La visión no es un sentido único de los humanos, sino que también se presenta en otras especies. No obstante, los ojos de los demás animales son diferentes en mayor o menor medida, por lo que perciben el mundo de una forma distinta. Es más, algunos incluso ven colores que las personas ni siquiera se imaginan.
Los ojos proporcionan la capacidad de interpretar las señales lumínicas del ambiente. Contrario a lo que se podría pensar, los humanos solo son capaces de observar una pequeña parte del espectro electromagnético denominado espectro visible. Esto significa que existe una gran cantidad de información que el sentido de la vista ignora. Sigue leyendo este espacio y descubre cómo observan el mundo otros animales.
¿Qué es la luz?
Antes de profundizar en la visión de otros seres vivos, es necesario entender de qué se compone la luz y cómo es posible percibirla. Para empezar, la luz es en realidad un tipo de radiación electromagnética que viaja por el espacio en forma de ondas. El ojo humano solo detecta esta radiación cuando su longitud de onda oscila entre los 380 y 760 nanómetros, a lo cual se le denomina espectro visible.
En el momento que la luz toca un objeto, este absorbe gran parte de la radiación. Sin embargo, el resto de las ondas se reflejan y son las que llegan a los ojos para ser interpretadas como color. Cada tonalidad conocida en la actualidad tiene una longitud de onda específica, por lo que así el organismo distingue todos los colores.
¿Por qué los animales ven al mundo diferente?
A pesar de que cada color tiene una longitud de onda específica, es el ojo humano el que descifra la señal y establece qué coloración tiene un objeto concreto. Dicha interpretación proviene de los receptores (bastones y conos) y la fisiología interna de los órganos visuales.
Esto significa que todos los animales que compartan unos ojos con fisiología similar percibirán el mundo de la misma forma. Sin embargo, aquellos que tengan diferentes tipos de ojos o diferencias en la cantidad de receptores, tendrán una perspectiva diferente e incluso podrían ver colores nuevos e inimaginables.
El mundo a través de los ojos de otros animales
La mayoría de los animales no tienen una gran capacidad visual, pues los ojos que presentan no son capaces de percibir su ambiente por completo. No obstante, tienen ciertas particularidades únicas y bastante curiosas. Conoce cómo ven el mundo los siguientes animales.
1. Tiburones
La visión de los tiburones se encuentra muy bien adaptada a su ambiente y es capaz de ver bien el fondo marino. El único problema es que no distinguen bien los colores de su entorno. De hecho, según algunos investigadores, los escualos solo captan la iluminación y los colores verdes, lo que significa que poseen una visión monocromática.
Este tipo de visión es adecuada para los tiburones, pues dentro del agua es más importante detectar la iluminación que los colores. Sobre todo, cuando se encuentran cerca del fondo marino, en donde la luz del sol no alcanza a llegar con facilidad.
2. Serpientes
Los ojos de las serpientes son más complejos de lo que aparentan, pues algunos tienen la capacidad de filtrar la radiación excesiva para mejorar su enfoque. Además, ciertas especies captan el calor de sus presas gracias a las fosetas loreales. Esto les permite tener una imagen compuesta con señales térmicas (infrarrojas), las cuales forman parte del espectro electromagnético y son invisibles al ojo humano.
3. Peces
Aunque los peces tienen una excelente visión e inclusive detectan varios colores en su ambiente, no perciben bien la profundidad de su medio. Esto es debido a la forma en que se distribuyen sus ojos en el cráneo, pues cada uno suele mirar en diferentes direcciones e impide la vista estereoscópica.
4. Insectos
Contrario a lo que sucede con los vertebrados, los insectos han desarrollado su propia versión de ojos denominados omatidios. Estas estructuras son unas pequeñas lentes con baja sensibilidad a los estímulos lumínicos. Sin embargo, estos artrópodos no presentan solo uno, sino varios omatidios unidos en un gran ojo compuesto.
Cada lente u omatidio percibe solo una pequeña parte de la escena, casi como si fuera un pixel de las fotos digitales. Al juntarlos todo, se produce una imagen rudimentaria que podría abarcar los 360 grados, según la cantidad de omitidos que contenga la especie. Por si fuera poco, algunos organismos como las mariposas también captan la radiación ultravioleta, una parte del espectro electromagnético invisible al ojo humano.
5. Búhos
Las aves nocturnas como los búhos exhiben ojos grandes y bastante adaptados para ver en la oscuridad. Esto es posible gracias a que poseen un gran número de células fotosensitivas denominadas bastones, las cuales captan el grado de iluminación en el entorno.
El único problema es que son incapaces de mover sus ojos dentro de la cuenca ocular, pero solventan este conflicto al tener una gran flexibilidad en su cuello. De hecho, son capaces de girar casi 300 grados su cabeza, lo que amplía demasiado su campo visual.
6. Gatos
Los ojos de los gatos tienen una gran sensibilidad para detectar la iluminación de su entorno, por lo que son bastante buenos para ver en la oscuridad. Asimismo, contrario a lo que se puede pensar, los felinos domésticos no solo ven en blanco y negro, sino que también perciben un poco los colores verdes y azules.
7. Perros
La mayoría de las personas cree que los perros ven al mundo en blanco y negro, pero la realidad es que también captan colores verdes y azules. Esto les permite detectar una buena variedad de tonalidades, aunque no tan diversa como la que observan los humanos. Eso sí, tienen una gran visión nocturna que rivaliza inclusive con la de los gatos.
8. Águila
Las aves rapaces, como las águilas, superan la visión natural de los humanos, pues en condiciones ideales pueden ver a su presa a más de 3 kilómetros de distancia. Por si fuera poco, detectan bien tanto la iluminación como los colores de su entorno, además de que captan los rayos ultravioletas que son invisibles para el ojo humano.
Como te puedes dar cuenta, la mayoría de los animales perciben al mundo de una forma diferente a lo habitual gracias a sus ojos. Sin embargo, esto no suele impedirles desenvolverse bien en su ecosistema y hasta ser depredadores increíbles como las águilas. El sentido de la vista no lo es todo en la naturaleza, ya que la supervivencia de las especies también depende de sus aptitudes físicas y de su inteligencia.
Bibliografía
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