¿Cómo afecta la contaminación hídrica a los peces?

La contaminación del agua está provocada por la acción humana. Los deshechos de plástico, los vertidos y la eutrofización son algunas de sus principales causas.
¿Cómo afecta la contaminación hídrica a los peces?
Silvia Conde

Escrito y verificado por la bióloga Silvia Conde.

Última actualización: 27 octubre, 2020

Los ecosistemas acuáticos del planeta se ven gravemente afectados por la contaminación hídrica proveniente de la actividad humana. Por desgracia, la biodiversidad de peces y otras especies disminuye a consecuencia de este fenómeno.

Los metales pesados, los microplásticos, los cambios físico-químicos del agua y la eutrofización de los lagos y ríos influyen de forma directa en la diversidad, abundancia y el ciclo de vida de los peces marinos y de agua dulce. Descubre algunos de los mayores problemas fruto de la contaminación en las aguas en las siguientes líneas.

Los microplásticos en el agua

El ser humano es el único productor de plásticos y, por lo tanto, su presencia en la tierra o agua es consecuencia directa de nuestra actividad. A pesar de los pocos esfuerzos en la reducción en lo que a su consumo se refiere, tenemos constancia de la presencia de los microplásticos en el océano desde la década de 1960.

Los microplásticos son piezas muy pequeñas de material inorgánico que contaminan el medioambiente. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) considera este término para describir a los plásticos de menos de cinco milímetros de diámetro.

Estos elementos pueden tener múltiples orígenes: neumáticos, productos de limpieza, cosméticos, ropa, deshechos plásticos de uso cotidiano —botellas, bolsas, envases y pajitas—, procesos industriales, etc. Se estima que entre el 2 % y el 5 % de todos los plásticos fabricados terminan en los océanos.

Tipos de microplásticos

Los microplásticos se dividen en distintas categorías. Te las resumimos a continuación:

  • Primarios: son las partículas de plásticos lanzadas directamente al medioambiente. Por ejemplo, pastas de dientes, geles y otros productos cosméticos a través de las aguas residuales.
  • Secundarios o nanoplásticos: se originan a partir de la degradación de grandes objetos de plástico, como bolsas, botellas o redes de pesca. Suponen el mayor porcentaje de microplásticos del océano.

Los plásticos no se degradan, sino que se fragmentan en partes más pequeñas y son ingeridos por todo tipo de animales del océano y las aguas dulces: peces, crustáceos y moluscos. Además, acaban alojándose en los tejidos de estos animales y muchos de ellos llegan a nosotros a través de la cadena trófica.

Los niveles de microplásticos en una especie marina no se deben únicamente al consumo directo de estos, pues también aumentan por la ingesta de otras especies que hayan comido microplásticos en algún momento de su ciclo vital.

La contaminación hídrica cambia el comportamiento de los peces

Los ríos y mares son reservorios de grandes cantidades de vertidos procedentes de las aguas residuales, los cuales se producen por la actividad industrial y minera, y generan un gran impacto en las agua y sus habitantes.

Tanto es así, que se han observado cambios en el comportamiento de los peces del río Támesis debido al vertido de residuos —como la cocaína o la cafeína— por los desagües de la ciudad.

La droga, que llega a los peces a través de los restos de orina de los consumidores, causa los mismos efectos de euforia e hiperactividad que experimentan las personas. Investigaciones en condiciones experimentales replicadas en un laboratorio producen los mismos resultados en los animales.

Estas sustancias se acumulan en el cerebro, músculo, branquias y piel y generan un cambio en la conducta de los peces que puede afectar a su supervivencia, sobre todo en relación a los comportamientos de huida frente a los depredadores.

La eutrofización del agua

La eutrofización es un exceso de nutrientes en el agua por la acumulación de residuos orgánicos. Estos nutrientes —compuestos de nitrógeno y fósforo principalmente— provocan la proliferación descontrolada de algas que acaban consumiendo el oxígeno del agua. Esto suele ocurrir en sistemas en los que hay poca renovación del agua, como los lagos y embalses.

Los fertilizantes, los excrementos de la ganadería, la actividad industrial, las emisiones de óxidos de nitrógeno y azufre que precipitan desde la atmósfera en forma de lluvia o los residuos procedentes de la actividad forestal son algunos de los causantes de la eutrofización de las aguas.

La explosión de algas que acompaña a la primera fase de la eutrofización provoca que las aguas se enturbien, lo que impide que la luz penetre hasta el fondo de la masa de agua.

Las plantas que se encuentran en estratos inferiores no pueden realizar la fotosíntesis y renovar el oxígeno de estas capas y acaban muriendo, así como los peces y el resto de la fauna. Muchas de las muertes masivas de peces tienen su origen en la eutrofización de las aguas.

El resultado de esta reacción en cadena es un agua turbia, de aspecto denso y con una gran cantidad de biomasa. Esto podría parecer positivo en primera instancia, pero provoca la pérdida de la calidad del agua y la disminución de la biodiversidad de especies en el ecosistema.

Un río eutrofizado.

Una acción de origen humano

Como hemos podido ver en estas líneas, tanto una falta de vida como un exceso de ella pueden ser hechos deletéreos para un ecosistema acuático. De todas formas, la presencia de microplásticos  en los mares es el enemigo más inmediato y precupante que debemos de combatir.

La polución está acabando con la vida marina y de agua dulce y, desde luego, está en nuestras manos cambiar el curso de las cosas. En la reducción de residuos está la clave para la persistencia del planeta.


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  • Microplastics in fisheries and aquaculture, FAO, 2017.
  • The Times. Cocaine in Thames makes eels hyperactive, 2019.
  • Fundacionaquae

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