¿Las serpientes escuchan los sonidos?

Al carecer de tímpanos, durante mucho tiempo se creía que las serpientes eran sordas. Esto no es exactamente así y aquí puedes conocer el porqué.

La cara de una serpiente hocico de cerdo.

Ante la pregunta de si las serpientes son sordas, se enfrentan 2 versiones de la misma imagen: la de una cobra bailando al son de una flauta y la del ofidio siguiendo el movimiento sinuoso de un instrumento musical. ¿Cuál es la más acertada?

Como muchas cosas en el mundo científico, la respuesta suele hallarse en un punto medio entre ambos polos. En este artículo, diseccionamos el posible sentido de la audición de estos animales y, de paso, realizamos un pequeña descripción del sistema auditivo de las serpientes. No te lo pierdas.

¿Las serpientes son sordas?

La realidad es que las serpientes sí pueden oír, pero existen diferencias entre ellas y el resto de los reptiles. Para los reptiles cuadrúpedos, el tímpano transmite hacia el oído interno las vibraciones del aire, lo cual provoca la sensación subjetiva de audición, como en el ser humano y otros mamíferos. Las serpientes, sin embargo, carecen de esta membrana.

Este hecho llevó a pensar en su momento que las serpientes son sordas. Posteriormente, se demostró que sí son capaces de oír, así como de percibir las vibraciones del suelo. De todas formas, lo hacen a través de la mandíbula y el cuerpo.

Aunque no tengan tímpanos, el oído interno de las serpientes está bien desarrollado para interpretar las vibraciones que llegan a través del suelo, ya que reverberan en el cráneo. Gracias a esto mismo, los ofidios son capaces de captar mejor las ondas sonoras de baja frecuencia.

El rango auditivo de las serpientes abarca desde los 100 a los 700 hercios. El oído del ser humano es capaz de escuchar de 20 a 20 000 hercios.

¿Las serpientes escuchan los sonidos?

¿Cómo oyen las serpientes?

Aunque sean capaces de escuchar sonidos, es cierto que la habilidad de las serpientes para captar las vibraciones del aire está más limitada que en el resto de reptiles. No obstante, la evolución les ha dotado a estos animales de una estrategia adicional bastante útil.

La serpiente repta y esto supone una ventaja a la hora de captar las vibraciones que viajan por el suelo. Los mecanorreceptores que tiene repartidos por todo el cuerpo son los encargados de enviar la información al cerebro acerca de estas señales. Esto es tremendamente útil para la serpiente cuando se trata de localizar presas y peligros.

Imagina una piedra cayendo en un estanque. Si la roca es una presa, la serpiente podrá localizarla, dependiendo desde dónde le lleguen las ondulaciones del agua.

El sistema auditivo de las serpientes: características y funcionamiento

La evolución le ha negado a las serpientes el oído externo y el tímpano, pero como has podido comprobar, esto no las priva de este sentido. Su oído interno es similar al del resto de vertebrados, solo que está preparado para procesar también las vibraciones que les llegan a través del suelo, no solo por el aire. A esto se le conoce como ‘audición somática’.

En su oído medio, las serpientes poseen un hueso llamado colummella auris, conectado por tejido al oído interno, cuya finalidad es hacer vibrar el líquido del oído interno. Este fluido activa las células sensoriales —llamadas células cocleares—, que envían la información pertinente al cerebro.

Además, la mandíbula de las serpientes ha sufrido una modificación muy útil, con la finalidad de captar los sonidos que viajan a través del suelo: está dividida en 2 piezas, llamadas hemimandíbulas. Su función es la de detectar la localización del sonido, pues mandarán señales al cerebro con un ritmo asimétrico, con base en la procedencia de la vibración.

Una serpiente venenosa sobre un fondo negro.

Las serpientes —y, en general, todos los reptiles— sorprenden con cada nuevo hecho que se conoce sobre ellas. Son tan antiguas, filogenéticamente hablando, que las adaptaciones desarrolladas durante su evolución han tomado caminos realmente creativos.

Quizá no sean animales tan adorables como los que desarrollaron pelo, pero ciertamente son dignos de estudio. Por desgracia, si aún así quieres intentar congraciarte con una serpiente, la música de una flauta no será de gran ayuda.

Bibliografía

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  • Christensen, C. B., Christensen-Dalsgaard, J., Brandt, C., & Madsen, P. T. (2012). Hearing with an atympanic ear: good vibration and poor sound-pressure detection in the royal python, Python regius. Journal of Experimental Biology, 215(2), 331-342.
  • Young, B. A. (2003). Snake bioacoustics: toward a richer understanding of the behavioral ecology of snakes. The Quarterly Review of Biology, 78(3), 303-325.
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