La catarina asiática es un pequeño invertebrado que se caracteriza por tener un cuerpo colorido y moteado. Aparte de que tiene una apariencia agradable, es considerada un buen controlador biológico de plagas en las plantas. Esta es una de las razones por las que su presencia se ha extendido por varias partes del mundo.
El nombre científico de esta especie es Harmonia axyridis. Pertenece a la familia Coccinellidae, un grupo de coleópteros a los que también se les llama mariquitas o vaquitas de San Antonio. Sigue leyendo este espacio y descubre más acerca de este pequeño y peculiar insecto.
Hábitat y distribución
Como su nombre hace referencia, la catarina asiática es nativa de la región oriental de Asia. Se le puede encontrar en China, Japón, Corea, Mongolia, Kazajistán y en algunas partes de Rusia. Sin embargo, se le ha introducido de manera intencional en el resto de mundo, por lo que en la actualidad es posible verla en América, Europa y África.
Esta especie vive en zonas con vegetación abundante, como bosques, praderas, planicies o montañas. Además, es capaz de adaptarse a hábitats diferentes siempre y cuando existan suficientes recursos para su desarrollo. Es así como puede vivir tanto en ambientes urbanos como rurales.
Características físicas de la catarina asiática
La catarina asiática pasa por tres fases o estados a lo largo de su vida. Esto significa que su cuerpo cambia (metamorfosis) conforme crece, de manera que no siempre se les encuentra con el típico aspecto colorido por el que es famosa. Cada fase se describe a continuación:
- Larva: presenta un cuerpo alargado, segmentado y agusanado que mide entre 2 y 10 milímetros de longitud. Exhibe una coloración negra con algunas manchas anaranjadas a los costados.
- Pupa: esta etapa es transitiva y consiste en la formación de una «cúpula» o «domo» alrededor de la larva, la cual protegerá su cuerpo mientras realiza la metamorfosis para convertirse en adulto.
- Adulto: mide entre 5 y 8 milímetros de largo. En este estadio su cuerpo es ovalado y su dorso luce colores rojos o anaranjados con manchas negras, mientras que su cabeza es blanca y tiene una mancha en forma de «M». También posee dos pares de alas: las primeras están atrofiadas y endurecidas (élitros), pero las segundas son funcionales y se pliegan en su cuerpo para protegerlas.
El tiempo que tarda una catarina en pasar desde su estado de larva hasta su fase adulta es de alrededor de 15 días. Aunque suena poco, la expectativa de vida de un ejemplar salvaje es de apenas 60 días, por lo que el proceso de desarrollo abarca una gran parte de esta.
Comportamiento
La catarina asiática es un insecto solitario que se desplaza mucho por su entorno en busca de comida. Es más activa durante el día, ya que en la noche baja la temperatura y esto es perjudicial para su metabolismo. De hecho, una de las pocas razones por las que se puede llegar a ver a varios ejemplares juntos, es porque se congregan para soportar el frío de las épocas invernales.
Alimentación de la catarina asiática
Al igual que otras catarinas, esta especie se caracteriza por alimentarse de otros insectos pequeños, como los áfidos (pulgones), los ácaros, las cochinillas y los tisanuros. No obstante, también consume de manera ocasional algunos restos de frutas, polen e incluso sus propios huevos (canibalismo).
La mayoría de las presas de esta especie son insectos que infestan plantas y causan problemas en los cultivos. Por ello, es normal que se utilice a la catarina como controlador biológico en diferentes países. El único problema es que se carece de reglamentaciones adecuadas para su introducción, así que en la actualidad es considerada como una especie invasora de riesgo.
Asimismo, la presencia de la catarina en los viñedos puede llegar a ser perjudicial para su producción, puesto que son capaces de contaminar el vino al caer por accidente en el líquido. En consecuencia, el producto presenta un sabor más amargo y un color diferente que no son agradables al paladar.
Reproducción
No existe una época específica de apareamiento para la catarina asiática. Una vez que llega a su etapa de adulto, se reproduce de manera continua hasta el final de su vida. Eso sí, la temperatura tiene cierto impacto sobre este proceso. Mientras el calor fomenta las actividades reproductivas, el frío las retrasa.
Para comenzar el apareamiento, las hembras secretan feromonas que atraen a los machos y eligen de entre todos ellos al de la coloración más brillante. Después de seleccionar a la pareja, proceden a copular para intentar fertilizar la mayor cantidad de huevos posible. En este punto finaliza el rol del macho, pues no exhibe cuidados parentales ni protege a la hembra.
Por otro lado, la hembra puede o no aparearse con otros machos para asegurar que todos sus huevos se fecunden (poligamia). Posterior a ello, pone alrededor de 25 huevos fertilizados sobre la vegetación y añade algunos huevos sin fertilizar que servirán como alimento para sus crías. Las primeras larvas nacerán alrededor de 3 días después y tendrán que valerse por sí mismos, ya que no contarán con la ayuda de sus padres.
La catarina asiática es un insecto interesante y peculiar que podría pasar desapercibida con facilidad, puesto que existen varias especies similares alrededor del mundo. Sin embargo, esto no quita que sea fundamental para la naturaleza al ser uno de los controladores biológicos más importantes en su hábitat. Esta es la razón por la que muchos entomólogos, agricultores y población en general le tienen alta estima.
Bibliografía
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