Las cucarachas o blatodeos representan a un grupo muy vasto de insectos que han colonizado casi todos los ecosistemas del mundo, incluyendo el Ártico. Son especialmente abundantes en los trópicos y en los subtrópicos, pero toda persona que viva en una casa baja o en el campo sabrá que se pueden instaurar como plaga en casi cualquier región. ¿Qué comen las cucarachas?
Ya sea para erradicar una plaga o por mero interés biológico, es necesario saber qué comen las cucarachas. Las adaptaciones tróficas dependen de cada especie, pero sí existen una serie de pautas alimenticias compartidas por la mayoría de miembros de este taxón. Te las contamos en las siguientes líneas.
¿Qué son las cucarachas?
Todas las cucarachas son hexápodos pertenecientes al orden Blattodea. Como tales, presentan un plano corporal similar al del resto de insectos: cabeza, tórax y abdomen. Cuentan con 3 pares de patas marchadoras (de ahí el nombre del subfilo, Hexapoda), un exoesqueleto endurecido de carbonato cálcico y unas alas agregadas en los segmentos torácicos 3 y 4.
Las patas de estos invertebrados son gruesas y cuentan con coxas alargadas, excelentes para la locomoción. Además, pueden variar bastante en lo que a tamaño y proporciones se refiere: la especie más grande es Megaloblatta longipennis y cuenta con casi 10 centímetros de longitud, mientras que algunas de las más pequeñas no superan los 10-14 milímetros (como Supella longipalpa).
Existen más de 4600 especies de cucarachas o blatodeos, pero solo 30 de ellas están en contacto estrecho con el ser humano. La inmensa mayoría de estos insectos viven en zonas tropicales y boscosas en las que nuestra especie no suele crear núcleos urbanos grandes.
El aparato bucal de las cucarachas
El aparato bucal de las cucarachas se encuentra en la parte inferior de su boca. Todas las especies cuentan con unas mandíbulas en cada lado de la cabeza que utilizan para masticar, al igual que el resto de insectos. De todas formas, las especies que conviven con los humanos casi nunca muerden al ser cogidas o cuando se sienten amenazadas.
Por encima de las mandíbulas y en el centro de la boca se encuentra el labro, o lo que es lo mismo, el “labio” superior del insecto. Las cucarachas también portan glándulas salivares y varios receptores gustativos y táctiles a lo largo de su aparato bucal. Esta conformación es bastante genérica dentro del grupo de los hexápodos.
¿Qué comen las cucarachas?
Ya hemos explorado qué son estos invertebrados y cómo se conforma su aparato bucal. Ahora que los conoces a grandes rasgos, estamos preparados para describir a fondo qué comen las cucarachas. En primer lugar, es necesario destacar que (casi) todas ellas son omnívoras, es decir, que se alimentan de materia tanto vegetal como animal.
Por ejemplo, especies como la cucaracha oriental (Blatta orientalis) come restos de animales, plantas y todo tipo de materia orgánica en descomposición que esté disponible en el medio. Como no tiene estructuras mandibulares especializadas, es capaz de consumir todo tipo de compuesto líquido o sólido, aunque casi siempre acaba ingiriendo basura en descomposición.
A pesar de que la mayoría de las especies en las ciudades sean omnívoras generalistas, cabe destacar que muestran especial predilección por los alimentos azucarados y feculentos. Aun así, se llevarán a la boca pan, piel, todo material que contenga almidón, papel, trozos de otros insectos muertos e incluso descamaciones epidérmicas de los seres humanos.
Las cucarachas pueden comer incluso materiales que los seres humanos no somos capaces de digerir, como el papel o algunos tipos de pegamento.
La especialización alimenticia de las cucarachas
Como hemos dicho, las cucarachas son capaces de digerir y metabolizar materia orgánica de origen vegetal rica en celulosa. Para conseguir alimentarse de cosas tan “poco nutritivas” como el papel, tienen una adaptación especial: su microbiota digestiva.
Tal y como indican estudios, las cucarachas poseen bacterias y protozoos en su aparato digestivo, los cuales se encargan de digerir la celulosa y transformarla en compuestos simples que el insecto puede asimilar. Esta estrategia evolutiva es un claro ejemplo de simbiosis, pues la cucaracha puede digerir más alimentos y los microorganismos se protegen dentro de su intestino.
Vamos más allá, ya que existen cucarachas que se alimentan de madera de forma exclusiva (como Panesthia cribrata). Esto es más impresionante aún si tenemos en cuenta que la especie citada es capaz de metabolizar la celulosa sin ningún tipo de microorganismo en su intestino: produce la enzima celulasa en su saliva, y por tanto, se ahorra esta simbiosis previa.
La cosa se pone aún más interesante al descubrir que las termitas (infraorden Isoptera) se encuentran dentro del orden Blattodea, es decir, que son parientes muy cercanas de las cucarachas. Ahora entiendes un poco mejor por qué las termitas se alimentan de madera, ¿verdad?
Las termitas y las cucarachas son parientes muy cercanos. Ambos grupos presentan microorganismos en sus intestinos que les ayudan a digerir la celulosa.
Como puedes ver, responder a la pregunta de qué comen las cucarachas es un poco más complejo de lo que en un principio podría parecer. La mayoría de estos invertebrados son cosmopolitas y omnívoros, pero tienen una cierta predilección por los productos azucarados. Además, cuentan con unos microorganismos simbiontes que les ayudan a degradar la materia vegetal.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Blatta orientalis, Animal Diversity Web (ADW). Recogido a 15 de septiembre en https://animaldiversity.org/accounts/Blatta_orientalis/
- Castillo, V. P., Sajap, A. S., & Sahri, M. H. (2013). Feeding response of subterranean termites Coptotermes curvignathus and Coptotermes gestroi (Blattodea: Rhinotermitidae) to baits supplemented with sugars, amino acids, and cassava. Journal of Economic Entomology, 106(4), 1794-1801.
- Slaytor, M. (1992). Cellulose digestion in termites and cockroaches: what role do symbionts play?. Comparative Biochemistry and Physiology Part B: Comparative Biochemistry, 103(4), 775-784.
- Bignell, D. E. (1977). An experimental study of cellulose and hemicellulose degradation in the alimentary canal of the American cockroach. Canadian Journal of Zoology, 55(3), 579-589.