Muchos estudios se enfocan en los cuidados especiales de las mascotas, en su alimentación, su comportamiento, entre muchos otros. Sin embargo, por prestarle mayor atención a las cosas grandes, descuidamos los pequeños detalles. Si bien las mascotas se convierten en familia, debemos prestar atención a sus necesidades particulares.
Hay mucho que desconocemos sobre la manera de suministrar los cuidados específicos que necesitan nuestras mascotas, y en este punto, entran en juego los accesorios, utensilios y objetos que debemos comprar para su alimentación.
A continuación, te damos 5 razones por las que debes usar plato de metal al servir alimento a tu mascota.
¿Un plato de metal? Cuida el material de su plato
Frente a lo que concierne a objetos para nuestra mascota, encontramos en el mercado una gran variedad, de hecho, todo lo que esté relacionado con el cuidado o entretenimiento de animales y más aún de perros y gatos, corresponde a uno de los modelos de negocio que más ventas genera por internet. Ahora, cuando se trata de platos para alimentarlo, dentro de toda la gama, sobresalen 3 materiales: plástico, cerámica y acero inoxidable (metal), el plato de metal.
Su bienestar a corto, mediano y largo plazo es importante. Por ello, asegúrate de revisar las mejores opciones siempre, pues de ello puede depender su salud.
Desafortunadamente, solemos basar nuestro criterio a la hora de seleccionar esta clase de objetos, por nuestro gusto personal o presupuesto, nos dejamos guiar por cosas como el color, el diseño y la forma, y dejamos muchas veces de lado la funcionalidad o los riesgos potenciales que pueden generar en nuestras mascotas. El ejemplo más común es la compra de collares con cascabeles para gatos.
Razones para comprar un plato de metal para tu mascota
De acuerdo a la recomendación de veterinarios y especialistas, se sugiere la compra de platos de acero inoxidable, pero estos, debido a su presentación estándar, son de los que menos adquieren los cuidadores de mascotas. Así que te dejamos cinco razones de mucho peso para que consideres la compra de este utensilio:
1. Son más higiénicos
Los platos metálicos son más higiénicos que los elaborados con otros materiales, porque son más fáciles de limpiar, además de ser más resistentes. Por ello, difícilmente se le harán rayones o roturas que permitan la acumulación de residuos de alimentos y humedad, y que sean focos para la proliferación de bacterias. Lo que nos lleva al siguiente punto.
2. Evitan la proliferación de hongos
Debido a su composición molecular, el acero inoxidable es un material no poroso. De esta forma, no permite la acumulación de residuos y evita la proliferación de hongos o bacterias. Recordemos que algunas de ellas pueden llegar a ser sumamente dañinas para el organismo de nuestra mascota.
3. No desprende sustancias
Una de las particularidades del acero inoxidable frente a otros materiales, incluyendo otros metales, es que este no desprende sustancias tóxicas. Alguna clase de plásticos o barnices de cerámica, con el tiempo desprenden componentes que pueden resultar dañinos para la salud de tu pequeño amigo.
4. Es un material resistente
El acero inoxidable puede ser muy resistente, soportando golpes producidos por caídas sin romperse, además algunos son bastante pesados, por lo que no es posible para la mascota arrastrarlos por la casa o llevárselos en el hocico. Así, podrás invertir en un plato que se mantenga en buenas condiciones a largo plazo.
5. Es antialérgico
Esta clase de acero tiene la propiedad de ser antialérgico, es por eso que resulta un material óptimo para la creación de productos de bisutería. Debido a que los animales también desarrollan alergias a ciertos materiales. Esta será una buena manera de evitar problemas en la piel como dermatitis, irritaciones en los ojos y en el tracto digestivo o en la piel.
Consejos adicionales
Ahora que hemos visto por qué un plato de metal es la mejor opción para la alimentación tu perro o gato, revisemos algunas recomendaciones adicionales sobre las características que este debe tener:
- Un plato acorde al tamaño del hocico y el tamaño de tu mascota. Por ejemplo, si tienes un perro o gato con trompa pronunciada, con un tamaño que varía entre medio y grande, es mejor un plato hondo, pues cabrá mayor alimento y podrá acceder fácilmente. Sin embargo, si tu mascota tiene el hocico corto, como en el caso de los bóxer o los bulldog, lo mejor será que busques un plato ancho con poca profundidad, así evitarás que se manche toda la cara de comida o que la broncoaspire.
- Mejor los platos pesados. Con esto evitarás que tu mascota empiece a empujarlo cuando está comiendo o que lo tome en su hocico y juegue con él, deteriorándolo y reduciendo su tiempo de vida útil.
- Lávalos con frecuencia. En especial, si tienes más de una mascota que coma del plato de metal, es crucial que los laves al menos cada dos días. Si bien es difícil que acumulen bacterias por el material, es necesario mantener una correcta higiene de ellos.
- Procura un fácil acceso al plato. La ubicación del plato para su correcta alimentación es muy importante. Asegúrate que esté en una zona de fácil acceso para él, de manera que pueda acercarse siempre que quiera comer o beber. También es fundamental que permanezca en una zona tranquila en la que no haya interrupciones o lo incomode, por lo que debemos evitar ubicar los platos en zonas comunes.
Aunque si bien los platos de plástico y cerámica funcionan bien, si lo que quieres es cuidar la salud de tu mascota desde el primer momento y protegerlo de posibles enfermedades a largo plazo, el plato de metal debe ser tu primera opción. Si tienes la oportunidad, cómpralo para tu compañero peludo.
¡Te lo agradecerá!