El unicornio: 3 animales que inspiraron este mito fantástico

El unicornio es un animal fantástico que aparece en relatos europeos desde el año IV a. C. ¿Cuál es el origen de este mito? Descubre la respuesta en el siguiente contenido.

Un unicornio en el bosque, refleja el rayo del sol.

El unicornio es una de las criaturas mitológicas más conocidas de los cuentos de hadas y de todos los tiempos. Suele describirse como un animal semejante a un caballo o una cabra, que tiene un solo cuerno en su frente.

El mito de este mágico equino cobró fuerza con la aparición de sus proyecciones óseas y puntiagudas en los mercados europeos. Durante siglos, a su cuerno se le atribuyeron poderes curativos y la capacidad de purificar las aguas.

Sin embargo, no faltaron quienes se mostraran escépticos —como el zoólogo danés, Olaus Wormius— frente a estas supuestas propiedades medicinales y se dedicaran a la búsqueda del verdadero origen del cuerno.

En sintonía con el cuestionamiento, podemos preguntarnos: ¿a qué especie pertenecían los cuernos comercializados en Europa? ¿Qué animales reales inspiraron la creencia en esta criatura fantástica? Si quieres conocer las respuestas a estas interrogantes y hacer un recorrido histórico por la génesis del unicornio, continúa la lectura de este contenido.

Mito del unicornio

En el siglo IV a. C., el médico e historiador griego, Ctesias, fue pionero en hacer referencia directa del unicornio. En su manuscrito Índica —escrito con la información suministrada por viajeros— precisa que el unicornio procedía de la India.

Esta primera descripción detalla que era un «asno salvaje», de gran tamaño, similar a un caballo. Asimismo, su cuerpo era de color blanco, excepto la cabeza que era roja. También tenía unos ojos de color azul oscuro. Sin duda alguna, la característica más resaltante era su cuerno afilado, de color blanco en su base, que estaba ubicado en medio de la frente.

A Ctesias —quien hizo mención de las propiedades del cuerno de esta criatura— le sucedió Aristóteles, Plinio el Viejo, así como Claudio Eliano y otros estudiosos, quienes también hicieron alusiones a este equino fantástico.

El unicornio en el bestiario medieval

Tapiz de una doncella junto a un unicornio.
En la Edad Media, el unicornio figuraba en los emblemas de familias europeas. Este tapiz se conoce como À mon seul desir. Museo de Cluny, París. Crédito: Wikimedia Commons.

El bestiario medieval consistía en una recopilación de información de todo tipo de animales, tanto fantásticos como reales. Recogía descripciones físicas, así como leyendas o relatos de diferente procedencia —hebrea, asiática, india, egipcia, romana o griega—, acompañados por ilustraciones de cada especie.

Entre esta colección, el más conocido en la Edad Media era el Physiologus, creado por un autor desconocido y redactado en griego. En este libro del mundo natural se describía al unicornio como un caballo o una cabra, con un cuerno. Se le atribuía fuerza y rapidez, al igual que pureza y castidad. De hecho, solo podía capturarlo una doncella, ante quien se postraba.

El unicornio era una presa muy apreciada por los curanderos, debido a que su cuerno se utilizaba en brebajes y pócimas. Se creía que tenía un poder regenerativo y que era afrodisíaco. Por esta razón, muchas veces se vendía el cuerno del narval o del rinoceronte indio, haciéndolo pasar por uno de unicornio.

Animales que inspiraron al unicornio

Aunque se han sugerido varios orígenes del unicornio, la representación de esta criatura como un animal originario de la India hace pensar que la génesis del mito puede girar en torno a una mirada fantástica del rinoceronte indio. Sin embargo, hay más especies de la tierra y el mar que han podido dar lugar a este misterioso equino, que causa tanta fascinación.

Veamos cuáles son los más emblemáticos.

