Pez ángel reina: hábitat y características

El pez ángel reina (Holacanthus ciliaris) es un pez actinopterigio que se encuentra en los arrecifes con las aguas más cálidas del Atlántico occidental. En ocasiones se lo confunde con el pez ángel azul, pero su aspecto, aunque similar, muestra ciertas diferencias claras.

Además de mantenerlo en acuarios como mascota ornamental —debido a sus vivos colores—, su carne se consume en algunas de las regiones en las que habita. Si quieres conocer mejor a este pez de la familia Pomacanthidae, puedes hacerlo en las siguientes líneas.

Características físicas

Como buen pez ángel, Holacanthus ciliaris tiene un cuerpo corto y comprimido lateralmente, con una boca pequeña que presenta dientes en forma de cepillo. Las aletas dorsal y anal portan un largo filamento, muy característico de esta especie. Las hembras alcanzan la madurez con 22 centímetros de largo y los machos con 24,3 centímetros.

Durante la transición de juvenil a adulto, se forman espinas en el margen del cuerpo del pez, las cuales van aumentando su tamaño a medida que va tomando su forma definitiva.

La coloración en la etapa juvenil es diferente de la del adulto. A medida que crecen, estos peces pasan de una tonalidad a barras azules y amarillas a otra totalmente amarillo-anaranjada con los bordes en azul púrpura, ya definitiva. Si no se conoce este dato, es fácil confundir un ejemplar juvenil con un pez de otra especie.

Además, cabe destacar que el pez ángel reina puede hibridarse con el Holacanthus bermudensis o pez ángel azul. El híbrido resultante comparte rasgos propios de ambas especies y se conoce como pez ángel de Townsend.

Comportamiento del pez ángel reina

Este pez se puede encontrar en solitario, pero es más común que los ejemplares se asocien por parejas, las cuales defienden un territorio entre los corales. En ocasiones, se pueden formar harenes de un macho con varias hembras —1 macho y 4 o 5 hembras—.

Cuando se les observa en solitario, normalmente se tratan de ejemplares jóvenes, que frecuentan aguas más superficiales. Una vez se emparejan o seleccionan un territorio de adultos, se asientan en él y lo defienden. No son peces migratorios y en los acuarios se consideran animales extremadamente agresivos con otras especies.

Se cree que estos peces se comunican mediante cambios de coloración transitorios. De todas formas, se conoce poco sobre sus sistemas sociales.

Hábitat del pez ángel reina

El pez ángel reina habita en arrecifes cercanos a Florida, Bahamas y Golfo de México. A medida que crecen, los ejemplares maduros pasan de habitar las zonas superficiales de los manglares a instalarse en las profundidades de los corales. Aguantan un rango considerable de salinidad del agua y su profundidad límite es a 70 metros de la superficie.

Alimentación del pez ángel reina

Esta especie se alimenta principalmente de esponjas. Dentro de su dieta también se incluyen tunicados, medusas, corales, plancton y algas. Los jóvenes picotean parásitos de la piel de otros peces, cumpliendo la función de limpiadores comensales.

Reproducción del pez ángel reina

Los adultos mantienen su pareja durante todo el año. La fecundación se produce de forma externa y los machos y hembras acercan sus cloacas, tras lo cual liberan nubes de esperma y huevos. La hembra puede liberar desde 25000 hasta 75000 huevos cada noche y hasta 10 millones de huevos durante un ciclo de desove.

Después de tan solo 20 horas, eclosionan las larvas. Estas carecen de ojos, aletas e incluso intestino, por lo que se alimentarán de su saco vitelino durante unas 48 horas sin realizar ningún tipo de movimiento.

Hasta después de 3-4 semanas las larvas no se transformarán en los peces juveniles, aunque crecen bastante rápido. El pez ángel reina no exhibe cuidados parentales, por lo que la prole es independiente desde que eclosiona.

Cuidados en acuario

En cautividad, estos animales son difíciles de mantener y no se recomiendan para acuaristas inexpertos. Esta especie requiere un acuario de tamaño grande, pues son peces muy territoriales y pueden hostigar a otras especies que convivan con ellos —especialmente otros de su especie—. Si no se respeta su espacio, no dudarán en acudir a la violencia física.

Además, estos peces sufren mucho estrés durante el traslado, lo que los hace propensos a infecciones y a una mala adaptación al acuario y a la alimentación.

Aunque habite en arrecifes, en cautividad no es recomendable mantener al pez ángel reina en un acuario de corales: los ejemplares adultos podrían cortarlos para crear un refugio. Tampoco deben instalarse en acuarios con invertebrados sésiles, como pólipos o esponjas, ya que forman parte de su dieta.

La alimentación en cautividad debe basarse en artemia y mysis, complementados con suplementos como papillas de pescado, mejillones y verdura. Para albergar una pareja, se requiere un acuario marino de mínimo 800 litros de capacidad.

Estado de conservación

Esta especie se encuentra en un estado de preocupación menor. A pesar de que su población se mantiene estable, no está libre de amenazas. Entre sus mayores peligros se encuentran la pesca accidental y la recolección de recursos en su hábitat. Cuando el arrecife de coral se degenera, todas las especies que viven en él peligran a su vez, incluida la que aquí nos atañe.

El pez ángel reina cumple una función vital en su ecosistema, al igual que el resto de especies que viven en los arrecifes. Estos ambientes acuáticos guardan un equilibro delicado y difícil de recuperar una vez se rompe. Si a pesar de su delicadeza se quiere tener uno de estos peces en casa, es de vital importancia ser responsable y asegurarse de que no ha sido extraído de su medio natural.