¿Qué ocurre si una perra nunca se cruza?

Existen muchos mitos y leyendas relacionados con nuestras mascotas. Casi siempre se trata solo de eso, cuentos de camino, que no son objetivos, ni tienen nada que ver con lo que sucede en realidad. Una de las frases más escuchadas es que si una perra nunca se cruza es malo, puesto que se vuelve agresiva o desarrolla alguna patología; pero, ¿qué de cierto hay en esto?

La aparición del cáncer es una de las mayores preocupaciones para los tutores. Por ello, en este artículo te aclaramos todas las dudas relacionadas con lo que pasa si una perra nunca se cruza o aparea. Asimismo, los riesgos de un cruce, la edad en la que puede realizarse y otros detalles sobre la esterilización en el can. Comenzamos.

El cruce de los perros

Antes que nada hay que aclarar que el proceso de cruce es bastante complejo y delicado, por lo que hay que estar seguros de lo que queremos lograr. Hay que evaluar los beneficios y consecuencias de reproducir a nuestras mascotas, en este caso, los perros.

Lo más importante es asegurar la salud y el bienestar de los animales, tanto de los padres, como de las crías.

El proceso de gestación y parto siempre trae algún riesgo asociado con ciertas complicaciones que puedan presentarse, al igual que con infecciones, incapacidad de parir, la muerte de un feto dentro del útero, o incluso desgaste físico. Además, durante el apareamiento, se pueden transmitir ciertas enfermedades sexuales, como la brucelosis, el herpesvirus o el tumor venéreo transmisible, entre otras.

De esta manera, el cruzar a una perra es una decisión que no puede tomarse a la ligera. Hay que evaluar con detenimiento si estamos dispuestos a asumir la responsabilidad de hacerlo y sus implicaciones.

Además del riesgo que conlleva para la madre y los cachorros, es un proceso que genera gastos extras, tiempo y dedicación. También, es importante garantizar todas las condiciones para las crías. Esto con el fin de que no terminen en la calle o refugios.

¿A qué edad es recomendable cruzar a una perra?

Por lo general, las perras alcanzan la madurez sexual antes de que cumplan 1 año de edad, alrededor de los 8 a 12 meses. Aun así, estos valores pueden variar de acuerdo a diferentes factores como la raza y el tamaño, por mencionar algunos.

Sin embargo, a pesar de que estos animales pueden estar listos para reproducirse desde temprana edad, es mejor esperar para la primera cruzada. Lo ideal es hacerlo después de que las perras pasen por el tercer celo, para que sus cuerpos se encuentren lo suficientemente fortalecidos y preparados para el proceso de gestación y parto.

¿Qué pasa si una perra nunca se cruza?

Como hemos visto, el cruce de una perra también trae una serie de aspectos negativos que hay que tener presentes a la hora de tomar cualquier decisión sobre la reproducción de nuestra mascota.

Por un lado, la gestación y el parto generan desgaste físico en el animal. Por otro, siempre están latentes los riesgos de complicaciones en embarazo, el parto o durante la cría de los cachorros.

Además, en la página de la Revista Global de la Universidad Nacional Autónoma de México se menciona que «las mascotas no sienten la necesidad de tener descendencia», por lo que no serán más infelices por ello. Desde el punto de vista médico, es mejor esterilizarlas. Esto se debe a la reducción de las probabilidades de tumores mamarios (ya sean malignos o benignos).

Otro punto que es importante aclarar es que no todos los animales deben cruzarse. Existen algunos que, por su genética, no son aptos para tener crías, bien por sus características físicas, defectos congénitos o hasta por el carácter. Recordemos que hay muchos rasgos que pueden heredarse y transmitirse de una generación a otra, incluso la agresividad.

Aunque la herencia no establece en su totalidad cómo va a ser cada cría, puesto que también tiene influencia el ambiente, siempre es mejor cruzar ejemplares saludables y con buenas condiciones físicas. Si este no es el caso, hay que desistir de la idea de apareamiento de nuestra mascota.

Además, si una perra nunca se cruza, esta decisión no tendrá implicaciones en su salud (ni emocional, ni física), como lo afirma un experto del portal de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. De esta manera, no tiene por qué ser un acto obligatorio.

¿Tengo que esperar a que mi perra tenga crías para esterilizarla?

Tal como lo menciona The Kennel Club, hasta ahora no se conocen los beneficios de que una perra dé a luz una camada antes de esterilizarla. Además, como hemos mencionado, el proceso de gestación y el parto puede implicar algún riesgo para el animal.

También, la cría de los cachorritos genera gastos, tiempo y paciencia para los tutores.

Por otro lado, la esterilización temprana, antes del primer celo, puede reducir —con mejores probabilidades— el riesgo de desarrollar cáncer de mama, de útero o de ovarios. Así lo detalla la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Gobierno de la Ciudad de México. De igual forma, elimina la posibilidad de un embarazo no deseado en nuestra mascota.

Sin embargo, el tema de la esterilización temprana es controversial, ya que algunos expertos pueden optar por esperar la primera temporada de celo. Al hacerlo, se busca que las hormonas contribuyan a la maduración de los ovarios y reducir el riesgo de otras afecciones que puedan presentarse más adelante.

Ante este panorama de incertidumbre, la British Veterinary Association establece que no hay suficiente evidencia científica sobre la esterilización temprana en el can. La recomendación es que tu veterinario de confianza te sirva de guía y te ayude a establecer lo mejor para tu mascota, para garantizar su salud ante todo.

Tomar una decisión informada

En consecuencia, no pasa nada si una perra nunca se cruza. Al contrario de lo que afirman los mitos, no va a cambiar su temperamento, ni será infeliz, ni padecerá cáncer o alguna otra enfermedad. Lo anterior, en contraposición con el cruce, parto y gestación; donde sí se pueden presentar complicaciones o riesgos.

De todas formas, tenemos que estar muy decididos de lo que queremos hacer con nuestra mascota y asegurar siempre su bienestar, de la mano de los consejos de un veterinario.