Mutualismo: 15 ejemplos de especies que se benefician al unirse

Aves, mamíferos, insectos y reptiles son algunos de los animales que practican el mutualismo: una relación de beneficio mutuo. ¡Aprendamos sobre ella con 15 ejemplos!

Ejemplos de mutualismo.

Aunque existen organismos solitarios y con pocas interacciones con otros, lo cierto es que ninguno puede vivir aislado por completo. Algunos se llevan el premio de la dependencia y establecen conexiones imprescindibles para la supervivencia. Entre estas relaciones tenemos diferentes ejemplos de mutualismo: un vínculo del que los socios han aprendido a sacar provecho.

Si tienes curiosidad por comprender este tipo de interacciones entre los seres vivos, te lo explicamos mediante 15 ejemplos interesantes. Veamos primero su definición y tipos, antes de entrar en el recorrido por las especies que practican esta clase de relación.

¿Qué es el mutualismo y cuáles son sus tipos?

El mutualismo es un tipo de interacción entre individuos de diferentes especies (interespecífica), en la que, como su nombre lo indica, se obtiene un beneficio mutuo —relación doble positiva— y equivale a un «intercambio» de recursos que uno tiene y el otro no. Existen dos tipos que te explicamos a continuación:

  • Mutualismo facultativo: se refiere a la interacción no imprescindible, en la que los involucrados pueden cortar la alianza en algún momento de su vida, sin afectar la supervivencia e, incluso, establecer estos vínculos con otras especies.
  • Mutualismo obligatorio: tiene una relación más estable, duradera y primordial para la vida de los socios.

Por otro lado, la relación mutualista también se puede clasificar sobre la base del beneficio que se intercambia entre los socios: 

  • Defensivo: cuando implica refugio o defensa.
  • Trófico: si otorga alimentos o cualquier nutriente.
  • Dispersivo: cuando amerita dispersar polen o semillas, en el caso de las plantas.

15 ejemplos de mutualismo

En la naturaleza, tenemos abundantes ejemplos de mutualismo, con seres vivos de diferentes tamaños, comportamientos y grupos taxonómicos. Veamos 15 modelos en el siguiente listado:

1. Coral y alga

En biología, uno de los ejemplos de mutualismo más conocidos es el vínculo de beneficio mutuo que establecen los arrecifes de coral y las algas unicelulares llamadas zooxanthelas (Symbiodinium). De esta interacción, los corales obtienen alimento para su desarrollo, ya que las algas producen compuestos fotosintéticos que pueden asimilar. Estos componentes son los que brindan los colores a los arrecifes.

Asimismo, estos cnidarios les proporcionan a las algas otros nutrientes necesarios para su metabolismo, como el nitrógeno y el fósforo. Esta relación es bastante antigua, porque data de hace 240 millones de años.

Esta simbiosis mutualista es crucial para la vida del coral. De hecho, cuando se produce el fenómeno conocido como «blanqueamiento» en el que las zooxanthelas abandonan al cnidario, este pierde su color debido, ya que no tiene los pigmentos de las algas.

2. Pez payaso y anémona: unos de los ejemplos de mutualismo bajo el mar

El pez payaso y las anémonas es uno de los ejemplos de mutualismo más emblemáticos.
La anémona le brinda protección al pez payaso, mientras este elimina los parásitos de su cuerpo. Crédito: wrangel/iStockphoto.

Este caso es una interacción en la que los socios obtienen un servicio de gran utilidad para la vida de cada uno. Las anémonas de mar son animales que producen unas sustancias tóxicas a las que los peces payaso (familia Pomancetridae, subfamilia Amphiprioninae) son inmunes.

Las anémonas de mar son invertebrados cnidarios, al igual que los corales y las medusas.

Los peces payasos emplean a estos cnidarios como refugio, fuente de alimento y protección frente a los depredadores, al resguardarse entre sus tentáculos. Por su parte, las anémonas se benefician de la compañía, porque eliminan los parásitos presentes en su cuerpo. Un ejemplo típico de una interacción en la que los protagonistas obtienen un servicio de su socio.

3. Protozoo y termita

Otro ejemplo de mutualismo obligatorio es el que se da entre unos microorganismos unicelulares que habitan dentro de las termitas y que las ayudan a digerir la madera que consumen. A cambio, estas les ofrecen un hogar y alimento, por lo que, en condiciones naturales, sería imposible la supervivencia de estos organismos aislados uno del otro.