1. Elasmoterio o unicornio siberiano gigante

El Elasmotherium sibiricum en su hábitat.
El elasmoterio tenía un cuerno que podía alcanzar los 2 metros de longitud. Crédito: Wikimedia Commons.

El género Elasmotherium es popularmente denominado «unicornio siberiano gigante» o «rinoceronte gigante». El elasmoterio o Elasmotherium sibiricum es la especie mejor conservada de este rinoceronte prehistórico, que vivió en la actual Rusia.

Era un rinoceronte del tamaño de un elefante, cubierto de pelo y con un gran y único cuerno en su testa.

Aunque se estimó que este animal había desaparecido hace unos 200 000 años, se cree que vivió hasta hace unos 39 000 años en Europa Central y Asia Central. Así lo advierte un artículo de la revista Nature Ecology & Evolution, publicado en el año 2018.

2. Narval

El marval en el mar. Este animal inspiró el mito del unicornio.
En la Edad Media se pensaba que los colmillos de narval eran cuernos de unicornio. Existía la creencia que las copas hechas con este material eran capaces de neutralizar el veneno. Crédito: Wikimedia Commons.

El narval es un mamífero acuático real que parece un ser mitológico. Las aguas heladas del Polo Norte son su hábitat. Se le conoce como «el unicornio de los mares», debido al cuerno que posee en su frente.

Este cetáceo —poco conocido— es pariente de las belugas y forma parte de la familia de las ballenas. Su cuerno, en realidad, es un colmillo que puede alcanzar los tres metros de longitud y superar los 10 kg de peso.

El narval también utiliza su colmillo para cazar a sus presas y se caracteriza por ser bastante ruidoso. De hecho, emite diferentes sonidos para comunicarse o como ecolocalización.

En la antigüedad no se conocía cuál era la funcionalidad de este colmillo. No obstante, un estudio publicado en la revista The Anatomical Record, sostiene que esta estructura es capaz de medir los cambios del entorno, como la temperatura y la presión. Por su parte, una investigación, del año 2020, advierte que los machos lo usan para competir.

3. Rinoceronte indio

Rinoceronte indio junto a su cría. Se cree que este animal inspiró el mito del unicornio.
La longitud promedio del cuerno del rinoceronte indio es superior a los 50 centímetros. Crédito: 3Dinaani/Pixabay.

El rinoceronte indio (Rhinoceros unicornis) es una de las tres especies que existen hoy en día en Asia. Solo tienen un cuerno, igual que el rinoceronte de Java; a diferencia del de Sumatra y sus parientes africanos, que tienen dos.

En la Edad Media no era común tener nociones sobre las características de un rinoceronte, después de ser olvidado por la desaparición de los espectáculos de circo de los romanos. Quizás por esta razón, el conocido explorador Marco Polo confundió al rinoceronte con el unicornio, durante su viaje por Asia.

Por ello, parece ser que el origen del unicornio reside en este animal.

En la actualidad, el rinoceronte indio es el más grande de las cinco especies que existen y se encuentra en un estado «vulnerable», de acuerdo a la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). Aún hoy, la creencia en las propiedades curativas de su cuerno lo hacen objeto de caza furtiva.

El mito de un animal fantástico

Si algo está claro es que el unicornio es uno de los animales mitológicos por excelencia. Aunque su representación actual diste mucho de la original, la admiración por esta criatura sigue vigente. Desde la mención del médico Ctesias, la creencia en una criatura fantástica influyó a historiadores y estudiosos de las especies que escribieron sobre este equino mágico.

A partir de entonces, el unicornio adquirió características y cualidades que se evidenciaron con notoriedad en el arte de la Edad Media y el Renacimiento. Una de las más destacadas fue el simbolismo religioso, ligado a la pureza.

El interés por esta especie nació de los ojos despiertos de los viajeros europeos, que describieron con creatividad a especies como el rinoceronte indio. Esta fascinación por el unicornio podemos canalizarla hacia la conservación de los animales que inspiraron el mito.

Bibliografía

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