En las últimas décadas, mezclar razas para tratar de aglomerar las cualidades positivas de dos de ellas es una práctica común de muchos criadores. Es el caso del aussiedoodle, la mezcla entre pastor australiano y caniche, dotado en la actualidad con el triste título de raza de diseño.
Como muchos otros perros, independientemente de su raza o mezcla, muchos aussiedoodles acaban por ser recogidos en refugios y asociaciones. Por eso, si ha llegado a tu vida uno de estos canes, es posible que quieras conocer todas sus características para darle la vida que se merece. Vamos a verlo punto por punto.
Historia de la raza
A pesar de que las razas mixtas han existido desde que existen las propias razas, en ocasiones se han realizado estos cruces de manera artificial e intencionada para sacar partido de los puntos fuertes de cada progenitor. En el caso del aussiedoodle, se comenzaron a obtener en la década de los 90 en Norteamérica.
Por tanto, se trata de una raza joven, diseñada para ser mascota y para personas que tienen algo de alergia a los perros, ya que los caniches no sueltan casi nada. Además, su carácter sociable y su inteligencia les hizo populares en los hogares, extendiéndose por todo el mundo.
Características físicas del aussiedoodle
Al ser una raza tan nueva, su aspecto físico es muy heterogénea debido a la propia mezcla de razas. Mientras que los caniches son estilizados, de orejas caídas y pelo rizado, así como de tamaño variable, los pastores australianos suelen tener pelo largo y liso, pecho más ancho y altura estable.
Suele predominar el pelo rizado u ondulado, la cola esponjosa y los ojos de color miel. En cuanto al tamaño, oscila entre 25-50 centímetros de altura y 11-35 kilogramos de peso. La coloración es una mezcla de los colores de ambos progenitores, dando lugar a un gris de base con parches de colores pardos y blanco.
El aussiedoodle o caniche australiano (como también se le conoce) no es una raza reconocida por los organismos internacionales.
Temperamento general
La mezcla de caracteres y capacidades psicológicas es otra de las grandes razones por las que se ha realizado este cruce de manera artificial. Los aussiedoodles son perros enérgicos, sociables y muy simpáticos, por lo que no es de extrañar que tengan buena acogida en los hogares.
Su instinto pastor les convierte en grandes cuidadores, por lo que (con la adecuada educación por ambas partes) se llevan muy bien con los pequeños de la casa. En general, disfrutarán con la compañía de su familia y de salidas que impliquen ejercicio, juegos y aire libre.
Son animales muy inteligentes, capaces de aprender a gran velocidad y de comprender fácilmente las intenciones de sus tutores. Suelen desarrollar un gran apego por su cuidador principal, por lo que conviene orientar su educación a que sea independiente y no aparezcan problemas como la ansiedad por separación.
Salud del aussiedoodle
Al tratarse de una raza que proviene directamente de otras dos que son puras, arrastra ciertos problemas congénitos de las mismas. Los más importantes son los siguientes:
- Displasia de cadera: esta patología, más común en ejemplares grandes, consiste en una mala disposición de la articulación de la cadera, lo que supone dolor para el animal y problemas de movilidad.
- Afecciones oculares: las más comunes son las cataratas y la atrofia progresiva de retina. Mientras que la primera se puede operar en algunos casos, la segunda es degenerativa y solo queda dar un tratamiento paliativo.
- Hipersensibilidad a la ivermectina: esta sustancia se utiliza como desparasitante y, en ocasiones, el aussiedoodle puede desarrollar alergia a ella. También son sensibles a otros medicamentos, pero en menor medida.
- Problemas dentales: más frecuentes en ejemplares pequeños. La acumulación de sarro y la gingivitis resultante son los problemas que más visitas al veterinario requieren en estos perros.
Conocer a los padres de tu ejemplar será muy útil (o al menos tener conocimiento de su historial veterinario) para estar alerta ante los signos de estas dolencias y prevenirlas en la medida de lo posible. En cualquier caso, contar con el apoyo de un veterinario de confianza es necesario para cualquier can.
Cuidados específicos de esta raza
Posiblemente, el cuidado al que más tiempo tendrás que dedicar es al ejercicio y las salidas. Estos perros necesitan salidas diarias más allá de un plácido paseo: lo mejor para ellos es incluir juegos y retos físicos. La energía acumulada en estos canes puede traducirse fácilmente en un mal comportamiento, como romper objetos, o en ansiedad.
A estos perros les suele gustar el agua, así que las salidas a lugares donde se puedan bañar serán especialmente enriquecedoras.
Por otro lado, su pelo y sus orejas también requieren una atención especial. Como con cualquier perro de orejas caídas, el aussiedoodle necesita limpiezas frecuentes para evitar infecciones y otros problemas. El pelaje, cuanto más apretado y denso sea, más atención necesitará, pues tenderá a convertirse en rasta y a acumular suciedad.
En definitiva, si te decides por adoptar un aussiedoodle, recuerda que lo más importante es cuidar de su salud mental y prestar atención a la aparición de alguna de las enfermedades congénitas que tiende a padecer. Por lo demás, solo queda disfrutar de su maravillosa compañía.
Bibliografía
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