Con el avance de la edad, pueden aparecer distintos problemas articulares en los perros ancianos. En general, al envejecer los animales perdemos facultades y el organismo se desgasta de forma natural por el paso del tiempo. La tasa de división celular baja y los tejidos no se regeneran como antes.
Sin embargo, no hay que confundir el desgaste natural con las enfermedades. No todos los perros mayores presentan necesariamente problemas articulares o de otro tipo debido a patologías, pero pueden ser menos ágiles y mostrarse con menor disposición a realizar ejercicio físico que cuando eran más jóvenes.
Problemas articulares en perros ancianos
Una consulta frecuente en la clínica veterinaria es la aparición de problemas articulares en los perros ancianos. Los tutores de estas mascotas suelen detectarlos por la aparición de cojeras y dolor.
Los problemas articulares en un perro pueden aparecer por múltiples de razones, como la edad avanzada, la raza —las gigantes suelen ser más propensas a estos tipos de problemas—, fracturas, problemas de crecimiento, rotura del ligamento cruzado anterior, artritis, artrosis y otras muchas más. Te las contamos.
Artrosis
La artrosis suele ser una de las enfermedades más frecuentes en canes mayores, pero puede afectar a perros de todas las edades. Se trata de una enfermedad articular degenerativa consistente en un deterioro progresivo del cartílago que rodea las articulaciones, con nueva formación de hueso, o en los márgenes de la articulación y fibrosis en los tejidos blandos circundantes.
Puede afectar a cualquier articulación del perro, pero suele ser más común en las articulaciones de la rodilla, muñeca, codo, cadera y columna. Esto se debe a que los canes corren mucho y hacen mucho ejercicio.
Los síntomas más evidentes son la rigidez y cojera debido al dolor. Los perros se pueden negar a jugar, saltar, bajar escalones o incluso dar paseos largos cuando la enfermedad está muy avanzada.
Displasia de cadera
La displasia de cadera es típica de canes grandes —como el mastín o el pastor alemán— y es hereditaria. Es común en los perros ancianos, pero también puede presentarse en jóvenes, por lo que es aconsejable realizar radiografías periódicas en el animal para un diagnóstico precoz.
En el transcurso de esta patología, el acetábulo —el hueco en el hueso de la pelvis que aloja la cabeza del fémur— y la cabeza del fémur se van deformando, hasta que la cabeza entra y sale del acetábulo con el movimiento. Esto produce dolor y cojera.
Rotura de ligamento cruzado
Es una de las causas más frecuentes de cojera en perros pequeños viejos. Consiste en la rotura total o parcial de uno de los ligamentos de la rodilla. La solución es quirúrgica, aunque los antiinflamatorios y el fortalecimiento de los músculos pueden disminuir el dolor y la cojera.
¿Cómo tratar estos problemas articulares en perros ancianos?
Existen múltiples abordajes —tanto médicos como quirúrgicos— para solventar los problemas articulares en perros ancianos o, al menos, reducir sus síntomas. Te contamos los más importantes.
Condroprotectores
Los condroprotectores ayudan a mejorar ciertas patologías que involucran a las articulaciones. Pueden administrarse como suplementos y favorecen la nutrición del articular, además de mejorar la consistencia del líquido sinovial que baña las articulaciones.
Estas sustancias se componen, principalmente, de colágeno hidrolizado y sulfato de glucosamina. Otros compuestos tienen como base el sulfato de condroitina o condroitin sulfato.
Medicamentos
Existen medicamentos específicos para tratar los problemas articulares en perros ancianos. El objetivo de la terapia medicinal es paliar los síntomas, como el dolor y rigidez, reducir la inflamación e intentar frenar el progreso de la enfermedad, siempre tratando de recuperar movilidad en las articulaciones.
Los más utilizados son los antiinflamatorios y esteroides. Deben estar siempre recomendados y recetados por un veterinario especialista que evalúe el estado musculoesquelético del animal.
Cirugía
En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para intentar mejorar la calidad de vida de los perros ancianos con problemas articulares o solucionar fracturas —como la rotura del ligamento cruzado—.
La artroscopia es un ejemplo de ello. Esta consiste en un tratamiento quirúrgico poco invasivo que corrige patologías —como la displasia de codo o el hombro— para intentar recuperar la funcionalidad de la articulación.
Algunas de estas cirugías también están encaminadas a prevenir futuros problemas en perros jóvenes, como en los casos de displasia de cadera. En muchas ocasiones, en la cautela y observación está la clave de un abordaje exitoso.
Nutrición y estilo de vida de los perros ancianos
Para mejorar los problemas articulares, es necesario acompañar los tratamientos anteriores con una nutrición adecuada y una actividad moderada. Ten en cuenta los siguientes puntos:
- Evitar el sobrepeso u obesidad: el exceso de peso empeora los problemas musculoesqueléticos. La articulaciones se desgastan más rápido debido a la presión extra que se ejerce sobre ellas.
- Practicar ejercicio moderado de forma regular, pero reduciendo la intensidad, sobre todo si el perro no está acostumbrado.
- Ofrecer una alimentación de calidad: la nutrición juega un papel muy importante a cualquier edad. Además, existen piensos especializados para problemas articulares suplementados con condroprotectores.
Estos son algunos consejos para prevenir o paliar los efectos de los problemas articulares en perros mayores. Recuerda hacer visitas periódicas al veterinario para revisar el estado de salud de tu perro senior y proporcionarle una nutrición y actividad física adecuada a sus características.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Purina. Artrosis en perros, 2018.
- affinity-petcare. Artrosis en perros.
- ateuves. Problemas articulares: ¿Qué es la osteoartritis?
- Fidalgo, L. E., Rejas, J., Ruiz de Dopegui, R., Ramos, J. J.Patología Médica Veterinaria. Salamanca, Kadmos, 2003.