De manera cotidiana, la mayoría de las personas se refieren a los cocodrilos como aquellos seres semiacuáticos con forma de lagartija gigante. Aunque se comporten muy tranquilos, estos reptiles son capaces de movimientos rápidos que incluyen una mordida poderosa con dientes tipo estacas, algo que es una señal de identidad del cocodrilo.
A pesar de la gran similitud entre ellos, los cocodrilos son un grupo compuesto por 3 familias diferentes: Gavialidae (gaviales), Alligatoridae (caimanes y aligátores) y Crocodylidae (cocodrilos). Aunque sus diferencias son sutiles, todos ellos presentan mandíbulas con dentaduras poderosas cuya estructura es el origen de su letalidad. Sigue leyendo para conocer más acerca de los dientes de este reptil.
La mandíbula de los cocodrilos
La mandíbula del cocodrilo está diseñada para capturar y sostener a la presa, ya que sus dientes cónicos penetran con facilidad en la carne de sus víctimas. De hecho, la dentadura superior e inferior encajan perfectamente entre sí cuando cierra su boca. Además, en el caso de los gaviales y otros organismos de nariz estrecha sus colmillos también están bastante filosos, lo cual les es de ayuda en sus cacerías.
Aunado a la estructura de su dentadura, la musculatura que rodea la boca es de suma importancia para su mordida. Esto significa que hace falta más que unos dientes filosos para tener uno de los mordiscos más letales que existen. Existe una ligera contrariedad en este sistema, pues los músculos que cierran la mandíbula del cocodrilo son más fuertes que aquellos utilizados en su apertura.
Una mordida a toda potencia de estos animales es capaz de destruir incluso los caparazones de las tortugas. De todas formas, solo hace falta una cinta o lazo de 2 metros de longitud para prevenir que abran sus hocicos. Esta es la razón por la cual un método efectivo para lidiar con ellos es asegurar sus mandíbulas con una atadura que evite su apertura.
¿Los cocodrilos mudan de dientes?
La diferencia más evidente de los cocodrilos con respecto a otros reptiles es la forma en la que sus dientes se insertan en su mandíbula. Lejos de que su dentadura se fusione con su hueso, como sucede en acrodontos, presentan pequeños alveolos en los que se implantan sus raíces.
Gracias a estas estructuras, si los dientes son dañados pueden mudarse y reemplazarse las veces que sean necesarias.
El proceso de muda y reemplazo fue descrito de manera detallada en 1961 en un artículo de la revista científica Proceeding of the zoological Society of London. En esta investigación, se menciona que el diente inicia su proceso con una pequeña raíz que crece poco a poco, mientras que el viejo comienza a “aflojarse”. De esta manera, cuando se forma por completo, el nuevo emergerá “tirando” al anterior.
Este proceso es un poco similar a lo que ocurre con el cambio de dientes en humanos. Sin embargo, en el caso de los cocodrilos el mecanismo no se detiene al llegar a adultos y sucede varias veces a lo largo de su vida. Por esta razón, en un reptil de 4 metros de longitud se estima que ya debe haber reemplazado todos sus dientes (al menos 45 veces cada uno).
Los cocodrilos mudan su dentadura de forma constante.
Tipos de dientes de cocodrilos
Un cocodrilo suele tener dientes con diferentes formas, que pueden ir desde superficies romas o sin filo hasta siluetas puntiagudas casi como agujas. En general, estas características varían en cada especie, pero se sigue un patrón en el cual los reptiles con hocicos estrechos son los que tienen una dentadura más uniforme.
Estos animales son homodontos, lo cual significa que todos sus dientes son del mismo tipo y tamaño. Por ello, cuando se habla de la variación en su dentadura se hace referencia a las diferencias que se encuentran entre varias especies. De igual forma, los colmillos de estos reptiles están relacionadas de alguna forma con su dieta. Se reconocen los siguientes tipos:
- Dientes afilados: son típicos de animales especializados en comer peces, insectos y crustáceos. Como algunos ejemplos tenemos al gavial indio y al cocodrilo de agua dulce australiano.
- Dientes poco afilados: los organismos con esta dentición se especializan en comer moluscos de caparazón duro. Entre los ejemplos se encuentran al aligátor chino y al yacaré overo.
- Dentadura intermedia: existen algunas especies que se encuentran en un punto medio entre los anteriores, por lo cual se considera que son más generalistas y oportunistas. Por esta razón, se alimentan de invertebrados, peces, anfibios, otros reptiles y mamíferos. Algunos ejemplos de ellos son el cocodrilo de agua salada y el aligátor americano.
¿Cuántos dientes tienen un cocodrilo?
La pregunta es complicada, puesto que no existe una sola respuesta, ya que la cantidad varía con respecto a la especie de cocodrilo de la que se hable. De manera general, la mayoría tienen entre 28 y 32 dientes en la mandíbula superior, mientras que en la inferior llegan a exhibir 30 o 40.
Los valores sumados nos dan una cantidad aproximada de 58 a 72 dientes en promedio, aunque algunos sobrepasan este estimado. De nuevo, recalcamos que la dentición está en constante recambio, así que el número puede ser variable incluso entre individuos de una misma especie.
Tipos de cocodrilos y su número de dientes
Para que se entienda un poco más la diversidad que existen en sus dentaduras, a continuación se enlistan algunas especies de cocodrilos con sus respectivo número de dientes:
- Caimán negro (Melanosuchus niger): tiene una mandíbula ancha, plana y con 72 o 76 dientes.
- Gavial (Gavialis gangeticus): el hocico de estos animales es estrecho, con una dentadura conformada por 100 dientes afilados.
- Gavial falso (Tomistoma schlegelii): con un mandíbula similar a los gaviales, la mandíbula del gavial falso está provista de entre 76 y 84 filosos dientes.
- Caimán americano (Alligator mississippiensis): su hocico ancho presenta 80 dientes que sobresalen de su boca y son visibles con facilidad.
- Cocodrilo de agua salada (Crocodylus porosus): su poderosa mandíbula presenta 66 dientes puntiagudos que en conjunto son una trampa letal para sus víctimas.
Estado de conservación de los cocodrilos
Los cocodrilos han enfrentado una serie de peligros, pues su piel es considerada materia prima de lujo para la manufactura de diversos artículos. Por esta razón, los cocodrilos verdaderos (familia Crocodylidae) han reducido sus poblaciones rápidamente hasta estar en peligro de extinción.
Por suerte, gracias al control y legislación interna de los países se reguló esta situación, permitiendo que se rescataran a las especies. Sin embargo, debido a la continua demanda por su piel otros animales como caimanes y aligátores fueron el nuevo objetivo de la industria. Al final, de nueva cuenta, esto terminó diezmando su población y poniéndolos en la misma situación que a los cocodrilos.
Aunado a ello, la sociedad percibe a estos organismos como peligrosos y agresivos, por lo que varias poblaciones los matan a la primera oportunidad. Este conflicto social impide que avancen los esfuerzos por protegerlos, pues ninguna acción es apoyada. Es cierto que estos animales pueden poner en riesgo tu vida, pero en realidad son los descuidos e imprudencias humanos lo que nos lleva a retarlos en su hábitat.
Bibliografía
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