Mi perro tiene miedo a las escaleras: causas y cómo actuar

Puede que tu perro tenga miedo a las escaleras por una experiencia negativa, por una falta de exposición y otros mecanismos conductuales. Esta fobia se puede atajar.
Mi perro tiene miedo a las escaleras: causas y cómo actuar

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 05 julio, 2021

Según el portal profesional Statistase estima que en el año 2018 existían 471 millones de perros domésticos en todo el mundo. Estos animales se han acostumbrado a vivir en pisos, fincas, parcelas y, por desgracia, las calles de las ciudades. A pesar de su capacidad de adaptación todoterreno, algunos animales temen a los elementos más inocuos. Por ejemplo, un perro puede tener miedo a unas escaleras.

Este último escenario puede complicar mucho la educación de un can doméstico, ya que subir o bajar unas escaleras es algo que muchos perros tienen que hacer todos los días para poder pasear. Si quieres saber las causas y posibles soluciones de esta situación, sigue leyendo.

Causas del miedo a las escaleras en el perro

En primer lugar, es necesario tener en cuenta que para nosotros las escaleras son anecdóticas, pues pertenecemos a una especie con una estatura media de 1,7 metros y unas piernas de unos 70 centímetros de longitud. Un humano sano ve a las escaleras como un pequeño esfuerzo motriz, pero la historia es muy diferente para un can con una altura menor a 40 centímetros.

El miedo a las escaleras se puede desarrollar en perros de todas las edades y razas, si bien es más común en cánidos de porte pequeño y cachorros. A continuación, veremos algunas de las posibles causas de esta reticencia tan común como molesta.

1. Falta de exposición

En cachorros, un miedo a las escaleras puede deberse a que simplemente no las han visto en ningún momento de su vida. Como animales con cierto componente instintivo, es normal que rechacen todo aquello con lo que no han interactuado en ocasiones previas, pues es una fuente potencial de daños y lesiones.

El periodo de socialización es especialmente importante a la hora de “aceptar” nuevos ambientes y desafíos. Los cachorros aprenden en sus 12 primeras semanas de vida y pubertad el desapego, el autocontrol, la comunicación y la jerarquía, además de la asociación de elementos normales con estímulos positivos o negativos. Si el can no se encuentra con escaleras en este proceso, les tendrá miedo.

Los perros mayores que han vivido toda su vida en una protectora o en una casa baja también pueden temer a las escaleras, ya que nunca han interactuado con ellas.

Un perro subiendo unas escaleras.

2. Experiencia traumática

Muchos perros tienen miedos y fobias. Los temores al veterinario, a los rayos de las tormentas, a los fuegos artificiales y a los viajes en coches son los más comunes en cánidos. De todas formas, un perro también puede tener miedo o fobia a subir o bajar las escaleras.

Si teme este acto, es probable que tu perro se haya caído por unas escaleras en el pasado, que lo hayan tirado por ellas —sobre todo si ha sido rescatado de un hogar conflictivo— o que haya tenido una pelea con otro animal en ese entorno. Una experiencia tan intensa no se olvida y se produce la asociación negativa entre el elemento (escalera) y el dolor y malestar.

3. Comportamiento aprendido

Aunque parezca irónico, a veces son los propios tutores los que enseñan al perro a tener miedo a las escaleras. Por ejemplo, es posible que el cánido tenga prohibido acceder al segundo piso de la casa por la noche y se le haya castigado previamente por intentarlo. Si se le ha regañado por subir unas escaleras de forma repetida, simplemente dejará de hacerlo en todos los casos.

4. Condiciones médicas

Es posible que el perro no pueda subir las escaleras físicamente más allá de mecanismos de miedos y fobias. La artritis, la displasia de cadera, una lesión en cualquiera de las extremidades y otras muchas condiciones pueden desencadenar muchísimo dolor en el can a la hora de hacer esfuerzos demandantes.

En algunos escenarios, los perros no tienen miedo a las escaleras, sino que no las suben por el dolor que les causa.

Posibles soluciones

Coger al perro en brazos cada vez que sales a la calle es tentador —sobre todo si es pequeño—, pero esta nunca es la solución a largo plazo. Con ayuda de un educador canino, puedes llevar a cabo las siguientes técnicas para solventar el temor en tu can:

  1. Contracondicionamientoel contracondicionamiento significa entrenar a un animal para que muestre un comportamiento diferente a su reacción actual a un estímulo. Intenta acercar al perro a las escaleras con juguetes y premios y recompénsalo cada vez que se aventure a bajar o subir escalones. Así, el “miedo” pasará a ser “bienestar”.
  2. Desensibilización: este término va directamente ligado al anterior. Ve acostumbrado al perro poco a poco. Primero, prémialo por acercase a las escaleras, luego por subir un peldaño y así sucesivamente.
  3. Paciencia: estas técnicas pueden no dar efectos durante los primeros días. No regañes al perro ni lo hagas sentir mal por su miedo, pues solo reforzarás la sensación negativa que ya asocia con las escaleras.

Una buena técnica es combinar el contracondicionamiento y la desensibilización a la hora de la cena. Si tienes escaleras en casa, lo mejor que puedes hacer es ir colocando el bol de la comida cada vez más cerca de ellas. Si el perro come sin miedo, prueba a bajar el bol lleno de pienso un escalón cada día. Así, el perro superará su miedo con un incentivo alimenticio.

Un perro subiendo escaleras.

Consideraciones finales

Que un perro tenga miedo a subir escaleras es algo relativamente común, pero se puede solucionar. Con las técnicas conductuales adecuadas, el can dejará de asociar estas construcciones con un peligro y podrá salir de paseo sin ningún problema.

De todas formas, si tu perro muestra signos de dolor extremo a la hora de subir unas escaleras y es reacio a la actividad, es posible que tenga una patología subyacente que deba ser tratada. En estos casos, no le incites a hacerlo y llévalo al veterinario lo antes posible.


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