El análisis de sangre en gatos, al igual que en el resto de especies, proporciona información muy valiosa a la hora de diagnosticar enfermedades. Piensa que la sangre transporta por el cuerpo todo lo necesario para vivir: nutrientes, oxígeno, hormonas y un largo etcétera.
Por eso, cuando en este fluido aparecen sustancias que no deberían estar —como toxinas— o alguno de sus valores está descompensado, es una señal clara e interpretable de que algo puede estar fallando en el organismo de la mascota. En este artículo tienes todo lo que necesitas saber sobre esta prueba en felinos, así que no te lo pierdas.
¿Qué es un análisis de sangre?
Un análisis de sangre es una prueba diagnóstica que consiste en extraer sangre del cuerpo y analizarla mediante su procesamiento. Se puede examinar el plasma (parte líquida y transparente), el suero (plasma sin las proteínas involucradas en la coagulación), los cuerpos celulares (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) o la sangre completa.
Siempre se saca la sangre de una vena, pues las arterias no contienen sustancias de desecho tan cuantificables.
Tipos de análisis
Dependiendo de qué se esté buscando diagnosticar, el método de procesamiento de la sangre y su análisis cambian. Los tipos de análisis de sangre en gatos más comunes son los siguientes:
- Hemograma completo (CBC): sirve para contar el número de células sanguíneas presentes en la muestra. Es útil para detectar anemias, trastornos inmunitarios (como la leucemia felina), el estado de hidratación del animal, la capacidad de coagulación y la presencia de una posible infección generalizada.
- Bioquímica: en esta modalidad se obtiene información sobre la cantidad y la presencia de sustancias químicas en la sangre tales como glucosa, colesterol, urea y demás. Se usa para detectar posibles fallos en los órganos que producen estas sustancias.
- Perfil tiroideo: se realiza una medición de las hormonas THS, T3 y T4, producidas por la glándula tiroidea y responsables de procesos como el metabolismo. La descompensación de estas hormonas es una prueba de la existencia de hipertiroidismo en el felino.
- Análisis prequirúrgico: antes de someter al felino a la anestesia se debe hacer un análisis para escoger la más adecuada. Este es un buen indicador del riesgo de la operación cuando existen patologías previas, pues estudia principalmente el estado del corazón, el hígado y los riñones.
Las muestras de sangre también pueden usarse en test rápidos de ciertas enfermedades, como el virus de la inmunodeficiencia felina (FeLV) o la leucemia felina. Estos también requieren una extracción, pero no necesitan tanta cantidad de fluido para realizar el análisis como los tipos de análisis que tienes descritos más arriba.
Usos del análisis de sangre en gatos
¿Cuándo manda el veterinario un análisis a un gato? Son muchas las ocasiones en las que resulta útil esta prueba: infecciones, fiebre, problemas digestivos, letargia y un largo etcétera. Aquí tienes un cuadro general de cuándo puede ser necesario un análisis de sangre en gatos:
- La primera visita al veterinario: se utiliza para chequear que todos los valores están dentro de la normalidad y para tener datos de referencia de cara a futuras visitas.
- Revisiones veterinarias periódicas: las diferentes etapas vitales tienen distintos valores sanguíneos asociados. En las revisiones se utilizan los análisis de sangre para complementar las exploraciones físicas, de forma que se puede crear un cuadro general del estado de salud del gato.
- Presencia de síntomas de enfermedad en el felino: algunas dolencias que presentan signos inespecíficos —fiebre, inactividad y bajada de peso, entre otros— no se pueden diagnosticar por mera observación, por lo que suele hacerse un análisis de sangre para ello.
No obstante, para evaluar la existencia de una patología a partir de una prueba de sangre es necesario interpretar los valores obtenidos. En el siguiente apartado te contamos cómo hacerlo.
Interpretación del análisis de sangre en gatos
Para saber si un valor sanguíneo es patológico o no, se compara con un valor de referencia. Cada especie tiene los suyos propios, así que la interpretación de la del gato debe hacerla un veterinario especializado en pequeños animales. Los valores que se analizan son estos.
- Albúmina (ALB): es una proteína presente en el suero sanguíneo que ayuda a evaluar la hidratación y a detectar hemorragias internas y enfermedades intestinales, hepáticas y renales.
- Fosfatasa alcalina (ALKP): indica enfermedad hepática, de la vesícula biliar, pancreática o un crecimiento óseo activo en un gato joven.
- Alanina aminotansferasa (ALT): esta prueba puede determinar el daño hepático.
- Aspartato aminotransferasa (AST): también es un valor del hígado, pero sirve para realizar diagnósticos de patologías cardiacas o musculoesqueléticas.
- Nitrógeno ureico en sangre (BUN): este valor ayuda a evaluar la función renal e intestinal.
- Creatinina (CREA): está relacionada con la función renal y se evalúa junto con la BUN para realizar el diagnóstico.
- Calcio (Ca): el calcio descompensado en sangre está relacionado con una gran variedad de trastornos, como tumores y enfermedades renales.
- Cloruro (Cl): el cloruro es un electrolito que disminuye cuando el animal se deshidrata, generalmente por vómitos o diarrea.
- Gamma glutamil transferasa (GGT): una enzima medida para diagnosticar enfermedades de hígado y vesícula biliar.
- Globulina (GLOB): proteína que aumenta en concentración cuando existen procesos inflamatorios crónicos, principalmente.
- Glucosa (GLU): es el nivel de azúcar en sangre. Los valores demasiado altos o bajos son siempre señales de enfermedad, como la diabetes.
- Potasio (K): al igual que el cloruro, el potasio desciende cuando el animal se deshidrata. Si está por encima de su valor de referencia, indica problemas del aparato renal y puede llegar a provocar un paro cardiaco.
- Sodio (Na): también se usa para determinar estados de deshidratación, pues se pierde a través de los vómitos y las diarreas, entre otros.
- Fósforo (PHOS): las anomalías en este valor a menudo se asocian con enfermedad renal, hipertiroidismo y trastornos hemorrágicos.
- Bilirrubina total (TBIL): está relacionada de forma directa con el hígado, encargado de producirla, de modo que sus alteraciones indican patologías hepáticas.
- Proteína total: esta prueba indica el estado de hidratación del gato y proporciona información adicional sobre el hígado, los riñones y las enfermedades infecciosas.
- Tiroxina (T4): la tiroxina es una hormona tiroidea. Los niveles altos indican hipertiroidismo en gatos.
La importancia del manejo del gato para la extracción
Los gatos no son precisamente conocidos por pasárselo bien en las visitas al veterinario. Sufren niveles altos de estrés desde que entran en el transportín en casa hasta que vuelven. Es fundamental llevar este estrés al mínimo, pues trastoca los valores sanguíneos y el animal sufre innecesariamente.
En las clínicas veterinarias se suele habilitar un espacio seguro para que los felinos se tranquilicen antes de entrar a consulta. Esto consiste en habitaciones en penumbra y silenciosas donde se deja al felino en su transportín tapado con una manta hasta que sea su turno. De esa forma, los gatos no se ven expuestos a olores y sonidos que les puedan estresar más de lo que ya lo están.
Estos buenos hábitos, sumados a un manejo correcto y eficiente por parte del personal a la hora de sacarle sangre al gato, serán los que garanticen que estas visitas no sean traumáticas para él. En casa, asegúrate de ayudarle también a minimizar este estrés, pues será todo ventajas para él, el personal veterinario y para ti mismo.
Bibliografía
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