Popularmente conocidas como ballenas asesinas, las orcas distan mucho de merecer este apelativo. De hecho, son animales fascinantes de observar, en especial por su gran inteligencia.
Su distribución es tan amplia que diferentes grupos han llegado a desarrollar adaptaciones concretas en su morfología, alimentación, comportamiento e incluso genética, por lo que se han propuesto diferentes especies para algunas de ellas. Si te ha picado la curiosidad, aquí puedes saber más.
Clasificación taxonómica de las orcas
La orca (Orcinus orca) es una especie de cetáceo odontoceto perteneciente a la familia Delphinidae. Es la especie más grande de delfínido y la única existente actual reconocida dentro del género Orcinus. Concretamente, su clasificación es la siguiente:
- Reino: Animalia.
- Filo: Chordata.
- Clase: Mammalia.
- Orden: Cetacea.
- Suborden: Odontoceti.
- Familia: Delphinidae.
- Subfamilia: Orcininae.
- Género: Orcinus.
- Especie: Orcinus orca.
Características físicas
La orca es de complexión robusta y de coloración blanca y negra, en la que cada individuo posee un patrón propio. Su característica más llamativa, además de su enorme tamaño, es la larga aleta dorsal que posee, que puede llegar casi a los 2 metros de longitud en machos grandes.
Es una especie en la que se observa dimorfismo sexual en cuanto a tamaño: los machos pueden llegar a medir 9 metros y pesar 6 toneladas, mientras que las hembras se quedan en las 4 toneladas y los 7 metros de largo. Las hembras también tienen una aleta dorsal más pequeña.
Reproducción y alimentación
Las orcas son superdepredadoras, es decir, que no tienen enemigos naturales y están en la cúspide de la cadena alimenticia de su ecosistema. Consumen cerca del 5 % diario de su peso en forma de presas variadas, que van desde pequeños peces y calamares hasta tiburones —e incluso otras ballenas—. Adaptan su alimentación al lugar donde se encuentren y la época del año.
En cuanto a su reproducción, las hembras son capaces de concebir desde los 6 años, aproximadamente. Los machos, en cambio, no son fértiles hasta los 10 años de edad.
Al ser animales tan inteligentes, tienen una infancia larga en la que deben aprender todo lo necesario para sobrevivir antes de tener descendencia.
La hembra suele dar a luz una sola cría cada 5-6 años, pues si ya está cuidando de un juvenil, este será lo suficientemente independiente para que la madre se ocupe de un recién nacido. La gestación varía entre 15 y 18 meses y las crías pueden llegar a medir 2,5 metros al nacer —y pesar 200 kilos—.
Estado de conservación
Debido a su amplia distribución, no se tienen datos suficientes para estimar el número exacto de orcas que existen en el mundo. Están protegidas por leyes internacionales que tratan de evitar su caza, pero también se ven amenazadas por las incursiones petrolíferas en alta mar, la pesca insostenible y el cambio climático.
Comportamiento de las orcas
Se trata de animales sociales, pues viven en grupos estructurados y con un complejo sistema de comunicación. El número de individuos varía según la región en la que vivan, aunque es raro encontrar grupos de más de 20 orcas.
Su jerarquía es matriarcal y basada en el parentesco, es decir, la hembra dominante es la más mayor y madre de todos los demás integrantes del grupo —y, por tanto, la más experimentada en sobrevivir—. Los machos adultos suelen proteger el grupo en los laterales, dejando en el centro a las crías y a las madres.
Los lazos entre individuos son fuertes y sólidos gracias a su complejo sistema de comunicación. Con una mezcla de posturas, gestos y sonidos audibles e inaudibles, las orcas son capaces de transmitir toda la información necesaria para su alimentación, protección y socialización.
Cada grupo posee una serie de señales auditivas estables y que repite cuando están en grupo a modo de chequeo. A esto se lo llama ‘dialecto’ y es el equivalente al “¿qué tal? ¿Todo bien?” de los humanos.
Su inteligencia también es notable: se han observado comportamientos de colaboración para la caza, empatía, resolución de problemas e incluso conceptos matemáticos en estudios en cautividad. Tanto es así que se propuso considerarlas, junto a los delfines, personas no humanas a nivel de derechos legales.
Tipos de orcas
Puesto que las orcas se reparten a lo largo de todos los océanos y sus costumbres, alimentación y cultura cambian en función de ello, se han clasificado en 3 tipos de agrupaciones: residentes, transeúntes y marítimas.
Residentes
Las orcas residentes son las que habitan más cerca de las costas. La unidad mínima suele componerse de la hembra guía, sus hijos y sus nietos, con un promedio de 6 individuos. Pueden llegar a juntarse durante un tiempo con otros grupos de orcas emparentados y con dialectos similares.
No suelen recorrer grandes distancias, por lo que comparten una característica física común: su aleta dorsal es curvada y la punta tiene forma de esfera. Se alimentan principalmente de peces y calamares.
Transeúntes
A diferencia de las anteriores, las orcas transeúntes recorren largas distancias y no permanecen demasiado tiempo en el mismo lugar. Su aleta dorsal es triangular y afilada. Su alimentación consta de animales más grandes, como focas o tortugas marinas.
Los grupos suelen ser más pequeños, normalmente formados por una hembra adulta y su descendencia. Es frecuente que los hijos abandonen el grupo familiar para formar su propia unidad, especialmente en el caso de las hembras. También se observan machos solitarios transeúntes.
Marítimas
Las orcas marítimas tienen la aleta dorsal curvada y suelen ser más pequeñas. Viven muy alejadas de las costas -a una media de 25 kilómetros- y forman grupos mucho más grandes, de entre 20 y 75 individuos. También se alimentan de animales más grandes, incluso de tiburones.
La estructura familiar de las orcas marítimas se ha estudiado poco. Sin embargo, se sabe que son grupos dinámicos, con un intercambio de individuos entre grupos frecuentes.
Las orcas son tan complejas que no se pueden abarcar solo en unas líneas. Sin embargo, a la más mínima profundización en su naturaleza se encuentran los dialectos, las diferentes poblaciones, la cultura y su increíble intelecto. Muchos investigadores dedican sus vidas a descifrarlas, pues ante todo esto surge una pregunta inevitable: ¿de verdad somos tan diferentes?
Bibliografía
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