Los lémures y sus parientes

Los lémures son los más pequeños de todos los primates, aunque alguna vez fueron tan grandes como un gorila adulto. Ellos y sus parientes constituyen uno de los grupos de primates más curiosos de la fauna actual.

Lemur catta: el lémur de cola anillada.

Desde que se estrenó la película Madagascar, los lémures volvieron a ganar cierta fama entre las personas de todas partes del mundo. Y gracias al personaje de la película, se estableció la asociación de que estos animales destacan por ser traviesos, ágiles y divertidos. 

Ahora bien, ¿qué es lo que se debe saber acerca de estos animales? ¿A qué familia pertenecen? ¿Son monos? ¿Quiénes son sus parientes? A continuación te daremos las respuestas.

Características y generalidades sobre los lémures

Los lémures y sus parientes pertenecen a la familia de los Lemuroidea, orden Lemuriformes. Son considerados primates inferiores, porque los primates antropoides (monos, humanoides y seres humanos) no evolucionaron de ellos, sino de los omomíidos. De hecho, algunas especies fósiles exhibían un tamaño similar al de su pariente el mono, pero se extinguieron durante el Holoceno.

Entonces, los lémures son un grupo de primates de raro aspecto y difícil clasificación. Según la Unión Internacional para la Conservación de la naturaleza, existen alrededor de 103 especies de lémures, aunque un tercio de ellas se encuentran clasificadas como en peligro de extinción. En su mayoría, viven en los bosques de la isla de Madagascar, por lo que la deforestación es su principal problema.

Lémures sentados en las ramas de un árbol a plena luz del día.

Reciben su nombre de las larvae, unos espíritus de la mitología romana, debido a las estrepitosas vocalizaciones que emiten para ahuyentar al enemigo. Además, sus hábitos nocturnos y sus característicos ojos grandes y brillantes ayudan a darles este aspecto fantasmagórico.

¿Cómo llegaron a Madagascar?

La hipótesis más extendida es que los lémures llegaron a la isla de Madagascar desde África, hace aproximadamente 65 millones de años. Se cree que lograron esta hazaña por medio de pequeños fragmentos de madera que sirvieron como balsas accidentales. Desde entonces han evolucionado para adaptarse a su clima sumamente estacional: con una estación caliente y lluviosa y otra fresca y seca.

Esta adaptación les da un nivel de diversidad a los animales lemuroideos que rivaliza con los demás grupos de primates.

La principal razón por la que los lémures son tan distintos de sus parientes primates es el aislamiento geográfico por el que pasaron. Las condiciones de la isla y su lejanía con otros mamíferos de su tipo ocasionó que generaran características únicas. Además, el clima de Madagascar es demasiado variable, por lo que tuvieron que desarrollar mecanismos para hacerle frente y sobrevivir.

Los lémures y sus parientes

Existe mucha controversia con la taxonomía de este grupo, pues aún no quedan claro las relaciones filogenéticas entre los lémures y sus parientes. Sin embargo, la teoría más aceptada es que tanto los gálagos y los potos de África, como los loris de Asia, son los organismos más relacionados con los lémures.

De hecho, si bien el linaje de los lemúridos provino de África, existe una hipótesis de que otros mamíferos similares también podrían haber llegado a Madagascar desde Asia. Al mismo tiempo, algunos especímenes de Madagascar durante el Eoceno podrían haber viajado a Asia y África. Esto ocasionaría un intercambio de material genético que es la razón por la que se complica la taxonomía del grupo.

A continuación, te comentaremos cuáles son los parientes actuales de los lémures y cuáles son sus principales características.

1. El curioso caso del gálago

Los gálagos, o galágidos, son primates lemuroideos muy abundantes en el continente africano. Cuentan con un total de 19 especies. Se caracterizan por:

  • Tener los dedos dotados de almohadillas adherentes que les ayudan a moverse por las superficies lisas.
  • Descansar de día y comer de noche, insectos y semillas.
  • Poseer unos grandes ojos que les permiten ver en la penumbra.
  • Ser muy ágiles, tanto así que un ejemplar puede saltar hasta 5 metros de un árbol a otro.
El gálago es uno de los parientes del lémur.
Fuente: Monaconatureencyclopedia.com

2. El aye-aye, el pariente más raro de los lémures

El aye-aye, Daubentonia madagascariensis, es un lemuroideo del tamaño de un gato. Posee una frondosa cola, tan larga como su cuerpo, y orejas desnudas erguidas, como las de un ratón.

Podría confundirse con una ardilla, pero sus manos y pies poseen pulgar oponible como los primates superiores. Y el dedo medio de cada mano es largo y delgado. Este dedo más largo lo utiliza para comer, peinarse y limpiarse los dientes.

El aye-aye es uno de los parientes de los lémures.
El aye-aye es uno de los parientes de los lémures. También se lo conoce como “lémur nocturno de Madagascar”.

3. Los parientes más aburridos de los lémures: los loris

El lori, un lemuroideo de cuerpo macizo, pelo largo y sedoso, miembros cortos y hocico puntiagudo, pasa la mayor parte del tiempo entre las ramas de los árboles. El más curioso es el loris lento o perezoso, Nycticebus concang, cuyo nombre queda reflejada su parsimonia. Solo desplaza un miembro a la vez, permaneciendo agarrado a la rama con los otros tres.

Por el contrario, el loris grácil o esbelto, Loris tardigradus, que habita en Sri Lanka y que tiene un comportamiento más agitado. Es más pequeño, pero tiene peor temperamento, pues es irascible y vengativo.

Parte superior del cuerpo de un loris lento entre las ramas de un árbol

Si se excita gruñe en tono agudo y puede llegar a golpear a otros miembros de la familia sin razón aparente.

4. El mono tarsero

El tarsio, tarsero o tarsier, que vive en Filipinas y Borneo, solo tiene en común con los anteriores su condición de primate. Su aspecto grotesco ofrece atractivo y, zoológicamente, es una contradicción y un enigma. Se caracteriza por:

  • Su cabeza puede girar en redondo casi por completo.
  • Sus orejas son grandes y membranosas.
  • Tiene dedos muy largos, terminados en protuberancias adhesivas que le ayudan a trepar por las superficies lisas.
  • Su cola, larga y casi desnuda, termina en una borla muy peluda.

Mono tarsio de cerca.

La importancia del tarsero, desde el punto de vista anatómico, es considerable. Tiene pulgares oponibles y adopta posición erguida, como los primates superiores. Además, tiene unos grandes ojos con visión binocular.

Por otra parte, también resulta muy notable su forma de saltar, enderezando súbitamente sus patas traseras, como hacen las ranas.

Conclusión

Los lémures y sus parientes, por tanto, no son monos al uso, al ser considerados como primates inferiores. Tienen características muy variadas, y que en consecuencia pueden resultar de gran interés para los amantes de estos animales. Y más aún si para conocerlos es necesario hacer una visita a la isla de Madagascar, un destino vacacional de lo más exótico.

Bibliografía

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