Pez elefante: hábitat, características y cuidados

El pez elefante llama la atención por su curioso aspecto, que bien vale su nombre. Si quieres conocerlo más a fondo, sigue leyendo, pues quedan sorpresas por descubrir.
Pez elefante: hábitat, características y cuidados
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 05 julio, 2021

El Gnathonemus petersii, conocido popularmente como pez elefante, recibe su nombre por el apéndice carnoso que posee en la zona de la mandíbula, de forma alargada y parecida a una probóscide. Es uno de los representantes más conocidos de la familia de los mormíridos.

 Esta “trompa”, además, es capaz de emitir pequeñas descargas eléctricas, lo que le permite al animal orientarse en la oscuridad y comunicarse con otros congéneres, así como localizar presas en agua turbia. Si quieres conocer más curiosidades sobre esta llamativa especie, has llegado al lugar indicado.

Hábitat del pez elefante

El pez elefante nada en los ríos de la parte central y occidental del continente africano —en los ríos Níger, Ogun y Chari—. Acostumbra a vivir en la capa inferior de aguas fangosas y de flujo lento, entre espesas matas de plantas acuáticas.

Características físicas

Es un pez grande, ya que puede llegar a los 35 centímetros de largo. Tiene forma aplanada y comprimida lateralmente, con una aleta caudal en forma de horquilla.

Su coloración es parda grisácea, pero de una tonalidad oscura, casi negra. Las aletas tienen un ribete blanquecino y en su tonalidad general posee unas bandas blancas con forma de paréntesis a la altura de las aletas caudal y anal.

El pez elefante no tiene escamas, lo que lo hace especialmente sensible a la calidad de agua y los químicos que se puedan verter en ella.

La protuberancia que tienen estos animales bajo la boca, como se decía más arriba, se llama órgano de Schnauzer. Gracias a él, el pez elefante es capaz de usar la electrolocalización, que consiste en generar pequeñas descargas eléctricas para comunicarse. A lo largo de su cuerpo tiene células receptoras que recogen las señales de otros peces.

Es un animal de hábitos nocturnos y solitario. Su temperamento es tranquilo y no suele interaccionar demasiado con otros peces, pero puede llegar a ser territorial y agresivo si otros seres vivos tratan de invadir su espacio.

Un pez elefante en la pecera.

Alimentación del pez elefante

Es un pez estrictamente carnívoro, pues se alimenta principalmente de invertebrados acuáticos y pequeños crustáceos. Obtiene alimento mediante la caza, para lo que también utiliza su capacidad de generar pulsos eléctricos. Gracias a ellos, puede localizar a las presas o incluso aturdirlas si son muy pequeñas.

Reproducción del pez elefante

La cría en cautividad no es posible hasta la fecha. A esto se le atribuyen varias razones. Entre ellas, destacamos las siguientes:

  • Si no es mediante disección, es imposible determinar el sexo de cada individuo.
  • Se tiene la hipótesis de que el pez elefante utiliza la electrolocalización para encontrar parejas en su medio. En cautividad, estos pulsos se distorsionan o no se producen por el estrés del encierro.
  • Puesto que vive en aguas enturbiadas, observar su reproducción en libertad es casi imposible.

Cuidados en el acuario

Lo primero que tienes que tener en cuenta es el punto anterior: no existen datos de cría en cautividad. Esto quiere decir que es posible que adquieras un animal sacado de su medio natural. Esto es ilegal en muchas regiones y puede meterte en problemas.

Dicho esto, y al tratarse de una especie exótica, se debe intentar recrear su medio lo más fielmente posible. Es un pez de agua dulce de gran tamaño, por lo que su acuario no puede bajar de los 2000 litros. El pH del agua debe ser de 6-7.2 y la temperatura debe mantenerse a 27 grados centígrados.

Al ser un pez nocturno, el acuario no debe tener una iluminación muy intensa. Esta instalación tiene que contar con espacio suficiente para el pez pueda moverse, ya que es un animal activo, pero también lugares donde esconderse en caso de que se sienta amenazado y poder sentir que tiene su propio territorio.

El pez elefante se adapta bien a la alimentación en cautividad. La comida debe caer al fondo de la pecera, ya que en libertad busca alimento en el fondo de los ríos. La larva de mosquito es un buen alimento para las primeras semanas de aclimatación.

No se recomienda que este pez comparta acuario con otras especies, ya que puede ser territorial y atacar a los demás.

Enfermedades del pez elefante

No es un pez que enferme con facilidad. Sin embargo, las dolencias asociadas a la vida en un acuario —como parásitos, hongos, punto blanco y demás— les afectan igual que a cualquiera de los peces ornamentales comunes.

De todas formas, al ser peces sin escamas son especialmente sensibles a la calidad del agua en el acuario, por lo que deben mantenerse los valores lo más estables posible. Si los accesorios de la pecera son inadecuados, puede que aparezcan heridas.

Otro factor a tener en cuenta es que, al igual que son sensibles a los parámetros de su entorno, también resulta difícil tratar a estos animales con medicamentos. La mejor arma siempre será la prevención, aunque existen fármacos genéricos para diversas condiciones en el acuario.

Estado de conservación

El pez elefante se encuentra en un estado de preocupación menor. Sus principales amenazas son los vertidos tóxicos a los ríos en los que habitan y la captura ilegal o legal de ejemplares para el tráfico de especies.

Un pez elefante en un acuario.

A modo de conclusión, se hace necesario señalar que el pez elefante es una especie silvestre y que su cuidado en cautividad requiere amplios conocimientos que no se pueden recoger en su totalidad aquí. En el caso de tener que trabajar con esta especie en un acuario, se debe hacer por parte de profesionales orientados a la conservación.


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