causas de la nariz seca
Aunque muchas personas entran en estado de alerta máxima ante cualquier cambio que se presente en la nariz del animal, no todos los casos implican alguna enfermedad grave que requiera salir de emergencia al veterinario.
Entre los factores que pueden generar episodios de resequedad o de cambios en la pigmentación, podemos mencionar los siguientes:
- El clima: las estaciones extremas (verano o invierno), suelen ser las que provocan mayores cambios, no solo en los perros, en todos los seres vivos. Cuando los perros están en espacios abiertos con bajas temperaturas o expuestos a los rayos del sol, pueden presentarse episodios de baja hidratación en el hocico y hasta cambios en la pigmentación.
Algunas razas como el Golden Retriever, el Labrador, el Samoyedo o el Husky Siberiabno, presentan cambios regulares en el color de su nariz de acuerdo a la época del año. Mientras, otras razas como Pitbull, el Pastor Australiano o el Collie presentan despigmentación genética.
- Quemaduras solares: el exceso de sol es tan dañino para los perros como para los humanos. Los propietarios de canes deben tener especial cuidado en que su mascota no abuse de los baños de sol.
- Después de pasar tiempo echados ante un radiador o una chimenea: en el invierno, el perro busca estar cerca de una fuente de calor.
- Poca ventilación: si el animal suele estar en una estancia con corrientes de aire reducidas, pueden también presentarse episodios de resequedad del hocico.
Medidas a tomar
Lo primero es una consulta al profesional veterinario. Pero pueden tomarse algunas medidas puntuales pueden evitar lesiones en la nariz o evitar que el episodio puntual derive en otra cosa más complicada. Es el caso de la Hiperqueratosis Nasal, o lo que es lo mismo, un incremento en el espesor de la piel.
- Regular la duración de los baños de sol: esta es una actividad que muchos canes disfrutan. Pero los dueños debemos dosificar.
- Utilizar protectores solares: existen productos diseñados especialmente para proteger la nariz de los perros de las inclemencias del sol. Hay quienes incluso apelan a productos destinados a humanos. Esto no es lo ideal, siempre hay que usar productos diseñados para los canes. En todo caso, deben ser cremas libres de óxido de zinc.
- Vaselina: este ungüento es bastante útil para aliviar las grietas que pueden generarse por la falta de hidratación. Al igual que los protectores solares, debe aplicarse en cantidades muy bajas, ya que el animal empezará a lamer su nariz para retirar el agente extraño y la idea no es aliviarle la molestia nasal a cambio de una indigestión.
- Asegurarse de que tome agua: esta es la mejor manera de hidratar al animal. Si el agua está fría, aún mejor.
- Lavar la nariz con jabón y agua fresca: se trata de una práctica que puede resultar de mucho alivio para los caninos. Importante: el producto a utilizar debe ser Jabón Neutro o Suave exclusivo para animales. Bajo ninguna circunstancia deben emplearse detergentes de uso humano.
Alerta Roja
Hay momentos en que la sintomatología en la nariz sí requiere atención prioritaria, ya que la vida del animal puede estar en verdadero peligro.
Estas señales son:
- Cuando la resequedad deja de ser ocasional y pasa a permanente. Los especialistas indican que más de dos días con nariz seca y agrietada es una emergencia veterinaria.
- Sangrado: ya sea de orden interno o externo, debido a las heridas nacidas en las grietas o por la aparición de llagas.
- Excesiva secreción, sobre todo si ésta se torna amarillenta o verde.
- Abultamiento o inflamación visible y palpable.
- Picazón. En casos extremos los perros pueden llegar a frotar con violencia su nariz contra el suelo o paredes.
- Si la resequedad viene acompañada de otros factores como tos, estornudos, vómito o diarrea; así como desgana y poco apetito.
En estos casos, ¿qué está detrás de la nariz seca?
Desde quemaduras extremas, una debilitación del sistema inmune, la enfermedad de Moquillo o bien patologías dermatológicas como el cáncer de piel. Todos estos casos exigen una atención veterinaria lo antes posible.