Algunas de las aves más curiosas del mundo

Las aves ya constituyen en si mismas un grupo de animales vertebrados particulares, dado que la gran mayoría son capaces volar.

Esto lo consiguen gracias a una serie de adaptaciones fisiológicas que incluyen un esqueleto ligero, dos grandes músculos de vuelo – el pectoral y el supracoracoideo –, y dos miembros anteriores modificados en forma de alas. Aquí te mostramos algunas de las aves más curiosas del mundo, incluyendo especies presentes en la península ibérica.

Algunas de las aves más curiosas del mundo

¡Cuidado con su cola!

El quetzal – Pharomachrus mocinno – es una especie de ave de la familia de los trogones. Recibe su nombre de los aztecas, presentes en su momento en la zona geográfica de donde es originario este hermoso pájaro. También es conocido como “trogón resplandeciente”, adjetivo muy acertado por la belleza de su plumaje tornasolado.

Las largas plumas de su cola requieren de un cuidado especial. Así lo entiende el macho, que se lanza al vuelo de espaldas desde su posadero en horizontal de forma delicada. De llegar a hacerlo en posición normal, su preciosa cola se haría trizas en poco tiempo.

La efigie de este bello animal figura en la bandera y los sellos de Guatemala.

Un pájaro que se nutre de miel

El indicador grande – Indicator indicator –pertenece al orden piciformes, emparentado con picamaderos y tucanes. Habita tanto en las selvas como en las sabanas del África subsahariana.

Se alimenta de miel, cera y larvas de abeja, pero su débil pico no le permite abrir por si mismo la colmena. Por ello, este ave se encarga de franquear el paso a otros animales que puedan permitirle el acceso a su interior. De ahí su nombre “indicador” o “guiamieles”.

Los nativos de las regiones en las que habita saben sacar partido del hábito de estos pájaros para encontrar el refugio de las abejas melíferas. También hay animales que se aprovechan de esto, como es el caso de algunos mustélidos.

Un pequeño que sabe esconderse

El avetoro común – Botaurus stellaris –, del orden pelecaniforme, tiene también sus peculiaridades. Estos rasgos distintivos ya aparecen en las crías, que saben disimularse perfectamente de la vista de cualquier intruso.

El adulto, cuando se asusta, permanece inmóvil con el cuello rígido, extendido, y el pico apuntando hacia arriba. En tal postura resulta poco visible en el cañaveral, además de por los colores de su plumaje.

Vive en  terrenos pantanosos, entre juncos y cañas. En España, por ejemplo, habita en el humedal de Doñana, en las marismas del Guadalquivir y en el delta del Ebro.

Un pájaro que finge estar herido

Una variedad del chorlito común americano es el chorlitejo culirrojo – Charadrius vociferus –, que se extiende desde Canadá hasta Chile. Este pájaro es un insaciable devorador de insectos, entre ellos el gorgojo del algodón.

Anida a veces en lugares insólitos como las traviesas de un ferrocarril, techos de alquitrán o montones de desechos. La mayor peculiaridad de este animal reside en su ingenioso método para ocultar la posición de su nidada mediante maniobras de distracción:

Ante la proximidad de un depredador, emprende un vuelo de simulación de herida, imitando a un ave con el ala rota. De esta manera, el depredador lo persigue y consigue alejarlo de sus crías. Una vez lejos del nido, la dedicada madre remonta el vuelo y escapa.

Bonita pero negligente

La abubilla – Upupa epops – ofrece una rara y hermosa silueta, con un plumaje elegante. Su bonita cresta se yergue cuando el ave se excita. Prefiere los climas cálidos y secos, nutriéndose de insectos, larvas, arañas, gusanos y pequeños reptiles.

Cuando se desplaza entre los árboles, su vuelo lento y pausado se asemeja al de las mariposas. Pero que esto no os lleve a engaño: si tiene que perseguir a un lagarto o ha de huir del peligro vuela velozmente. Puede ser tan veloz que es capaz de huir incluso de los halcones amaestrados, desconcertándolos con la apertura completa de sus alas.

Otra de sus particularidades es que se trata de un ave muy sucia a la que le encanta escarbar en el estiércol. No tiene noción de la higiene, ni si quiera en el nido, donde acumula excrementos y residuos putrefactos. Además la hembra, si se asusta, segrega un líquido pestilente que produce la glándula oleosa de su rabadilla.

Un mundo de adaptaciones

Como hemos podido observar, muchas aves presentan adaptaciones increíbles como soluciones a diversos problemas presentes en el mundo natural. Desde adaptaciones para impresionar a las hembras de su especie hasta cambios conductuales por pura supervivencia, una cosa es clara: la naturaleza no escatima en ingenio.