Una especie de termita que practica esta relación es Reticulitermes flavipes.

4. Bovino y bacteria del rumen

Un ejemplo similar al caso anterior ocurre entre los rumiantes, como el ganado bovino y las bacterias del rumen, que le permiten digerir la celulosa y otros compuestos vegetales consumidos. Sin esta interacción, sería imposible que lograran asimilar los nutrientes de las plantas que forman parte de su dieta.

5. Mero isleño y camarón

El camarón Lysmata grabhami (Lysmatidae) realiza grandes faenas en el océano al encargarse de la limpieza de diversos tipos de peces. Se estima que existen 49 especies agrupadas en 15 familias taxonómicas a las que el crustáceo presta sus servicios. Entre ellas tenemos las siguientes:

  • Muraenidae (morenas).
  • Holocentridae (candiles).
  • Pomacentridae (peces damisela y payaso).

Uno de los afortunados del servicio que brinda el camarón es el mero isleño, abade o Mycteroperca fusca (Serranidae). Se trata de un pez óseo de las islas Canarias y el océano Atlántico oriental. ¿Cómo se beneficia el camarón? Obtiene alimento, ya que su dieta incluye parásitos y tejidos muertos.

6. Hormiga cortadora de hojas y hongo

Las especies de hormigas del neotrópico que pertenecen al género Atta, cultivan un hongo de la familia Agaricaceae para la nutrición de toda la colonia. La casta de granjeras son las encargadas de esta importante tarea, que ejecutan en cámaras especiales subterráneas.

El sustrato del cultivo está formado por trozos de hojas trituradas para que los micelios del hongo puedan penetrar en los tejidos vegetales, nutrirse y desarrollarse.

Asimismo, la casta de granjeras se encarga de podar el hongo cuando crece en exceso. De esta manera, la hormiga brinda las condiciones adecuadas para el desarrollo del hongo y este sirve como alimento a toda la colonia.

En la actualidad, se sabe que existe otro integrante en esta relación mutualista. Se trata de una bacteria del género Streptomyces que ayuda a que no se desarrollen otros microorganismos parásitos en el cultivo, por medio de la producción de compuestos con propiedades antibióticas. Esta es una muestra de la complejidad de las interacciones de los seres vivos.

7. Acacia y hormiga

La relación entre la hormiga y la acacia es uno de los ejemplos de mutualismo en la naturaleza.
La hormiga se alimenta del néctar de la acacia. A cambio, este insecto le brinda proteción a la planta. Crédito: Alex Wild.

Muchas especies de plantas emplean estrategias de defensa contra sus depredadores y parásitos. Algunas producen sustancias desagradables y otras usan mecanismos disuasivos, como la asociación con animales que ayudan a su protección. Este es el caso de la acacia y las hormigas del género Pseudomyrmex.

Esta planta atrae a las hormigas con sustancias ricas en azúcares que le sirven de alimento.

También desarrolla excrecencias para las larvas y las crías recién nacidas. De esta forma, brinda los nutrientes necesarios para el desarrollo de la colonia, mientras sus anfitriones los protegen de sus enemigos.

8. Plantas barberia y hormiga

Similar al ejemplo anterior de mutualismo, pero esta vez sin aporte de alimento, tenemos la relación entre plantas del género Barberia y las hormigas Pachysima aethiops. Estos vegetales brindan un refugio adecuado ante la lluvia y humedad del ambiente, ya que presentan tallos huecos en los que pueden construir sus nidos y vivir.

Por su parte, las hormigas ofrecen defensa. Así, ante cualquier enemigo, reaccionan a mordiscos y esparcen su ácido fórmico. Esta interacción mutualista es eficiente frente al ataque de animales, como insectos y hasta con grandes mamíferos herbívoros.

9. Colibrí y muérdago

En una parte del bosque templado de la Patagonia habita una especie de colibrí austral o picaflor (Sephanoides sephanoides), que establece una relación mutualista con la planta del muérdago. El néctar que producen las flores del muérdago representa una fuente de alimento para esta ave, incluso, es el único nutriente disponible durante la temporada de invierno.

