El tratamiento de la gingivitis en tu mascota

Cuando diagnostiquen gingivitis a tu perro, debes saber que es una enfermedad bucodental frecuente; en la práctica, no deja de ser un proceso inflamatorio que afectará de pleno en la vida diaria de tu mejor amigo

Gingivitis en mascotas

La gingivitis es una de las enfermedades bucodentales más comunes en los animales de compañía. Se trata de un proceso inflamatorio progresivo que afecta a las encías, y que puede expandirse hacia los tejidos óseos.

A continuación, hablaremos sobre los síntomas y el tratamiento de la gingivitis en tu mascota, y también sobre cómo es posible prevenirla.

¿Cómo se desarrolla la gingivitis en tu mascota?

Gran parte de las enfermedades bucodentales se desarrolla a partir de la formación de placas bacterianas, y la gingivitis no es la excepción. Por lo general, este proceso inflamatorio empieza cuando no se combate a tiempo el sarro en los dientes del animal. Pero veamos mejor cómo llega a ocurrir la gingivitis para entender sus síntomas y su tratamiento.

En la boca de los perros ya viven naturalmente algunas especies de bacterias. Cuando no cepillamos los dientes de nuestras mascotas, permitimos que se acumulen restos de comida entre sus dientes y encías. Estos residuos orgánicos sirven de alimento para las bacterias que ya viven en la boca del animal, lo que permite una rápida y excesiva proliferación.

De esta forma, se produce una sobrepoblación de bacterias en la boca del animal, lo que lleva a su aglomeración en forma de placas. Las placas bacterianas se adhieren a las piezas dentales y, al reaccionar con el esmalte y la saliva, forman el sarro.

Tras la adhesión del sarro al diente, las bacterias siguen proliferando y, si no son combatidas a tiempo, penetran en las encías. En este momento, se produce la inflamación de las encías conocida como gingivitis.

Gingivitis en perros: causas

Síntomas de la gingivitis en tu mascota

La gingivitis suele desarrollarse y avanzar de forma silenciosa. Sus primeros síntomas resultan difíciles de diagnosticar en las mascotas a simple vista. Por ello, es esencial revisar regularmente la boca de tu mascota para identificar cualquier alteración.

El primer signo evidente de la gingivitis suele ser la observación de una línea roja y fina en la unión entre los dientes y las encías. También es muy probable que las encías se vean enrojecidas y agrandadas de tamaño. En casos más avanzados, pueden producirse abscesos y sangrados.

No obstante, la gingivitis también puede conllevar una sintomatología más compleja, en especial cuando no es tratada adecuadamente. A continuación, repasamos otros síntomas comunes de la gingivitis en las mascotas:

  • Halitosis (mal aliento).
  • Dificultad para masticar.
  • Pérdida de apetito.
  • Salivación excesiva.
  • Intento de rascarse frecuentemente en la región de la boca.
  • Hiperplasia gingival (aumento excesivo del tamaño de las encías).
  • No dejarse tocar en la boca o reaccionar negativamente cuando alguien intenta hacerlo.
  • Alteraciones de comportamiento, generalmente asociadas al dolor producido por la inflamación.

Cuando la gingivitis no es tratada a tiempo, las bacterias seguirán avanzando y pueden penetrar en los tejidos musculares y óseos que dan sustentación a los dientes. Ello puede llevar a un cuadro clínico complejo llamado periodontitis o enfermedad periodontal, que puede producir la perdida de piezas dentales.

Gingivitis en perros: tratamiento

Tratamiento de la gingivitis en tu mascota

Al observar cualquier alteración en la boca de tu mascota, es esencial acudir a un centro veterinario. En él, el profesional podrá examinar la boca del animal y solicitar las pruebas necesarias para constatar su estado de salud y el avance de las bacterias en su organismo.

El tratamiento para la gingivitis en tu mascota dependerá fundamentalmente de la fase en que se encuentra la enfermedad. Como se trata de una enfermedad bacteriana, el uso de antibióticos suele ser indispensable.

En casos leves, se suelen aplicar antibióticos de forma tópica para aliviar el proceso inflamatorio y eliminar las bacterias. Ya en casos más avanzados, los antibióticos pueden ser administrados vía oral o intravenosa; se trata de controlar la proliferación de las bacterias en el organismo.

Adicionalmente, el veterinario también podrá recetar analgésicos para aliviar el dolor y, con ello, mejorar la calidad de vida del animal durante el tratamiento.

También puede ser realizada una posterior intervención quirúrgica para quitar el sarro de las piezas dentales; de esa forma, se evitará que se produzca un nuevo cuadro de gingivitis. Pero la viabilidad de este tratamiento dependerá del estado de salud del animal.

En caso de que las bacterias hayan logrado alcanzar los tejidos óseos, el veterinario deberá analizar si la estructura de los dientes ha sido perjudicada. Si se constata un deterioro avanzado, puede hacerse necesario extraer la pieza dental mediante una intervención quirúrgica.

Bibliografía

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