Las técnicas de supervivencia de las ranas

Los anfibios son parte de la dieta de multitud de depredadores y carecen de defensas naturales efectivas. Por eso, quizá las técnicas de supervivencia de las ranas pueden llegar a parecer producto de un guion de cine fantástico. Donde faltan recursos, crece el ingenio.

Si sientes curiosidad por estos simpáticos animales, aquí encontrarás información básica sobre ellos y varios ejemplos de cómo se las ingenian a veces para no ser depredados. No te lo pierdas.

Algunos datos sobre las ranas

Las ranas son anfibios, lo que quiere decir que necesitan adaptaciones tanto para la vida acuática como para la terrestre. Esto es una ventaja a la hora de huir de depredadores que vivan solamente en uno de estos 2 medios, pero cuando se trata de un enfrentamiento directo, las ranas y sapos siempre tienen las de perder.

De todas formas, los anfibios no han llegado hasta nuestros tiempos por arte de magia. Aquí tienes algunas características sobre ellos, para que te hagas una idea de su viabilidad a nivel biológico:

• Estos animales tienen pulmones, pero su piel también puede aportar oxígeno directamente a la sangre.
• Su piel está cubierta de una pátina húmeda y resbaladiza, que la protege y mantiene hidratada. Gracias a esta piel, la rana también puede absorber nutrientes u otras sustancias.
• El anfibio anuro llega a la edad adulta a través de una metamorfosis. Su larva se llama renacuajo y vive exclusivamente en el agua.
• Las ranas y sapos son animales ectotermos, es decir, dependen de la temperatura ambiental para regular la suya propia.
• Suelen tener muy buen oído, a pesar de que lo que más destaca al ver a las ranas son su grandes ojos. Su aparato auditivo consiste, primariamente, en una membrana timpánica externa en forma de círculo.
• Sus patas traseras son largas y articuladas, de manera que les permite desplazarse por medio de grandes saltos.

Existen alrededor de 6600 especies de ranas diferentes, cada una de ellas con sus características propias, así que este taxón brilla por su diversidad. De todas formas, a continuación tienes ejemplos de algunas especies de ranas conocidas gracias a su capacidad de supervivencia.

Las técnicas de supervivencia de las ranas

Hay diversas técnicas para sobrevivir sin luchar, desde las huidas creativas hasta los camuflajes más realistas. Sin embargo, cuando la cosa se pone fea, incluso las ranas pueden sacarse un as de la manga.

1. La dendrobates, ranas de mírame y no me toques

Rana dendrobates o rana flecha es un nombre general que designa a los anuros de la familia Dendrobatidae, que pueblan las selvas del Amazonas. Cualquiera de sus especies tiene la piel de colores intensos y contrastados, lo que sirve para despertar una conducta escrita en los genes de casi cualquier especie: no me comas, te va a sentar mal.

A esta técnica de defensa se le llama aposematismo, que consiste en advertir a los depredadores de que corren peligro si tocan a estas ranas o las engullen. Puede que el ejemplar atacado no se salve del ataque, pero es seguro que el animal aprenderá la lección y no tratará de depredar a sus congéneres.

Las ranas flecha segregan un veneno extremadamente potente a través de su piel. Si este entra al organismo de alguna manera —por depredación o a través de una brecha en la piel, por ejemplo—, es capaz de matar animales mucho más grandes que un humano.

Los indígenas que comparten espacio con estos anuros saben bien de los efectos de sus toxinas: su sobrenombre, rana flecha, viene por la costumbre de los cazadores de impregnar las flechas con este veneno para garantizar una presa por cada flechazo.

2. La rana que crio pelo

Si alguna vez has dicho que harías algo «cuando las ranas críen pelo», sentimos decirte que ha llegado el momento. Aunque los aparentes vellos en los flancos de esta rana no se tratan de pelos propiamente dichos, sino de filamentos de piel que el macho desarrolla para la época de apareamiento.

Además, esta rana africana (Trichobatrachus robustus), tiene un método de defensa propio de las películas de superhéroes: cuando se siente amenazada de muerte, se quiebra los huesos de sus propias patas, atraviesa la piel con ellos y los usa como arma.

3. El mimetismo batesiano: una de las mejores técnicas de supervivencia de las ranas

Aunque en este caso no se trata de una rana, no se podía dejar pasar la oportunidad de mencionar al sapo gigante congolés (Sclerophrys channingi). A veces, la clave no se encuentra en ser peligroso, sino que basta con parecerlo.

Este sapo, que cuenta con numerosos depredadores, tiene como método de defensa el increíble parecido con la cabeza de una víbora del gabón (Bitis gabonica), con la que comparte hábitat. Este mimetismo batesiano hace que los depredadores se piensen un par de veces antes de lanzarse a por él.

4. Ranas hoja y ranas musgo

El camuflaje es una de las técnicas de supervivencia de las ranas que más útiles resulta cuando no tienen armas naturales para defenderse. No obstante, algunas de ellas lo llevan al límite: es el caso de la rana hoja (Megophrys nasuta), que es prácticamente irreconocible en un suelo de hojarasca.

Otro caso sorprendente es la Theloderma corticale, una rana que habita en el norte de Vietnam y que también recurre a un camuflaje sorprendente para sobrevivir. En esta ocasión, su piel es rugosa hasta el punto de parecer que tiene pequeñas espinas, rasgo que acompaña con una coloración que le permite pasar largas horas entre el musgo de las rocas sin ser percibida.

La conservación de las especies de ranas

Los anfibios, además de los peligros que entraña el formar parte de la dieta de multitud de especies, son una de las clases más amenazadas por la acción del hombre. El 40 % de los anfibios descritos hasta ahora están amenazados, cifra con la que lideran la tasa de extinción en el reino animal.

Muchas veces, estas ranas y sapos no son especialmente populares entre la gente, por lo que la preocupación por su conservación es menor. Para combatir esta falta de interés, parte del trabajo de difusión es mostrar las increíbles maravillas de estos animales.