Por su parte, el colibrí brinda su aporte a través de la polinización, así permite la generación de poblaciones de plantas en este ambiente. Hay muchos otros ejemplos de este tipo de interacciones. De hecho, se estima que el 87,5 % de las angiospermas existentes son polinizadas por los siguientes animales:

  • Aves
  • Insectos
  • Murciélagos

10. Monito del monte y muérdago

Aquí detallamos a la misma especie de planta del modelo anterior, el muérdago, pero cambia a otro protagonista: un marsupial llamado monito del monte (Dromiciops gliroides). Este mamífero mantiene una dieta principalmente insectívora, pero, durante el invierno, consume grandes cantidades de frutos carnosos, como los del muérdago.

Con ello, el marsupial aporta el servicio de dispersión de semillas y así contribuye con la persistencia de la planta. Esta relación es imprescindible para el muérdago, ya que el mamífero representa al único animal que realiza esta tarea.

11. Nenúfar e insecto

Plantas acuáticas de agua dulce de la familia de las ninfáceas (Nymphaceae) producen flores aéreas que son polinizadas por diferentes insectos. Estos invertebrados les ayudan a efectuar el intercambio genético entre las diversas poblaciones que se encuentran alejadas y separadas por el agua.

Uno de los ejemplos de mutualismo de este tipo ocurre entre escarabajos que polinizan los nenúfares gigantes de la Amazonia (Victoria amazonica).

12. Orquídea y polilla: uno de los ejemplos de mutualismo entre animales y plantas

Polilla liba a la orquídea Xantophan morganipredicta.
La polilla Xantophan morganipredicta liba el néctar de la orquídea de Madagascar. Crédito: Minden Pictures/Superstock.

En este caso, tenemos de protagonista a una orquídea de Madagascar con unos pétalos largos: la Angraecum sesquipedale. Como es de esperar, necesita un polinizador con una morfología que se acople a la de esta especie.

Así, el animal que puede llevar a cabo este trabajo de polinización es la polilla Xantophan morganipredicta, que tiene una trompa también larga, de alrededor de 40 centímetros de longitud.

13. Gecko y planta

Continuamos con los ejemplos de mutualismo entre una planta y un animal. Se trata de la relación entre el gecko diurno de cola azul (Phelsuma cepediana) y el arbusto trepador Roussea simplex, en «peligro crítico» de extinción. Ambos son endémicos de la isla Mauricio.

A pesar de ser un reptil, el gecko corresponde al único organismo que es capaz no solo de polinizar a la planta, sino también de dispersar sus semillas. Esto se conoce como «doble mutualismo».

14. Mariposa y hormiga

Aquí tenemos un ejemplo de interacción entre dos animales tipo insecto: las mariposas y las hormigas. Nos referimos en concreto a algunas especies de lepidópteros de la familia Lycaenidae, que son cuidadas y protegidas por hormigas.

Las hormigas atraen a las licénidas con las secreciones de larvas y pupas y le ofrecen a cambio protección frente a parasitoides y depredadores. Se estima que alrededor del 70 % de las especies de esta familia de lepidópteros mantienen alguna relación con hormigas. Sin embargo, no todas son de tipo mutualista, ya que también se encuentra presente el parasitismo.

15. Pez piloto y tiburón

Peces piloto junto a un tiburón.
El tiburón recibe los servicios de limpieza del pez piloto, mientras este se alimenta de su piel y cuenta con su protección. Crédito: atese/iStockphoto.

Por último, tenemos otro modelo popular dentro de los ejemplos de mutualismo que no podía quedar por fuera en nuestra lista, pero esta vez se trata de dos animales. En específico, dos peces: el piloto (Naucrates ductor) y el tiburón.

A pesar de que el piloto puede alcanzar hasta unos 60 centímetros de longitud, no tiene miedo del gran depredador. De hecho, le brinda un servicio de limpieza, mientras se alimenta de los parásitos de la piel del tiburón y los restos de comida. Asimismo, recibe protección de su cliente.

El mutualismo: una relación muy importante y antigua

Como hemos podido constatar con los ejemplos de mutualismo, se trata de una relación que se encuentra muy difundida en la naturaleza. Una interacción también muy antigua, que ha sido clave en la historia de la evolución, ya que se piensa que fue el punto de partida de eventos tan importantes como el origen de la célula eucariota.

Sacar provecho de una característica de otra especie, mediante el ofrecimiento de algo a cambio, promueve el crecimiento y desarrollo de los dos integrantes. Así, este tipo de relaciones son indispensables para la diversidad y el correcto funcionamiento de los ecosistemas. Por algo dicen que en la unión está la fuerza.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

Scroll al inicio