¿Alguna vez has querido tener un animal exótico, pero has sentido miedo a no «dar la talla»? ¿Te apasionan los anfibios pero tienes muy poca experiencia para tener a uno a tu cargo? Si la respuesta a estas preguntas es sí, te aseguramos que la rana Pacman es la mascota perfecta para iniciarte en el mundo de los animales exóticos.
Hoy te traemos un anfibio con un estómago tan grande como su carácter y su ímpetu, que sin duda se trata de una de las mascotas exóticas más famosas en el ámbito de la terrarofilia. Si te has planteado tener una rana Pacman o si planeas tener alguna en un futuro, no te pierdas la información en las siguientes líneas.
Consideraciones iniciales
El término «rana Pacman» no hace referencia a una sola especie sino a varias, todas ellas englobadas en el género Ceratophrys. Estamos ante una familia de anfibios que se distribuye por Colombia, Brasil, Venezuela y Argentina —entre otras regiones—, por lo que todas sus especies son consideradas de origen tropical.
En general, podemos encontrar tres especies distintas en el mercado de animales exóticos, si bien todas ellas tienen los mismos requerimientos. Te presentamos a las diversas variedades en unas pocas líneas:
- Ceratophrys cranwelli: la más común de todas. Esta especie presenta un morfotipo albino, el cual está muy extendido en los portales de venta de animales exóticos.
- Ceratophrys ornata: un poco más grande que la anterior, pero con los mismos requerimientos. Sus colores son verdes y presenta tonalidades más rojas en algunos puntos en comparación con la cranwelli.
- Ceratophrys cornuta: se diferencia claramente de las otras dos especies, ya que posee unos «cuernos» muy marcados por encima de los ojos.
No te preocupes, pues además de no presentar ninguna traba legal, estas especies llevan criándose en cautividad durante generaciones. Por ello, al adquirir una de estas ranas, no estarás promoviendo la caza de animales ni ninguna práctica ilegal.
Rana Pacman: cuidados en cautividad
Como ya te hemos dicho anteriormente, estamos ante la mascota exótica más fácil de cuidar. A pesar de ello, existen ciertos requerimientos a tener en cuenta antes de hacerse con un ejemplar. Te los mostramos en las siguientes líneas.
En lo que al terrario se refiere, unas dimensiones de 50 centímetros de largo por 30 centímetros de alto y de ancho serán suficientes para un ejemplar. Aunque algunas ranas Pacman alcancen los 20 centímetros de diámetro, son anfibios que prácticamente no se mueven durante su ciclo vital. Existen tres posibles modalidades de habitáculo:
- Un terrario únicamente con medio dedo de agua: este setup no es nada recomendable, pues por cómodo que pueda ser a la hora de la limpieza, puede causar mucho estrés en el animal.
- Un terrario con cinco centímetros de turba y un plato con agua: en este caso, se opta por colocar una capa de cinco centímetros de fibra de coco u otro sustrato que almacene bien la humedad. Si la rana quiere refrescarse, puede sumergirse en el plato de agua.
- Un terrario plantado con rocas, recovecos y un ambiente naturalizado: aunque sea la opción más bonita de todas, este tipo de terrarios pueden dificultar mucho la limpieza.
La temperatura del terrario debe oscilar entre los 24 y 30 grados. Esto se consigue colocando una manta calefactora por fuera del mismo y que ocupe 1/4 de su superficie. Así, la rana podrá elegir la zona más caliente para reposar cuando lo desee.
Portales profesionales indican que la humedad relativa del terrario debe rondar el 80-100 %. Esto se consigue pulverizando el sustrato con agua, al menos, dos veces al día. El sustrato siempre debe estar húmedo al tacto, pero no empapado.
Es importantísimo mantener una humedad adecuada en la instalación del animal, pues los anfibios realizan intercambios de gases a través de su húmeda piel.
Estas ranas no nadan bien, por lo que el plato de agua que se les ofrezca no debe tener más de un dedo de profundidad.
Un apetito insaciable
Sin duda, la característica más llamativa de la rana Pacman es su apetito voraz. Estos anfibios simplemente esperan a que su presa pase por delante de ellos, por lo que rara vez se mueven o cazan de forma activa.
Como regla general, se estima que a los juveniles se les debe alimentar cada dos días. Una vez alcanzan el estadio adulto, las comidas se pueden espaciar hasta intervalos de 4-7 días. Además, es esencial que las presas se embadurnen en polvos de calcio y vitaminas cada 2-3 comidas, ya que estos anfibios crecen mucho y necesitan diversos complementos.
La rana Pacman comerá todo lo que le quepa en la boca y se mueva —en general, no aceptan alimento muerto—: ratones, peces, otras ranas de su especie, lombrices, gusanos, cucarachas, grillos y un largo etcétera. Eso sí, lo más adecuado es que su dieta base esté compuesta por insectos.
Estas ranas pueden sufrir impactaciones intestinales fácilmente debido a su apetito voraz. Por ello, darles de comer demasiado nunca es una buena idea.
Como hemos visto en estas líneas, la rana Pacman es un anfibio ideal para aquellos que quieran iniciarse en el mundo de la terrarofilia. A pesar de ello, este animal tiene ciertos requerimientos específicos y, sobre todo, hay que tener cuidado con la cantidad de comida que se le otorga.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Reptileguide, pacman frog care. Recogido a 26 de octubre en https://reptile.guide/pacman-frog-care/